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Red Internacional
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Actualidad. Hipotecados UVA: el Gobierno no renovará el decreto que congelaba las cuotas

Los créditos UVA aumentarán entre 6 y 9 puntos a partir de febrero. Si bien el Gobierno aplicó un plan para evitar subas abruptas en los montos, el sistema de indexación por inflación sigue intacto.

Miércoles 20 de enero de 2021 13:36

Estas últimas semanas Hipotecados UVA se movilizó y realizó campañas en la red social Twitter frente a la posibilidad de aumentos siderales en las cuotas de los créditos UVA. En el día de ayer hubo movilizaciones en Salta frente a la Legislatura Provincial y en Capital Federal se movilizaron quienes recibieron créditos UVA automotor y prendarios.

Los reclamos surgieron debido a la proximidad del 31 de enero, fecha en la cual vence el decreto que congelaba el monto de las cuotas desde marzo de 2020 e impedía las subas por inflación. Mara García, referente de Hipotecados UVA Salta se manifestó sobre la situación en diálogo con el diario El Tribuno: "Yo tengo un sueldo de casi $50 mil y si tengo que pagar $22 mil de crédito ¿con qué vivís? pero además estaría superando la cláusula que impide que la cuota supere el 35% de los ingresos. Ahora los que quedamos apretados son las familias y los bancos quedan ganando plata a montones”.

El aumento de las cuotas entre un 6% y 9%, será aplicado mediante un “plan de convergencia” de 18 meses que evitará un salto de hasta el 70 % en el monto de la cuota, de un mes a otro. La cuota real de lo que vale el UVA según el esquema original –política creada bajo el Gobierno de Macri- se pagará recién en julio de 2022.

Esto significa que las familias hipotecadas deberán devolver en 18 meses todo el dinero que estuvo congelado; es decir, los aumentos acumulados por inflación. Si bien la medida contempla un pago gradual –y evita un salto abrupto en el pago de las cuotas-, las familias hipotecadas tarde o temprano deberán hacer frente a las consecuencias de un sistema calificado como usurero.

Los créditos para vivienda única de hasta 120 mil uvas -80 % de los hipotecados- recibirán un aumento del 9 %. Para los créditos de más de 120 mil uvas, el incremento será de 6,8 %.

El Banco Central en conjunto con el Ministerio de Economía y el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, decidieron no prorrogar el decreto luego de realizar una caracterización económica de los deudores. Según datos de un informe del Gobierno publicados en Página 12, el 65 % pertenece al segmento laboral ABC1, el 30 $ compró dólares en los últimos 12 meses y el 85 % posee una cuota ingreso individual inferior al 35 por ciento.

Estos datos, fueron desmentidos en las redes sociales de Hipotecados UVA, a la vez que critican a un gobierno que investiga los ingresos de familias trabajadoras mientras deja intocables las ganancias siderales de los bancos:

Además, los datos afirman que las cuotas no llegan al 68 por ciento del precio de un alquiler nuevo de un departamento de 2 ambientes en la Ciudad. Esta comparación es una burla para quienes deben afrontar aumentos de hasta casi un 60 %.

Beneficios para unos, deudas para otros

La agrupación Hipotecados UVA denuncia que el funcionamiento del sistema UVA por indexación, genera un sobrendeudamiento en las familias. La indexación por inflación genera aumentos que están siempre por arriba del aumento de salarios. Por eso, proponen salir de la indexación por inflación y cambiarla por otra variable, como puede ser el salario. Establecer un tope como tiene la nueva fórmula Hogar de los Procrear, sería otra alternativa.

Para el caso de los inquilinos, el Gobierno baraja la posibilidad de prorrogar el congelamiento de los alquileres y la suspensión de los desalojos por falta de pago. Estas medidas paliativas permiten un respiro en el corto plazo, pero el problema se patea más adelante: tarde o temprano, las familias deberán afrontar los aumentos acumulados en las cuotas de los créditos UVA y en los alquileres.

Las consecuencias a la larga son claras: un mayor endeudamiento para las familias trabajadoras. En AMBA, más del 65% vio restringidos sus ingresos en la pandemia y tuvo que endeudarse. El 80% tomó deudas para pagar gastos cotidianos, el 61% para devolver préstamos anteriores y el 54% para pagar expensas, servicios e impuestos. Casi la mitad destina una proporción cada vez mayor de sus ingresos a pagar el alquiler.

Con estas medidas, los bancos y el mercado inmobiliario se benefician mientras las familias trabajadoras se endeudan cada vez más.