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Red Internacional
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Elecciones 2024. Frente a los candidatos amigos del capital financiero construyamos una alternativa obrera y socialista. Votemos SI en el Plebiscito de la Seguridad Social.

Este domingo 27 de octubre se realizarán las elecciones nacionales y la votación del plebiscito de la seguridad social, compartimos nuestra declaración (CTS) sobre esta instancia electoral.

Miércoles 23 de octubre

Foto: Extraída de página web de la ORT.

Foto: Extraída de página web de la ORT.

Un gobierno contra lxs trabajadores

La derecha, a través de la Coalición multicolor, mostró en este periodo de gobierno que gobierna al servicio de los capitalistas nacionales y extranjeros. Aunque no pudieron avanzar con todo su programa, en estos últimos 5 años concretaron algunas de sus ideas centrales.

La Ley de Urgente Consideración, que fue finalmente aprobada (a pesar de que el plebiscito estuvo cerca de hacer caer parte de su contenido), fue una avanzada regresiva que abarcó distintas áreas, desde una mayor represión hasta medidas de corte privatista, de recortes de derechos y de asfixia hacia las empresas públicas a partir de la falta de inversión, infraestructura y recursos humanos.

Las consecuencias de estas políticas las ha sufrido el pueblo trabajador: a la pérdida del poder adquisitivo del salario, la extensión del trabajo chatarra y precario se le suma la pérdida de calidad en servicios básicos como la salud y la educación (con recortes de horas en secundaria y 0 aumento presupuestal a la UdelaR). En momentos críticos del país, como sucedió con la crisis hídrica, la falta de previsión e inversión en OSE llevó a que no se pudiera ni siquiera garantizar un servicio tan básico como agua potable segura y de calidad.

La Coalición Multicolor continuó la línea extractivista y de saqueo de los recursos naturales que vienen implementando los sucesivos gobiernos; UPM, Proyecto Neptuno, hidrógeno verde, Data Center de Google, etc., todos proyectos a medida de las multinacionales, sin el más mínimo cuidado del medio ambiente ni empleos de calidad para sus trabajadores.

Luego de muchas idas y venidas el gobierno logró finalmente aprobar una reforma jubilatoria que recorta derechos, extiende la edad jubilatoria, y a su vez da más oportunidades de negocios al capital financiero vía extensión de la cobertura de las AFAP en detrimento del BPS. Sin tocar además las jubilaciones de privilegio que tienen por ejemplo los altos mandos de las fuerzas armadas.

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La derecha neoliberal que quiere profundizar el régimen punitivo y de mano dura (que llevó a nuevos récords a la población carcelaria en condiciones inhumanas) se vio envuelta en escándalos de corrupción y complicidad con el narcotráfico (Marset, Astesiano, etc)., dando cuenta una vez más que se trata de planteos hipócritas que en última instancia solo buscan la persecución de los pobres, mientras favorecen y apañan a los poderosos que hacen negocios turbios e ilegales.

En la política exterior el alineamiento férreo con Biden y Netanyahu, ha buscado de todas las maneras posibles proteger al Estado de Israel y al nivel interno lanzar una campaña de caza de brujas contra las voces críticas al genocidio que perpetra el Estado de Israel contra el pueblo palestino. El alineamiento con el sionismo no es exclusivo de la derecha, Yamandú Orsi, lo puso de manifiesto por ejemplo en su participación en el Foro Internacional para la Lucha Contra el Antisemitismo y la Discriminación (FICAYD), impulsada por el sionismo para justificar el genocidio palestino y en donde se elaboró una carta firmada por Orsi, los candidatos de la derecha, Lacalle Pou y otras figuras políticas.

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Una campaña electoral vacía de contenido

En el marco de una desaceleración económica que ya lleva 10 años, esta campaña electoral no muestra nada nuevo.

Hay un consenso generalizado entre todos los partidos del régimen de cuidar los pilares de este modelo socio económico que se implementó en el país a partir de la dictadura y que tuvo su continuidad y profundización durante todos los gobiernos democráticos posteriores.

En este sentido solo hay diferencia de matices y distintos énfasis que apuntan a seducir al electorado, pero con grandes coincidencias en los ejes centrales. La campaña furibunda contra el plebiscito de la seguridad social que llevan adelante todos los principales partidos da cuenta de este consenso proempresarial en función de los negocios de las multinacionales y en contra de las necesidades populares.

Las y los trabajadores perciben que no hay nada muy distinto, por eso la apatía y la pasividad con que se transita esta campaña. No hay nuevas ideas y en todo caso lo que aparece como distinto no es más que meros efectos del marketing político. La aparición de Andrés Ojeda, con sus grandes inversiones en publicidad da cuenta de este fenómeno.

El Frente Amplio nunca fue una alternativa para lxs trabajadores y hoy gira todavía más al centro

En su afán por llegar al gobierno, el Frente Amplio viene moderando aún más su discurso, sin plantear mayores diferencias con los partidos de la coalición derechista.

