Tras darse a conocer el proyecto de presupuesto para 2024, se supo que el sector salud es uno de los más afectados debido a su recorte.
Miércoles 13 de septiembre de 2023
Crédito Público, entregó el Paquete Económico 2024 a la Cámara de Diputados. En dicho proyecto se contempla una disminución en los recursos para el sector de salud pública, y esa “disminución” equivale al 55.8% menos que el ya magro presupuesto del 2023, año en curso.
Es decir, se habría destinado poco más de 219 mil 658 millones de pesos para el año fiscal 2023, pero, para el 2024 proponen recortar los recursos y otorgar únicamente 96 mil 990 millones de pesos. En total, de aprobarse tal como está, se quitarían 122 mil 668 millones de pesos al sector Salud, implicando una disminución de más del 55 por ciento para las actividades fiscales del próximo año.
Ante el malestar que ha ocasionado la noticia, autoridades como Zoé Robledo, Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador, desmienten esa reducción, afirmando que esos fondos serán destinados al programa de salud universal, pues se espera que el controversial IMSS-Bienestar reciba 129 mil millones de pesos. Mientras todos sabemos que la situación en salud se complica cada día frente a la crisis económica y las condiciones cada vez más precarias para la mayoría del país.
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Recordemos que el IMSS-Bienestar hace pocos meses para suplir al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), y tiene el objetivo de ofrecer atención médica a todos los no asegurados que, según datos que revela la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) que actualiza su información del Sistema Nacional de Encuestas de Salud, el 48.8% de la población no tiene seguridad social. Por ello, un sistema de salud sin profesionales suficientes y sin recursos será un gran problema que afectará a las grandes mayorías y en particular a los más pobres.
Si la situación se vuelve cada vez más compleja en este sector, donde ya padecemos las carencias en nuestro día a día para poder tener acceso a la salud de manera digna, entonces, ¿qué nos espera para el próximo año? Todo parece indicar que nos encontraremos en un panorama de crisis más agudo sino se da atención urgente a este problema y se aprueba la propuesta del presupuesto 2024 tal como ha llegado.
La realidad que se viene para el año entrante
Más recortes en salud llevarán a una situación aún más aguda de crisis, pues, aunque los recursos sean canalizados a través del programa IMSS- Bienestar no se logrará erradicar las carencias porque serán aún más insuficientes debido a la falta de financiamiento acorde.
No será posible sostener en la práctica lo que se dice en los discursos, pues para desplegar los ambiciosos programas que se prometen, y suenan muy bonitos, no se puede sacar el dinero del mismo deficitario presupuesto que ocasionó la necesidad de pensar este nuevo proyecto. Siempre que se piense en una solución al grave problema de Salud que arrastramos de años de saqueó, como mínimo, se debe pensar en nuevas partidas presupuestales para desarrollarlo, pero no en meter mano a las finanzas que ya mostraron que no alcanzan. O sea, no se puede desvestir un santo para vestir a otro.
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¿En dónde invierte el erario público la 4T?
El desmantelamiento en los sistemas de salud que recibió el actual gobierno, sabemos que se debió a políticas neoliberales que desde hace décadas fueron implementadas con cada gobierno en turno. Sin embargo, sabemos que la salud y educación, que son necesidades primordiales para la población, presentan más y más recortes cada año, y en contraparte los recursos destinados a las fuerzas armadas y la militarización del país aumentan escandalosamente.
Basta ver la propuesta de aumento al presupuesto para las fuerzas armadas, de más de 200 mil millones de pesos, lo que representa más del doble que el año en curso, es decir, que de aprobarse en las Cámaras del Congreso de la Unión tal como ha llegado, para el próximo año se prevé invertir ocho veces más en la creación de plazas en las Fuerzas Armadas que en el sector salud.
Por lo que hemos visto, otra prioridad del gobierno son los mega proyectos, y en este caso, en la propuesta de presupuesto se destinarían también mayores recursos, por ejemplo, se prevé una inversión para 2024 de 222 mil 668 millones de pesos para obras prioritarias de acuerdo al Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), siendo una de las principales el Tren Maya que, como sabemos, recorrerá toda la Península de Yucatán, uno de los más importantes centros turísticos de México.
¿Intereses contrapuestos?
Como podemos ver, parecería ser que estos son los intereses del gobierno y sus funcionarios en cuestiones de presupuesto y desarrollo, los que son muy distantes a los intereses y las necesidades en salud y educación pública que el pueblo mexicano necesita.
Ante esta situación, creemos que somos las y los trabajadores quienes debemos alzar la voz, ya que no existe una familia que no haya padecido los calvarios que implican que uno de nuestros seres queridos enferme gravemente, o padezca de enfermedades crónicas, o requieran acceso a especialidades, con demoras en la atención y los estudios de más de 6 meses, siendo que en todos estos casos son urgentes.
Por ello, es primordial la unidad de la clase trabajadora, que somos quienes requerimos este servicio básico y elemental para nuestras vidas, y que junto a las y los trabajadores del sector salud nos organicemos para exigir en las calles mayor presupuesto y para conquistar el derecho a la salud pública y de calidad que nos merecemos.