La UNT agrupa a decenas de organizaciones sindicales, como ASPA (Pilotos de Aviación), ASSA (Sobrecargos de Aviación), STRM (Telefonistas), STUNAM (Universitarios) y SUTNOTIMEX (trabajadores de la agencia de noticias del Estado), entre otras.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Jueves 10 de febrero de 2022
Como cada año, el pasado 31 de enero la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) se movilizó, aunque esta vez solo fue con contingentes “representativos” en un mitin afuera del Senado de la República.
En el mitin, la mayoría de los discursos fueron críticos de la política laboral del gobierno de la 4T, al considerar que no puede haber una verdadera transformación del país sin tomar en cuenta a los trabajadores.
Destacó la participación de Adriana Urrea, secretaria general del SUTNOTIMEX, quien tomó la palabra para exigir la resolución de la huelga que sostiene este sindicato desde hace casi dos años, llamando a la unidad de los trabajadores para lograr sus demandas.
Una comisión integrada por representantes de la presidencia colegiada de dicha central entre ellos Francisco Hernández Juárez, secretario general del STRM, junto a otros dirigentes sindicales, ingresaron al registro legislativo donde se entrevistaron con integrantes de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, encabezados por el senador morenista y líder del sindicato minero, Napoleón Gómez Urrutia.
Una vez ahí, tanto sindicalistas como legisladores manifestaron su preocupación por las violaciones a los derechos laborales y humanos de la clase trabajadora, aunque aseguraron que “ha habido avances” tras la aprobación de la reforma laboral promovida por el gobierno de la 4T.
Discurso vs realidad
Los dirigentes sindicales reivindicaron la “apertura” de los legisladores que los recibieron. Más aún, Humberto Gual, dirigente de ASPA, afirmó que esto demuestra que “en la actualidad existe voluntad política como nunca antes había ocurrido”, contradiciendo lo que varios denunciaban afuera en el mitin: la cerrazón del gobierno federal y su falta de voluntad para resolver las demandas de los trabajadores.
Cabría recordarle a Gual que muchas voluntades no demostraron los legisladores ni los funcionarios del gobierno federal para evitar los más de mil despidos de trabajadores en tierra de Aeroméxico, que impuso la patronal para sustituirlos por personal contratado por outsourcing, como parte del proceso de “reestructuración” de la empresa.
Con el pretexto del cual también se redujeron los salarios y prestaciones de pilotos y sobrecargos, por lo que estos recibieron acciones de la compañía que tuvieron que vender luego muy por debajo de su valor original. Todo con el aval de sus dirigentes sindicales, incluyendo los de ASPA y ASSA, pertenecientes a la UNT. Ya vimos hace algunos años lo mal que terminó para los trabajadores la “estrategia” conciliadora y nada combativa de estos dirigentes en el caso de Mexicana de Aviación.
Es la misma maniobra que quiere aplicarles Carlos Slim -a quien tanto reivindica AMLO- a los telefonistas, para modificar su régimen de jubilaciones y pensiones. Mientras que la dirigencia del STRM viene postergando una y otra vez el emplazamiento a huelga, como si se tratara de esperar a que se imponga el golpe contra los derechos y conquistas de sus bases.
En el caso de la UNAM, una de las instituciones donde la UNT tiene presencia a través del STUNAM, se sigue ofreciendo a los trabajadores administrativos y manuales, igual que a los académicos, aumentos salariales muy por debajo de la inflación, que en los hechos significan pérdidas salariales. Política que marca la pauta para otras instituciones del sector educativo, que ha sido aceptada sin chistar tanto por los charros de la AAPAUNAM, como por la dirigencia del STUNAM. Mientras que miles de profesores de asignatura, que no están sindicalizados, trabajan sin derechos laborales por salarios miserables.
Pero quizá el caso más escandaloso, que desmiente la valoración positiva del líder de los pilotos sobre la supuesta buena “voluntad política” que hay para con los trabajadores, es el de la huelga del SUTNOTIMEX, que está por cumplir dos años sin solución. Durante los cuales ha destacado la cerrazón y prepotencia de la directora de la agencia, Sanjuana Martínez, quien respaldada por el presidente de la república ha hecho hasta lo imposible por impedir que esta lucha triunfe, hostigando a las y los trabajadores, dejándolos expuestos a la pandemia durante meses, así como calumniando y criminalizando a la secretaria general del sindicato con la intención de liquidarlo. Sin que la UNT, más allá del apoyo legal a las y los huelguistas, haya convocado en estos dos años a sus bases a movilizarse ni una sola vez para rodear de solidaridad esta lucha.
¿Confianza en los senadores o en la fuerza de los trabajadores?
El dirigente del STRM, Francisco Hernández Juárez, destacó el “importante papel” del Senado “en la solución de problemas sindicales y sociales”, sin mencionar cuáles. El representante de ASPA fue más allá durante la reunión, afirmando que estaban “en el lugar y, sobre todo, ante los oídos adecuados. El poder patronal debe ver que no estamos solos, que el legislativo está con nosotros”, dijo el sindicalista.
Por lo pronto, ningunas respuestas concretas obtuvieron de los senadores las y los trabajadores en huelga del SUTNOTIMEX respecto a sus demandas, más allá del compromiso de aquellos de seguir teniendo reuniones mensuales con los dirigentes de la UNT. Por el contrario, Napoleón Gómez Urrutia, aunque prometió “atender” diversos conflictos laborales, insinuó que la falta de solución al de NOTIMEX se debe a la intransigencia de las y los huelguistas.
Habría que preguntar al senador si también opina que los mineros de Cananea, Taxco y Sombrerete, se mantienen en huelga desde el 2007 por su “intransigencia”. Sin que la dirección nacional del STMMSRM haya movilizado ni una sola vez las poderosas fuerzas del sindicato para respaldar a sus compañeros en lucha.
¿No será que habría que confiar menos en los representantes de los partidos patronales, díganse neoliberales o “progresistas”, o en las corruptas instituciones del régimen político, como el Senado, y confiar más en la fuerza de los trabajadores y en sus métodos de lucha, como los paros, las huelgas y las acciones callejeras, unitarias y masivas?
Lamentablemente, los dirigentes de la UNT, algunos de ellos con décadas al frente de sus organizaciones, se parecen más al millonario senador Gómez Urrutia, que a las y los trabajadores de base del SUTNOTIMEX o a los mineros que sostienen sus huelgas con múltiples sacrificios y penurias.
Son las trabajadoras y trabajadores de base quienes pueden darle una orientación combativa a sus organizaciones sindicales, discutiendo en sus asambleas cómo defender sus derechos y rodear de solidaridad activa las luchas en curso para que no queden aisladas y triunfen, imponiéndoles a sus dirigentes que convoquen a un verdadero plan de lucha unitario y que rompan la tregua que mantienen con el gobierno y las patronales.