Desde hace algunos días, les jóvenes de la agrupación anticapitalista Vencer han empezado a recolectar denuncias y testimonios anónimos de jóvenes que viven abusos laborales. Dicen que “los empresarios se han llenado los bolsillos mientras nos explotan y empobrecen aún más justificándose en la pandemia; que no pasen piola”. E invitan a no callar más, planteando la necesidad de un plan de emergencia financiado por el impuesto progresivo a las grandes fortunas y empresas estratégicas.
Jueves 15 de abril de 2021
Esta nueva ola de contagios y las medidas impulsadas por el gobierno de Piñera, han puesto nuevamente sobre la mesa el problema del trabajo precario. Las condiciones laborales y de vida han empeorado notoriamente. Desde el inicio de la pandemia hasta la fecha, la tasa de desocupación casi se ha duplicado, superando el 10% en trabajos formales y llegando a un 26% en trabajos informales. Hay aproximadamente 1 millón de empleos perdidos que aún no tienen recuperación. Generando a su vez nuevos trabajos informales e inestables, siendo 2 de cada 3 empleos, informales.
¡Haz tu denuncia!: Nuestras vidas valen más que sus ganancias
En este contexto, es que les jóvenes de la agrupación anticapitalista Vencer, han decidido dar a conocer a viva voz las condiciones en que, especialmente, les jóvenes viven la realidad laboral y cómo estas han empeorado desde la pandemia. Recordemos que han sido les jóvenes quienes más fueron afectados por la ley de protección/suspensión del empleo que impulsó Piñera el año pasado junto a partidos de la derecha y la oposición, siendo votada hasta por el Partido Comunista; y que tiene a cientos de jóvenes con reducción o no pago de sueldos, e incluso cesantes, hasta la fecha.
Suely Arancibia, dirigenta de la agrupación y candidata a constituyente por el distrito 10 comenta: “Si antes les jóvenes teníamos malos empleos, inestables y por poca plata, como comida rápida, garzonear, call center y delivery; hoy eso es aún peor, pues fuimos los primeros en ser descartables. Muchos quedaron sin sueldo ‘hasta nuevo aviso’, otros fueron directamente despedidos, a otros les bajaron el sueldo. Esa realidad la intentamos combinar con los estudios, donde muchos han tenido que dejar la U por buscarse dónde trabajar. Y con el riesgo a contagiarnos y contagiar a nuestras familias, para poder comer a fin de mes. A costa de nuestra salud física y mental.”
Por su parte, la riqueza de un puñado de empresarios, de las 8 familias más millonarias del país, se ha acrecentado. Así lo mostró la revista Forbes, que dio a conocer cómo los súper ricos de Chile aumentaron su fortuna un 73% durante la pandemia. Entre ellos se cuenta a familias como la de Luksic, Ponce Lerou, Paulman y, el mismísimo, Piñera.
A continuación dejamos algunas de las denuncias que ya han llegado. Para que ‘no pasen piola los abusos de los empresarios’. Súmate y ¡haz tu denuncia!
Por un plan de emergencia para que esta crisis no la paguen las y los trabajadores
Que sean los grandes empresarios quienes esta vez paguen la crisis, los mismos que se han enriquecido a costa de la pandemia. Hace falta un Plan de Emergencia financiado con un impuesto a las grandes fortunas y empresas, que parta por la prohibición inmediata de los despidos y suspensiones, asegurando el pago íntegro del salario y la derogación de la Ley de Protección al Empleo, y un Ingreso universal de emergencia para desempleados, trabajadores no esenciales, informales y dueñas de casa de $550.000.
Además, que permita la creación de comités de higiene y seguridad en cada lugar de trabajo para decidir la suspensión de labores no esenciales o la readecuación de estas. La unificación del sistema sanitario privado con el público, nacionalizando clínicas y laboratorios privados que lucran con la salud y la vida de las personas, para poner toda la infraestructura al servicio de combatir la pandemia, bajo control de sus trabajadores, las comunidades científicas y usuarios. Y la derogación de las leyes represivas, como el toque de queda, y libertad a los presos de la revuelta.
Para pelear por este programa, y avanzar en medidas de fondo para conquistar derechos como educación, salud, vivienda y pensiones, es necesario afectar las ganancias de los grandes empresarios, nacionalizando los recursos naturales, bajo gestión de sus propios trabajadores y comunidades, para que estén realmente al servicio de la mayoría. La CUT, dirigida por el Partido Comunista, debe impulsar un plan de lucha, discutido en asambleas de base y coordinaciones democráticas de los trabajadores y el pueblo, que permita preparar un paro nacional.
Les jóvenes son los más precarizados, pero también son una nueva fuerza que revitaliza a la clase trabajadora, esa que echa a andar todo. Esa juventud que ha iniciado revueltas a lo largo del mundo, hoy forma parte de los engranajes más importantes de la sociedad, en transporte, salud y servicios. Esa es la fuerza que puede pelear por cada una de esas demandas, y por una verdadera Asamblea Constituyente Libre y Soberana, sin los vetos de esta Convención, sin Piñera, y por sobre la caída del régimen de los 30 años.
Pero no solo eso, ahí radica también la fuerza para pelear por un mundo totalmente diferente, donde no exista explotación, miseria ni opresión, donde gobiernen las y los trabajadores. Por eso pelea Vencer.