Esta apuesta por la moderación extrema no es de ahora; durante el propio gobierno multicolor, y en pos de cuidar la “institucionalidad”, se abstuvo de plantear medidas profundas frente a los escándalos de corrupción que atravesaban la gestión de Lacalle y compañía (por ejemplo frente a los casos de Astesiano y Marset).

El integrante del MPP Yamandú Orsi, fue el ganador en la competencia por la candidatura del FA para la presidencia y es quien lidera esta moderación discursiva durante esta campaña.

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Una demostración de esto es que ante la amenaza de una corrida contra los bonos de deuda uruguaya y el dólar por parte de las AFAP’s, como medida extorsiva para evitar un triunfo del SI en el plebiscito de la Seguridad Social, Orsi anunció a Gabriel Oddone como eventual ministro de economía de un nuevo gobierno del FA. La designación de Oddone, así como la oposición cerrada al plebiscito por parte de los principales candidatos, intenta llevar tranquilidad a los mercados, empeñándose en mostrar que nada grave pasará si gana el FA y que el progresismo también es garantía de oportunidades de negocios y grandes ganancias para el empresariado.

Oddone, quien fuera denominado por la propia Constanza Moreira como el “representante de los empresarios”, en su libro de reciente aparición El Despegue, rescata como positiva la política económica de la dictadura llevada a cabo por Alejandro Veigh Villegas. Por otra parte, sostiene que el ex ministro de economía argentino durante el menemismo y la Alianza, Domingo Cavallo, “es un gran profesional del que siempre se aprende escuchandolo”, o en declaraciones televisivas afirmó que el plan de ajuste de Ricardo López Murphy en 2001 en Argenitna “era técnicamente muy bueno, pero no tuvo en cuenta las restricciones políticas”.

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Las señales que ha dado el FA a las y los trabajadores también son claras, los anuncios de que los salarios pueden perder poder adquisitivo y que no habrá mayor espacio fiscal para dar dinero a la educación pintan de manera concreta que las grandes mayorías populares no tienen mucho para esperar; seguirá esté régimen de salarios sumergidos, trabajo precario, tercerizaciones en el Estado y grandes inversiones extranjeras que exprimen los bienes comunes naturales del país.

Los sectores que critican esta orientación (PCU, PS, PVP y otros) están reducidos a la impotencia o la complicidad, terminan siendo el mal menor dentro de una coalición que viene profundizando la política histórica durante sus tres gobiernos de garantizar un régimen económico y social al servicio del gran capital, más allá de algunas concesiones democráticas (como el derecho al aborto o el uso de canabis medicinal) conseguidas tras una larga lucha de las mujeres y distintos movimientos de la sociedad civil.

Comprendemos y respetamos que muchas personas este domingo votarán al Frente Amplio sin esperar nada y como una alternativa de mal menor frente a un mal mayor. Sin embargo, como explicaba Antonio Gramsci, el mal menor es el camino más largo hacia el mal mayor. [1]Es por esto que creemos que estamos en un momento histórico crucial para pensar, dialogar y militar en la perspectiva del desarrollo de una izquierda alternativa, anticapitalista y socialista.

La Unidad Popular-Frente de Trabajadores e Identidad Soberana

En estas elecciones se presentan bajo un mismo lema la Unidad Popular en conjunto con el Partido de los Trabajadores y el Frente de Trabajadores en Lucha.

Si bien para quienes militamos en la CTS es importante el reagrupamiento de las fuerzas de izquierda, en este caso consideramos que más que aportar en la perspectiva de la independencia de clase, esta alianza genera confusión.

Solo para recordar, existen sectores internos de peso en la Unidad Popular como el Movimiento 26 de Marzo que promueven una estrategia de conciliación de clases con la burguesía nacional, bajo la formulación de “gobierno antioligárquico y antiimperialista”, lo que ha llevado a este grupo a apoyar hasta hace algún tiempo a procesos políticos como el chavismo en Venezuela.

En lo que respecta a su práctica política a nivel nacional, el 26 de Marzo ha navegado entre el sectarismo extremo en su estrategia en los sindicatos, llamando a la conformación de una nueva “Confederación Sindical”, y su estrategia de conciliación que se vio desplegada, por ejemplo, en el primer momento del surgimiento del movimiento Un Solo Uruguay en el años 2018, que expresaba los intereses de la burguesía agraria en el momento de agotamiento del modelo económico del astorismo.

Es por este motivo, que en momentos donde es más necesario que nunca ofrecer una alternativa a la juventud, a las mujeres y a lxs trabajadorxs y poner sobre la mesa un programa por la fundación de una izquierda anticapitalista y socialista, no nos parece correcto realizar acuerdos con proyectos políticos que reivindican al Frente Amplio fundacional, o, como en el caso del Frente de Trabajadores en Lucha, reivindican a viva voz la trágica experiencia del estalinismo.

