De manera criminal; armados con petardos, cuchillos, machetes, bazocas caseras y bombas molotov, el grupo parapolicial, la Resistencia Juvenil Cochala (RJC), arremetió contra la vida de manifestantes y transeúntes en el punto de bloqueo instalado en el río Chijallawiri en el Km 10 de la avenida Blanco Galindo de Cochabamba. Denunciamos el cerco mediático y la brutalidad con la que operan estos grupos parapoliciales avalados por la policía.
Domingo 9 de agosto de 2020
Este domingo 9 de agosto, aproximadamente a las 14:00 horas, alrededor de unas 300 personas entre hombres y mujeres del grupo parapolicial Resistencia Juvenil Cochala, irrumpieron en motos, autos y camionetas policiales y atacaron de manera violenta el punto de bloqueo instalado en el río Chijallawiri en el Km 10 de la avenida Blanco Galindo, donde vecinos y organizaciones sociales realizaban un bloqueo pacífico en cumplimiento a la resolución de la Central Obrera Boliviana (COB) por la demanda de la realización de las elecciones para el 6 de septiembre y la renuncia de Jeanine Áñez.
De manera criminal armados con petardos, cuchillos, machetes, bazocas caseras y bombas molotov, la RJC arremetió contra la vida de los manifestantes y transeúntes que tuvieron que escapar por calles y terrenos baldíos ante tal cantidad de gente violenta, bajo la mirada cómplice de la policía que no hizo nada para defender a la población y que más bien se encontraba escoltando a este grupo criminal.
El saldo que se conoce hasta el momento: dos personas heridas; una golpeada en el piso y la otra acuchillada. Esta última fue trasladada a un hospital. Hay que decir que en medio de esta situación se dieron intentos de saqueo de negocios y farmacias así como el robo de una moto a un transeúnte y la quema de una moto que le pertenecía a uno de los manifestantes por parte de la RJC.
La estrategia que usa este grupo parapolicial es la de trasladarse en caravana como "héroes" por las calles de la ciudad hasta los puntos de bloqueo, romper de manera violenta los mismos y después dejar el lugar expedito para que tome control la policía, no sin antes saquear y golpear a quién se atraviese en su camino. De esta manera intentan legitimarse como "protectores" de la población y hacer el trabajo sucio de la policía, la cual aparenta tomar el control de la situación, pero en realidad actúa en completa coordinación con la organización criminal RJC.
Por su lado, las y los manifestantes declaran que seguirán con el bloqueo hasta que la presidenta de facto Jeanine Áñez salga, y deje de enlutar a las familias bolivianas y se desarticulen los grupos fascistas como la Resistencia Juvenil Cochala.
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