Escandaloso y grave. Los trabajadores y trabajadoras de la pesquera Cabo Vírgenes recibieron cartas documento por parte del secretario de la seccional Rawson del STIA, intimándolos por "calumnias e injurias". La burocracia del lado de la patronal y no de los trabajadores reincoporados.
Lunes 14 de febrero de 2022 19:14
Seis de los veinte trabajadores y trabajadoras de Cabo Vírgenes que obtuvieron su reincorporación tras mes y medio de pelea, recibieron cartas documento del secretario de la seccional de su sindicato en Rawson, Fabián Molina, denunciándolos por "calumnias e injurias". Lejos de festejar el triunfo junto a los trabajadores, la burocracia de Molina busca criminalizar su pelea y avanzar judicialmente. Un verdadero escándalo pocas veces visto.
Mediante la amenaza de causas penales y civiles, Molina busca disciplinar a los trabajadores por comentarios que estos realizaron en redes sociales y los medios locales, en el transcurso de la lucha. Sus intervenciones fueron en realidad denuncias públicas justas de un avasallamiento que, por años, llevo adelante la patronal de Eduardo del Río. "No nos cumplen con la antigüedad", "Peleamos por la efectivización de nuestros compañeros", "peleamos por la continuidad laboral" es lo que expresaron en las distintas coberturas. También quedó en claro que "Molina no nos representa" y que lejos de hacerse presente en la pelea, ahora persigue y criminaliza. Los partidos políticos, organizaciones sociales, ambientales, de derechos humanos, sindicatos y quienes hemos acompañado esta lucha, debemos rechazar con fuerza.
Molina busca aleccionar a trabajadores que han demostrado que el camino para acabar con la precarización laboral que llevan adelante los empresarios (con la connivencia de las conducciones sindicales) es levantarse y pelear, buscando la unidad y la coordinación de los trabajadores.
Esto lo podemos ver en la experiencia que se desarrolló, una pelea ejemplar en un sector clave de la economía provincial: todo un turno de trabajadores retirándose de la planta al cumplir su horario trabajo para no realizar las horas extras (que no son obligatorias) a fin de visibilizar los años de atropellos de la patronal; tras los despidos desarrollaron el bloqueo al puerto de Rawson y el muelle propio de la empresa, en una clara muestra de decisión y fuerza; en lo que duraron las audiencias de la conciliación obligatoria lanzaron una importante campaña de solidaridad junto a trabajadores de otras plantas de la región que los apoyaron diciendo "no están solos" y también estrecharon lazos de unidad y coordinación con luchas en curso como la ambiental, con la cual confluyeron en las calles el pasado 4 de febrero. El triunfo categórico de esta lucha y las perspectivas que abrió el proceso se convirtió en claro ejemplo para el sector de la pesca y los trabajadores en general.
Desde el PTS en el FIT Unidad denunciamos estos ataques de Fabián Molina y la conducción del STIA. Llamamos a continuar rodeando de solidaridad y apoyo a los trabajadores y trabajadoras de Cabo Vírgenes tras su triunfo gritando ¡Basta de criminalización a los trabajadores y a la lucha!¡Basta de persecución! También llamamos a todas las organizaciones políticas, sociales, ambientales, de desocupados, derechos humanos, de mujeres y sindicatos a rodear con la más amplia solidaridad contra los ataques de la conducción del STIA al triunfo de los trabajadores y trabajadoras de Cabo Vírgenes.