Este viernes en la plaza Vélez Sársfield se realizó un festival organizado por trabajadores y trabajadoras de distintos organismos nacionales de Ciencia y Técnica.
Sábado 3 de marzo de 2018
El “Festival por la unidad de los pueblos en lucha” fue organizado por la Asamblea de Trabajadores y Trabajadoras de Ciencia y Técnica de Córdoba, conformada por miembros del CONICET, INTA, INTI, UNC, Senasa y Subsecretaría de Agricultura Familiar. También se sumaron organizaciones como la CTEP, el Movimiento de Trabajadores Excluidos y diferentes productores familiares y cooperativas, que llevaron verduras y otros productos agroecológicos para vender a precio de costo a modo de apoyo.
La organización del festival contó con la participación de la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos y con los aportes de los gremios ATE, APINTA, SURRBaC, ADIUC, de la COOPI y de la legisladora Laura Vilches (PTS-FIT), quien además se acercó a manifestar su apoyo.
La Izquierda Diario dialogó con Leandro, uno de los despedidos del INTI, sobre la situación en dicho organismo.
“Hace más de un mes fuimos despedidos 258 trabajadores del INTI en todo el país, en Córdoba fuimos cesanteados diez de 106 trabajadores. En nuestro caso somos un equipo de cinco compañeros que estamos en Cruz del Eje, una unidad de extensión del INTI para todo el noroeste de Córdoba. Fuimos despedidos tres, o sea que la unidad queda inviable para atender todo lo que veníamos haciendo. En Bell Ville se despidió al único compañero del INTI que estaba allí.
Con los despidos producen un retiro del INTI de las economías regionales y la asistencia técnica a las economías populares. También hay muchos compañeros despedidos en áreas de metrología y control de calidad. Quieren ir hacia la privatización del INTI, con lo cual las empresas estarían en los dos lados del mostrador, como juez y parte.
Aunque tenemos un gran apoyo por parte de la sociedad, las autoridades no dan ninguna respuesta, así que seguimos sosteniendo el acampe frente a la sede del INTI en Buenos Aires. También hemos judicializado el conflicto, ya que quienes fuimos despedidos estábamos bajo contrato por la Ley de Contratos de Trabajo (como el 60 % del INTI) pero aún así no nos pueden despedir sin causa como hicieron”.
Lucio, uno de los trabajadores del CONICET que fue afectado por el recorte en este organismo, describió lo que ha sucedido en el organismo de investigación durante los dos últimos años.
“En el 2016, de 900 recomendados para entrar al CONICET sólo ingresaron la mitad. Posteriormente se llegó a un acuerdo en el que los afectados serían incorporados a otros organismos de Ciencia y Técnica de la Nación. Durante todo el año pasado dieron vueltas con ese acuerdo y al final dijeron que nos incorporarían a las universidades a partir de enero de este año. Pero hasta ahora, sólo un 15 % de las universidades abonaron los sueldos de enero y febrero.
Cuando se da a conocer el resultado del ingreso al CONICET del 2017, resulta que de nuevo se quedan afuera más de la mitad de los investigadores. A estos nuevos afectados directamente se les negó la posibilidad de ingresar al menos a las universidades. Por otro lado, el año pasado hubo un cambio en el plan estratégico del CONICET, que prioriza investigaciones en temas como agroindustria o farmacéutica por sobre las ciencias sociales.
Hay otra cuestión sobre el acuerdo con las universidades. No se puede pensar que una persona que se formó durante años para ser investigador de repente tenga que dar clases, un 80 % nunca ha estado frente a un aula. Que esté el dinero para pagarnos como docentes pero no para que investiguemos es una clara señal de hacia dónde va este gobierno. Y hay también una situación muy delicada porque hay docentes que no ven con buenos ojos que venga un investigador a dar clases en su cátedra. Esto provoca que muchos de los afectados estén pensando en irse o en hacer otra cosa, lo cual quiere decir que perdieron los 7 o 15 años que le dedicaron a su investigación”.
Durante el festival se leyó un comunicado donde se describió la situación que atraviesan los trabajadores de la ciencia y técnica. Allí se afirma que “asistimos a una espiral de despidos que buscan generar miedo y disciplinarnos como sociedad. Lo que quieren estos grandes generadores de desesperanza es un país sin organización. Y sin organización es muy fácil que nos pasen por encima”.
Desde la Asamblea consideran además que “la Universidad Nacional de Córdoba representa el laboratorio del Gobierno, implementando una reforma académica ideada por el rector Juri para poner a las Universidades Nacionales al servicio directo de las empresas y multinacionales. Pretenden transformar a la educación superior gratuita y libre en una simple fábrica de títulos habilitantes, con planes de estudio ideados por empresas, carreras cortas, y cursos de posgrado pagos. Queremos una Universidad comprometida con la sociedad y el pueblo Argentino y no con las multinacionales”.
Por último, convocaron a los y las asistentes a seguir organizados para proteger el trabajo, la ciencia y la educación, pero también para el paro internacional de mujeres del 8 de marzo, “exigiendo a las centrales sindicales que lo acompañen activamente”.