De camino a la Convención, con lo planteado desde la “Vocería de los pueblos”, son diversos sectores de los partidos de los 30 años alineados a defender el Acuerdo por la paz. Desde la “oposición”, Jackson de Revolución Democrática acusa de “autoboicot” la carta de los constituyentes y, nuevamente, sale en defensa de la moderación y las trampas del proceso, como fue su línea el 15 de noviembre.
Domingo 13 de junio de 2021
Durante la última semana, el revuelo en el debate respecto a la Convención y la posición que tomaron 34 constituyentes correspondientes a la Lista del Pueblo, se viene dando un cuestionamiento contra sus exigencias que en particular desconocen los poderes y reglamentos del Acuerdo por la Paz.
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“...hacer efectiva la soberanía popular de la constituyente, expresada tanto en el reglamento como en las normativas que debe darse, sin subordinarnos a un Acuerdo por la Paz que nunca suscribieron los pueblos”, fueron algunos de los términos con que afirman su ubicación; o la libertad de lxs presxs políticxs como garantía democrática del proceso constituyente son principios que chocan con los principales poderes fácticos del régimen y los pactos entre la derecha y la ex Concertación.
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Revolución Democrática ha mantenido una línea traidora contra el pueblo, votando entre algunas leyes como la antibarricadas, ha propuesto un aumento policial en poblaciones en sus medidas de seguridad y, por último fue parte del Acuerdo por la Paz y Nueva Constitución, discutida en cuatro paredes junto al Gobierno y siendo un desvío a la rebelión para renunciar a la vía parlamentaria.
Según las declaraciones del diputado Giorgio Jackson, la ubicación de la Vocería de los pueblos significa “ponerse una camisa de fuerza y entregar el poder a personas que quieren que este proceso no vaya bien”, siendo contradictorio con el hecho que el propio Acuerdo por la Paz que RD firmó fue determinante, definiendo todas las trabas y pretende manejar el proceso constituyente bajo sus propios términos.
Desde el Partido de Trabajadores Revolucionarios acompañamos la declaración de las y los compañeros constituyentes, insistiendo en la necesidad de articular estas demandas con sectores populares, en trabajos y sindicatos, universidades, para organizar y coordinar una fuerza que sea capaz de desconocer los acuerdos, negar todo pacto de los partidos de los 30 años e imponer total soberanía sobre los poderes institucionales, como la Corte Suprema y el propio Gobierno.
