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El Círculo Rojo. Gran Hermano. ¿Qué ves cuando me ves?

Quién mira y quién juega en Gran Hermano. Nuevos y viejos debates sobre la televisión. Columna de Cultura en El Círculo Rojo, programa de La Izquierda Diario los jueves de 22 a 24 por Radio Con Vos FM 89.9.

Celeste Murillo

Celeste Murillo @rompe_teclas

Viernes 21 de octubre de 2022 01:22

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· Empezó Gran Hermano con la conducción de Santiago Del Moro. Veinte años después de su primera emisión, la casa de Gran Hermano tiene 2.200 metros, 65 cámaras y 87 micrófonos. Se puede ver durante las 24 horas en Pluto TV (plataforma de acceso gratuito del gigante Paramount, que transmite contenidos de varios canales de televisión abierta como Telefé).

· Se presentaron los 18 participantes. La mayoría dijo que “voy a ser yo mismo”, pero ¿alguien es uno mismo en la televisión? ¿Los reality shows son televisión verdad o son otra forma de producción cultural?

· Los reality shows subrayan que no hay actores/actrices ni historias prearmadas, pero suelen trabajar con equipos muy grandes de guionistas, editores y editoras.

· Nadie ve 24 horas de cámaras, lo más visto son las nominaciones y la selección de material editado. La televisión siempre está contando una historia. Alguien elige y toma decisiones. Qué vemos, qué escuchamos, incluso qué música suena (cuando aparece Thiago suena Dance Trip de Trueno, cuando las chicas se bañan en malla suena reggaeton ).

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¿Quiénes juegan?

· Los participantes. Se presentaron miles de personas al casting, eligieron 18 personas. ¿Cualquier persona? Sí y no. La selección es lo suficientemente amplia como para generar interés en un rango amplio de gente, pero seleccionada para que la combinación sea efectiva. Para evitar el aburrimiento son necesarios contrastes y tensión.

· Una de las cosas que más se comentó es si la selección es diversa o no. La primera pregunta que aparece es ¿por qué esperaríamos diversidad en una producción televisiva mainstream o qué tipo de diversidad esperamos? Gran Hermano tiene la misma “diversidad” que la mayoría de las producciones del prime time: gente joven, en el rango de lo que se considera “linda” (joven, cuerpos hegemónicos) y de clase media.

· Las personas “diferentes” están construidas desde un punto de vista específico y en base a estereotipos. Cuando alguien es presentado como “el otro” suele estar reducido a una característica que es esencializada: Thiago es “el pibe de un barrio pobre”, Alfa es “el viejo” o María Laura es “la lesbiana”.

· En la edición Argentina de 2022 juegan un papel importante las opiniones sobre debates sociales y políticos. Está la grieta (hay una exdiputada del Frente de Todos), hay diferencias sociales, está presente la sexualidad (no solo con respecto a las identidades, también están las opiniones, una participante en su presentación dijo “me da asco la bisexualidad, es rari”, una participante contó que está en una pareja abierta). También aparece el lugar de los discursos de los llamados libertarios o liberales, en boca de Alfa, y qué lugar tienen en los medios. Todos son temas de conversación en nuestra sociedad hoy.

· Antes de que empiece el juego, el público ya empezaba a elegir sus favoritos. ¿Por qué? Porque casi todas y todos los participantes representan arquetipos, juegan los prejuicios y el morbo. Los participantes juegan su juego pero el público juega otro.

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El público

· El público es el gran jugador (en Gran Hermano vota el público).

· Hay dos grandes temas de conversación: quienes están en la casa y el producto en sí mismo.

· En estos temas no es fácil saber las opiniones de las personas, en general. Opina “la gente”, que es una combinación de personas, medios de comunicación y redes sociales.

· Las redes sociales mostraron desde el primer día su rol clave: la empatía con Thiago, el repudio a los posteos de Alfa (sus fotos con Menem, sus opiniones sobre los años ‘70), la abstención de la exdiputada Romina Uhrig en la votación del derecho al abroto legal, el miércoles 19 se realizó un besazo en la puerta de Telefé contra el biodio, por las declaraciones de una participante contra la bisexualidad).

El producto

· Los debates alrededor de Gran Hermano y, en general, sobre los productos de la televisión masiva incluye varias visiones y críticas. Una que circuló mucho estos días es “los medios nos idiotizan o nos distraen con sus contenidos” o “¿cómo puede ser que la gente mire esto, qué degrada está la sociedad?”.

· Aunque parezca una obviedad, los medios de comunicación no dominan a la sociedad (y la sociedad o “la gente” no es un bloque homogéneo, ni es tonta). Si la comunicación fuera tan efectiva, todo se reduciría a pensar un mensaje claro y emitirlo.

· Cualquier producción cultural tiene mensajes. Pero hace varias décadas que existen indagaciones sobre los mensajes y lo que pasa con el público. Hay teóricos como Stuart Hall, referente de los estudios culturales, que reconocen la existencia de mensajes codificados, pero que no todas las personas lo decodifican o lo piensan de la misma forma, el impacto no es uniforme.

· Un ejemplo que puede servir para pensar esto es el debate que desató el comentario de Alfa sobre el presidente Alberto Fernández. Un usuario de redes sociales captó la conversación (registrada por las cámaras que filman durante 24 horas) donde decía que conocía al presidente y que "es un coimero". Más allá del mensaje que busque cada medio que levanta la noticia y la respuesta que decidió dar la vocera de Presidencia, el impacto es diverso.

· Si los mensajes fueran decodificados exactamente como quieren los medios de comunicación viviríamos en un mundo de tierra arrasada, sin subjetividad, y nadie debatiría nada. Mientras se emite Gran Hermano o cualquier reality, la sociedad sigue en movimiento, sigue habiendo debates y problemas.

· No hay grandes diferencias entre ver un reality show, una serie o una telenovela. Son producciones culturales que circulan en un mercado que se mueve al ritmo de los negocios. Si no hay más variedad no es porque no haya interés. Lo sabemos por todo lo que circula fuera del “mercado formal”.

· Podemos hacer muchas críticas a la televisión y es interesante que siga habiendo conversaciones alrededor de sus producciones porque sigue siendo el medio más masivo, que se enciende en lugares muy diferentes.

· Quizás la discusión más interesante no es si hay que cambiar de canal, sino pensar qué pasaría si las opciones no estuvieran reducidas las opciones de de negocio de una industria cada vez más voraz.


Celeste Murillo

Columnista de cultura y géneros en el programa de radio El Círculo Rojo.

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