Se publicó este lunes en el Diario Oficial de la Federación el salario mínimo de 2017 en $80.04. Entra en vigor a partir del primero de enero. Con el alza de precios que provocará el gasolinazo, será lo mismo que nada.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Lunes 19 de diciembre de 2016
Mientras el gobierno de Peña Nieto se ufana por el aumento de siete pesos al salario mínimo, éste en realidad quedó por debajo de la “línea de bienestar mínimo” –que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social estableció en 91 pesos diarios por persona e incluye la canasta alimentaria, integrada por carnes, lácteos, leguminosas, frutas y verduras– y la no alimentaria –compuesta por gastos que van desde el transporte, cuidados personales, educación, vestido y vivienda, hasta esparcimiento.
Cabe destacar también que en los últimos 40 años, el salario mínimo ha perdido 70% de su valor. Siempre la economía familiar de la clase trabajadora y los sectores populares ha sido la varible de ajuste.
Ahora, el escenario se enturbia más: según señalan especialistas, el aumento de precios que vendrá de la mano del liberalización del precio de las gasolinas neutralizará el incremento salarial.
A su vez, se espera gran volatilidad en el mercado cambiario antes de la asunción de Donald Trump como presidente de Estados Unidos el próximo 20 de enero. Las consecuencias ene el terreno económico serán una mayor depreciación del peso mexicano y el encarecimiento de las importaciones.
Esto último es la excusa para las empresas para declarar que suben los costos, y en definitiva, se reflejará en el alza de los precios finales al consumidor.
En este contexto, el aumento a la tasa de referencia anunciada por el Banco de México el jueves 15 –a 5.75%– incrementará el precio del dinero, los créditos a tasa variable y, en general, el financiamiento para empresas y personas.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, de la población ocupada hasta el tercer trimestre de 2016, el 15.1% –7.8 millones de personas– percibe solamente un salario mínimo; mientras que 13.6 millones obtienen de dos a tres salarios y constituyen la mayor parte de la población ocupada (26.2%). Sólo 12.8% gana entre tres y cinco salarios, y 6.1% de quienes laboran perciben cinco salarios.
En este año 2016, se sumaron 970,068 hombres y mujeres a las filas de quienes ganan sólo un salario mínimo y tienen las condiciones laborales más degradadas.
Es esto lo que configura a México como el país con los salarios más bajos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE): un trabajador percibe 0.6 dólares por hora en promedio; mientras que en Chile ganan 2.3 dólares, en Estonia, República Checa y Hungría el salario es de 2.5 dólares.
Sergio Méndez Moissen, excandidato a la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México por la Plataforma Anticapitalista, impulsada por el Movimiento de los Trabajadores Socialistas (MTS) declaró: “Es indignante que los políticos que gobiernan al servicio de los empresarios impongan este salario mínimo miserable mientras los altos funcionarios cobran millones por entregar al país. Sólo la unidad de la clase trabajadora de los distintos sectores –y hoy dividida entre trabajadores de nómina, temporales, por honorarios, subcontratados, y también por género- puede imponer con la lucha en las calles un salario equivalente al costo de la canasta básica y ajustable por inflación para todas y todos. Es uno de los grandes desafíos de los sindicatos que se reivindican opositores, como la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y la Unión Nacional de Trabajadores”.