El aplastamiento de Israel a los palestinos, la política del "buen vecino" (Biden se porta muy bien). Un poco de historia distorsionada, el zarandeo a la ONU, entre otras cosas y cómo no resolver la crisis en Chiapas.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Lunes 9 de octubre de 2023
López Obrador ocupó la primera parte de su espacio informativo para montar una ceremonia de “traspaso de poderes” en la Coordinadora nacional de Gobernadores (Conago) Salomón Jara, gobernador de Oaxaca hace entrega del cargo al gobernador yucateco, Mauricio Vila Dosal. También para que la Profeco resalte los grandes resultados de su programa y que los generales CEO’s (gerentes empresariales informaran sobre sus avances con la construcción del tren maya. Posteriormente se desarrollaron los siguientes temas.
De la guerra en Medio Oriente. “Estamos a favor de la paz”, “no se debe utilizar la violencia, como manda la Constitución” fueron las palabras de AMLO ante la pregunta sobre la guerra abierta que mantiene Israel contra el pueblo palestino. Un discurso en lo “políticamente correcto” sin tomar partido, cuestionando la efectividad de la ONU para pacificar pero planteando que se convoque una asamblea de todos los miembros y que solución no dependa sólo del Consejo de Seguridad que actúe diferente, eliminando el “derecho” a veto que tienen las principales potencias, “un procedimiento obsoleto”.
También informó del traslado, con un par de aviones, de mexicanos atorados por los recientes acontecimientos en territorio palestino.
Frontera Norte. AMLO cuestiona las medidas restrictivas que obstruyen el paso de mercancías a Texas. Se prepara una nota diplomática que pide el tránsito normal de las personas, obvio. No incluye en esto a las oleadas de migrantes, aunque sí culpabiliza al hostigamiento a ellos como una media politiquera de los republicanos de cara a las próximas elecciones. Le preocupa la afectación de los habitantes estadounidenses, pero no dice nada del derecho de las personas migrantes a buscar una oportunidad laboral al norte del río Bravo. Como consuelo dice que llamará a los mexicanos en EE.UU. a no votar por los republicanos antiinmigrantes.
También aprovechó el tema para comentar que en territorio estadounidense hay muchos ciudadanos de origen mexicano, de los que “se quedaron allá, cuando eran parte de México, como el general Ignacio Zaragoza nacido en Texas”, recalcando que fue “con el paso del tiempo” y "olvidándose" de atribuírselo a la invasión militar del ejército yanqui con que EE.UU. se adueñó de la mitad del territorio heredado de la Nueva España.
De gira Esta parte de la historia no la cuenta porque como dijo posteriormente “nos conviene” estar bien con EE.UU., mientras hablaba de la invitación de Biden a viajar a San Francisco a la Cumbre de las Américas. “Se ha portado muy bien el presidente Biden” dice ─a pesar de la opresión reflejada en el rechazo a los migrantes y el uso de México para repelerlos hasta con la fuerza policial-militar─ por eso no puede desairar a Biden, ni aunque esté presente la golpista peruana Dina Boluarte.
Pero para quedar bien con los excluidos de Biden, invita a un sector de presidentes latinoamericanos, de países que tienen más injerencia con la cuestión migratoria, a reunirse en Palenque para discutir el tema migratorio (aquí sí estarán presentes, Cuba, Venezuela, etc.). Para “tratar entre nosotros un acuerdo de buena vecindad contra la pobreza y por el bienestar”.
Lo que no dice es que la gran oleada migratoria es el resultado del vaciamiento de la economía de los pueblos del patio trasero latinoamericano cuya expoliación por décadas ha dejado a estos países en la miseria, sin capacidad de ofrecer a sus habitantes el derecho ultramínimo a ser explotados para intentar sobrevivir en el capitalismo decadente, y que el capital trasnacional estadunidense debe pagar por ello. Así, lo que procede, según AMLO, es discutir cómo administrar la subordinación al imperialismo yanqui, “generando empleos” y atacando las causas, ah pero eso sí, sin cuestionar a EE UU por la crisis que su dominación ha generado.
Dándole vuelta a la vuelta. Ante el desconsolador panorama de Chiapas ─con el avance de las bandas del narco─ expuesto por Ernesto Ledesma, del programa Momentum, AMLO se pone a hablar de la historia de los dedazos y acarreos "que viene desde la dictadura de Porfirio Díaz y que la revolución no pudo eliminar" para terminar en que se está atendiendo el problema por la Guardia Nacional, que están trabajando "pero sin usar la fuerza en contra de unos para favorecer a otros". Por eso "la Guardia Nacional no se mete" (a menos que sean inmigrantes desarmados, según nos dicen las noticias recurrentes que recibimos de la zona fronteriza del sureste). "Mejor hay que atacar a las causas" y otra vez pasó al carrusel discursivo de las promesas de mejoras de un futuro bastante incierto, mientras diversos pueblos están siendo desplazados.
Luego, a divagar un poco: "la ONU tiene que ser zarandeada" para ser convertida en una organización asistencial, de "que dé preferencia a las necesidades de los pobres". Pues habría que zarandearla con magnitudes tectónicas (ergo revoluciones sociales, para quienes ya no creemos en los "santos reyes") como para cambiarle el carácter de clase que le dio origen ─el acuerdo de las potencias vencedoras de la II Guerra Mundial para establecer un aparato que garantice su dominación de los pueblos del mundo inclusive con la intervención militar disfrazada con cascos azules─. Y ante la reiteración de la pregunta sobre la violencia en Chiapas y otros parajes: "atender las causas" y un nuevo rollo mareador. Así, en el mundo del revés, donde el discurso es lo único que ves.