Escandalosas son las cifras que se dieron a conocer en materia de Salud, donde se da cuenta que de 1.269 médicos contratados por hospitales a nivel nacional, el 47% no está dispuesto a aplicar la causal de violación para realizar lo que estipula la ley que permite la Interrupción Voluntaria del Embarazo (Ley IVE). Por riesgo materna la cifra baja al 18% (236) y por inviabilidad fetal al 26% (337).
Lunes 21 de marzo de 2022
Escandalosas son las cifras que se dieron a conocer en materia de Salud, donde se da cuenta que de 1.269 médicos contratados por hospitales a nivel nacional, el 47% no está dispuesto a aplicar la causal de violación para realizar lo que estipula la ley que permite la Interrupción Voluntaria del Embarazo (Ley IVE). Por riesgo materna la cifra baja al 18% (236) y por inviabilidad fetal al 26% (337).
A cuatro años d el debut de la ley, hay cinco centros de salud -de los 68 autorizados en el país- donde todos los obstetras contratados son objetores de conciencia para causal de violación: Pitrufquén, Talagante, Constitución, Cañete y Aysén.
En otros siete recintos asistenciales -Angol, Vallenar, San Camilo, San Fernando, Santa Cruz, Victoria y Cauquenes- cuentan con solo un doctor disponible para practicar abortos, lo que deja al recinto sin personal habilitado en caso de que este tome vacaciones, licencia médica o, sencillamente, no esté de turno.
Esta traba al aborto legal, seguro y gratuito, además reaparece en la reciente aprobación de los derechos sexuales y reproductivos en el pleno de la Convención Constitucional, como parte del fruto de la movilización y lucha del movimiento de mujeres y feminista.
Sin embargo, las conquistas arrancadas con lucha y movilización, hoy están dando sus primeros pasos en el terreno de una institucionalidad que mantiene profundos lazos con la iglesia, por lo que implica un choque directo con esos sectores de la derecha, y los sectores más conservadores, quienes fueron precisamente los impulsores de la objeción de conciencia en el 2017, y hoy quienes encabezan férreas campañas contra la aprobación de estos derechos sexuales y reproductivos, ¡quieren seguir decidiendo por las mujeres y los cuerpos gestantes!
Sin embargo, sabemos que la hipocresía de las clases privilegiadas no tiene limite, y en ellas se practican a diario los abortos en clínicas privadas, donde la objeción de conciencia se difumina ante la billetera de quienes si pueden acceder.
Hoy el movimiento de mujeres y feministas ha demostrado una fuerza imparable, una marea verde que quiere conquistarlo todo, donde la valentía y arrojo de las liceanas denunciando la violencia sexual que viven a diario, ha dado un impulso a recordar que cada conquista la hemos ganado luchando en las calles. Por eso es imperante que no descansemos simplemente en el poder institucional, ya que quien hace las leyes, hace la trampa, tal como lo vimos con las 3 causales que además de ser insuficientes a la totalidad de casos donde las mujeres buscan interrumpir su embarazo, dejó la puerta abierta la posibilidad de objeción de conciencia, algo de lo cual la Nueva Mayoría es responsable.
Hoy el Gobierno de Boric quiere vestirse de violeta, pero debemos sacar lecciones de como las demandas cuando son cooptadas por la institucionalidad, se cercenan y se adaptan a un Estado que de laico no tiene nada, por lo que debemos poner la confianza primeramente en nuestras fuerzas, en la lucha y la movilización.
La libertad por decidir por nuestros cuerpos es una demanda que debe unificar a quienes han sido las protagonistas de los grandes cambios a partir de las movilizaciones que se han dado, estudiantes, feministas, y todas las mujeres y cuerpos gestantes que también se unieron a las demandas de la rebelión, debemos impulsar fuertes movilizaciones y coordinaciones por nuestros derechos sexuales y reproductivos, por un aborto sin causales, que permita abortar en la salud publica, sin violencia obstétrica, es decir, con el mismo respeto, acompañamiento y contención, que requiere un embarazo.