ACOSO SEXUAL Y VIOLENCIA MACHISTA. Fuertes acusaciones de acoso sexual pesan sobre el candidato a alcalde de La Paz Iván Arias

Ivonne Salazar trabajaba en el área administrativa del ministerio de Obras Públicas en la gestión de Arias, fue la primera en formalizar una denuncia por acoso sexual en contra de Iván Arias quien, según su testimonio, la habría besado sin su consentimiento en un ascensor, como pudo ser observado en un video difundido en las redes sociales.

A esta denuncia se suma también la de la periodista y activista Marcela Martínez (madre también, recordemos, de Zarlet Clavijo, la joven que desapareció hace 8 años atrás), quien declaró que Iván Arias le había hecho comentarios lascivos en un acto público. Así mismo, en recientes días, Martínez también formalizó una denuncia contra Arias por violencia política, ya que, según sus declaraciones, Arias habría instruido a sus seguidores iniciarle una guerra política a través de redes sociales a raíz de sus declaraciones, donde aducen que sus acciones responden a un interés político y desestiman su testimonio de acoso.

Mientras los seguidores y defensores de Arias, así como todos los opositores al MAS saltan a desestimar estos testimonios directamente calificándolos como una “jugada política”, atacando y revictimizando a las denunciantes, algunas y algunos “progres” de este círculo golpista, se visten con la polera “morada” cada 8 de marzo fingiendo que les interesan realmente los derechos de las mujeres, o directamente se acuerdan de su compromiso “feminista” cuando las denuncias pesan sobre su enemigo político.

Desde el gobierno, de la misma manera, no solo que no hay interés por aclarar estos y otros hechos, sino que como vimos en la campaña para las subnacionales, candidatos del MAS como Jhonny Vedia, que postula para la gobernación de Oruro, llevan adelante campañas misóginas que alientan la cosificación de las mujeres. Esto sin mencionar el silencio y encubrimiento respecto a las denuncias de acoso y violencia machista que pesan sobre grandes figuras del MAS.

Las mismas diputadas que ahora exigen una investigación formal de este caso, son las que no han dudado en hacer la vista gorda ante, por ejemplo, los comentarios misóginos de Morales en su presidencia. Así también, callan en mil idiomas los recurrentes casos de acoso y violencia política contra las mujeres en el ejercicio de cargos públicos que va desde los niveles locales hasta el Estado central. Parece que la vida de las mujeres y niñas solo importa cuando se puede sacar un rédito político de ellas.

Lo más preocupante de este caso, es que una persona como Arias, quien además de ser acusado por acoso sexual, fue uno de los actores principales del gobierno de facto y cómplice directo del golpe y de las masacres, tenga una clara oportunidad de ser electo alcalde de la ciudad de La Paz. Esto no sería posible, evidentemente, sin el rol nefasto que ha jugado el MAS pactando una y otra vez con los golpistas hasta el día de hoy, permitiendo que gente como Arias, Camacho, Áñez y Manfred Reyes Villa sigan disputándose puestos políticos con total impunidad.

Este 8 de marzo, desde la independencia política, las mujeres, activistas independientes así como organizaciones y colectivos feministas, saldremos un año más a manifestarnos en contra de toda la violencia machista perpetuada desde y por el Estado capitalista y patriarcal, hoy representado por el MAS, pero con el rol protagónico también de la derecha más rancia en los niveles subnacionales. Basta de socapar políticos machistas, corruptos y acosadores, sean del color que sean.

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