Por otra parte, en esta elección se destaca la emergencia del partido Identidad Soberana de Gustavo Salle. Haciendo gala de un supuesto discurso antisistema, Salle combina denuncias correctas contra la entrega de los recursos naturales, o su apoyo a la papeleta del SI contra los intereses del capital financiero; con una política reaccionaria con respecto a los derechos de las mujeres y de la diversidad sexual, así como una posición contraria a las vacunas del Covid-19 y la denuncia de una “Plandemia” basada en teorías conspiranóicas.

En todo este combo de denuncias de Salle contra la corrupción y la “Agenda 2030”, desde la CTS y La Izquierda Diario sostenemos que existe una agenda de los capitalistas, basada en redoblar la explotación y la opresión contra la clase trabajadora y los sectores populares, con guerras y masacres en el mundo, a la que debemos oponerle una agenda de lxs trabajadorxs, las mujeres y la juventud. El problema de la entrega nacional no se resolverá en los marcos de un capitalismo “soberano”, sino de la mano de la ruptura con el capitalismo, algo que Salle obvia por completo.

Votamos en blanco, votamos la papeleta blanca del SI a la reforma de la seguridad social, y rechazamos el plebiscito por los allanamientos nocturnos

En este marco electoral desde la CTS llamamos a votar en blanco en las elecciones nacionales y votar la papeleta blanca del SI en el plebiscito de la seguridad social.

La campaña por el plebiscito ha permitido desarrollar los argumentos de la izquierda contra el injusto sistema de las AFAP’s que se agrava con la ley aprobada en 2023. El actual sistema busca condenarnos a trabajar hasta morir, y, en el mejor de los casos, vivir con una jubilación miserable. Por este motivo creemos crucial lograr una gran votación para la papeleta blanca, para colocar en la constitución volver a la edad mínima de retiro a los 60 años, nivelar las jubilaciones mínimas con el salario mínimo nacional, y terminar de una vez por todas con el gran negocio del capital financiero con el ahorro de cientos de miles de trabajadores y trabajadoras, que significan las AFAP’s.

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En lo que respecta a la habilitación de los allanamientos nocturnos, creemos que no es una solución para los problemas de violencia y el narcotráfico. Este plebiscito se centra en el microtráfico en los barrios populares, haciendo la vista gorda a los verdaderos narcos que mueven toneladas de droga y utilizan el sistema bancario para lavar activos. Ese es el narcotráfico que hay que combatir y al que la justicia y el sistema político evitan referirse, porque entre otras cuestiones, financia a partidos políticos que sistemáticamente se niegan a votar una Ley de Financiamiento de los Partidos Políticos. Otro punto por el que estamos en desacuerdo con la habilitación del allanamiento nocturno es porque ataca una conquista democrática básica como la inviolabilidad del hogar. Dejar en manos de la discreción del sistema de justicia y de las fuerzas represivas esta prerrogativa, nos parece por demás peligroso para nuestras libertades más elementales.

Ninguno de los candidatos de los partidos del régimen dará respuestas a las genuinas demandas populares, somos las y los trabajadores quienes nos tenemos que organizar en los lugares de trabajo y estudio y en los barrios para las luchas que se vienen.

Se hace más necesario que nunca construir una alternativa política anticapitalista, obrera y socialista que luche por terminar con este régimen social, que mientras destruye el planeta explota y lleva a la miseria a la mayoría de la población.

Son las y los trabajadores, con independencia política de cualquier proyecto capitalista, los que pueden dar una salida progresiva a la crisis.

Durante esta campaña desde la CTS (junto a Pan y Rosas y desde La Izquierda Diario) hemos participado activamente en distintas actividades de apoyo al plebiscito por el SI a la reforma de la seguridad social y seguiremos militando en la perspectiva de poner de pie un gran partido de la clase trabajadora que luche por terminar con la explotación capitalista.


[1el concepto de mal menor es uno de los más relativos. Enfrentados a un peligro mayor que el que antes era mayor, hay siempre un mal que es todavía menor, aunque sea mayor que el que antes era menor. Todo mal mayor se hace menor en relación con otro que es aún mayor, y así hasta el infinito. No se trata, pues, de otra cosa que de la forma que asume el proceso de adaptación a un movimiento regresivo, cuya evolución está dirigida por una fuerza eficiente, mientras que la fuerza antitética está resuelta a capitular progresivamente, a trechos cortos, y no de golpe, lo que contribuiría, por efecto psicológico condensado, a dar a luz a una fuerza contracorriente activa o, si ésta ya existiese, a reforzarla.”Antonio Gramsci. Cuadernos de la Cárcel, 16 (XXII). "El mal menor o el menos peor." Ediciones Era, tomo V, página 294.