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Red Internacional
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Boletín N°1. 8M en la UTA: Con la mujer trabajadora al frente, contra la hipocresía de las autoridades y el gobierno

Compartimos el 1er Boletín de Funcionari@s de la universidad de Tarapacá(UTA). Quienes escribimos en este boletín, buscamos abordar lo que son las condiciones laborales en las cuales trabajamos y de fondo, abordar el problema mas profundo de la crisis en la educación publica, esto en el marco del 8 de marzo, día de la mujer.

Viernes 10 de marzo de 2023

Somos un grupo de funcionari@s de la UTA, que nos reunimos y compartimos un profundo descontento ya que vemos que mientras el costo de la vida sube nuestras condiciones de trabajo se ven estancadas y prima la inestabilidad laboral. Creemos firmemente que no nos podemos resignar a la miseria de lo posible. A las y los trabajadores históricamente nunca nadie nos ha regalado nada, cada derecho lo hemos conquistado, por lo que confiamos en nuestras propias fuerzas.

Estamos en contra del autoritarismo que rige a la universidad. Pensamos que las decisiones deben ser tomadas triestamestalmente de forma democrática, en esa línea buscamos conquistar el cogobierno triestamental y reivindicamos la lucha por una educación gratuita y de calidad, para que deje de ser un negocio que funciona a costa de trabajadores y estudiantes.

Mientras la crisis económica golpea nuestras vidas y la de nuestras familias, creemos que no hay que conformarse con las migajas que las autoridades y el Gobierno nos ofrecen. No nos resignamos, por eso nos organizamos.

Dejamos abierto el espacio para quienes se quieran sumar a escribir y ser parte de este boletín, con sus propios artículos y/o denuncias. +569 59229021


8 de Marzo en la UTA: Con la mujer trabajadora al frente, contra la hipocresía de las autoridades y el Gobierno

Un nuevo día internacional de la mujer en la universidad, el que se da en medio de una crisis económica y donde los sueldos se los come la inflación, donde una vez más recae en los hombros de las y los trabajadores, sobre todo las mujeres quienes debemos cumplir con extenuantes horarios laborales, las labores del hogar y el cuidado los hijos. Somos nosotras quienes ven aún más precarizadas sus vidas y la de nuestras familias. Tanto la pandemia como la crisis económica han afectado principalmente a las mujeres, que en Chile más del 70% son jefas de hogar y están sometidas a doble o incluso triple explotación entre trabajos precarios, una brecha salarial cada vez más grande con los varones, y el trabajo doméstico el cual no es reconocido ni remunerado.

Pero la precarización y condiciones laborales que vivimos día a día tiene responsables, en la UTA Emilio Rodríguez se negó el reajuste del 12%, ofreciéndonos sólo migajas. Mientras las autoridades continúan ganando sueldos millonarios, una realidad totalmente alejada de la que vivimos los funcionarios de la institución, quienes debemos ajustarnos el cinturón para llegar a fin de mes.

Este 8 de marzo, las autoridades desde la Dirección de Equidad y Género, le entregarán un reconocimiento a una mujer por estamento, pero no basta con reconocimientos, mientras siguen precarizando nuestras vidas, porque la precarización también es una forma de violencia. La inestabilidad laboral (con la mayoría de los funcionarios a contrata) genera un gran estrés al no saber si seguiremos trabajando al final de cada año. De la misma forma sostienen el autoritarismo, donde sólo unos pocos deciden por la mayoría a puerta cerrada.

Actualmente existe un protocolo contra el acoso y la violencia de género el que es totalmente ineficiente e insuficiente, partiendo desde el hecho que es el rector quién decide si una denuncia es viable.

Las universidades del Estado, hace años vienen de una crisis que pareciera ser sin retorno, el problema de fondo es el funcionamiento de la educación de mercado, al cual el gobierno se ha sumado. Sin terminar de beneficiar a los empresarios de la educación, manteniendo este derecho en condiciones precarias. De esta forma somos funcionarias, funcionarios y estudiantes los perjudicados, porque se siguen llenando los bolsillos a costa nuestra y a costa los estudiantes y sus familias, quienes deben costear altos aranceles. Mientras en paralelo el gobierno le entrega recursos a instituciones como Carabineros. Es esencial que esos recursos públicos puedan utilizarse en mejorar la calidad de la educación, salud y vivienda pública, y la condición precaria de los funcionarios públicos.

En medio de todo este escenario es importante que como mujeres trabajadoras abramos mayor cuestionamientos y nos organicemos en contra de las condiciones a las que nos arrojan las autoridades de la universidad que se niegan a reajustar los sueldos y a la vez el Gobierno que viene administrando la crisis a favor de los grandes empresarios.

No nos resignamos a vivir en la medida de lo posible y que carguen sobre nuestros hombros y la de nuestras familias la crisis económica, por eso alzamos la voz. Porque la única manera de cambiar las cosas de raíz es por la vía de la organización y la lucha. No podemos esperar que los cambios vengan de la mano de este gobierno, que ya vimos que no está dispuesto a cambiar nada y menos vendrán de un nuevo pacto constitucional que es directamente fraudulento.

Es necesario avanzar con esa organización en perspectiva de conquistar todas nuestras demandas. Es necesario hoy como trabajadores nos planteemos en defensa de la educación pública, en unidad con los estudiantes, tomando en nuestras manos la lucha por la educación gratuita, laica y no sexista.

Es fundamental que la comunidad universitaria con las trabajadoras al frente, levantemos, a través de asambleas triestamentales, las banderas del paso a planta de todas y todos los trabajadores para enfrentar la precarización laboral; la votación universal y unitaria en las elecciones para las autoridades para enfrentar el autoritarismo universitario y el financiamiento integral de las universidades estatales, para enfrentar la crisis financiera que hoy atraviesan universidades, que las autoridades quieren descargar sobre los hombros de las y los trabajadores y estudiantes.