Pasillos casi desiertos, poca o nada de gente esperando a ser atendido y silencio en los ficheros del personal. Esto pasaba en el Hospital de pediatría Juan p. Garrahan. Establecimiento que cuenta con 4500 trabajadores y atiende cientos de niños al día. El acatamiento al paro fue aproximadamente del 60%, llegando al 80% en algunos sectores, en todos ellos las jefaturas tuvieron que salir a trabajar.
Miércoles 1ro de abril de 2015 11:23
Hasta el mediodía asistieron a médico orientador solo 71 pacientes, cuando en la semana dan más de 600 números para atención ambulatoria por día. En vacunatorio sólo se atendieron 3 niños. Laboratorio atendió 43 pacientes. Central de turnos prácticamente no funciono asistiendo sólo 2 administrativos.
En las empresas terciarizadas de limpieza, alimentación, limpieza y vigilancia donde los compañeros tienen salarios que rondan los $6.000 el acatamiento rondo entre el 60 y el 80%. En enfermería el paro fue contundente en algunas salas de internación llegando al 100 % trabajando centralmente los jefes y contratados sobre los que se ejerció una presión extra insinuando que de lo contrario se ponía en riesgo su fuente laboral. En neonatología y terapias se trabajo a reglamento y el acatamiento fue del 50%. En centro quirúrgico no hubo enfermeras. En radioterapia había un solo técnico, tuvieron que trabajar los médicos. En rayos adhirió un 50 % de los trabajadores.
Los consultorios atendieron, pero solo los turnos programados que no pudieron cambiar y casi sin personal administrativo y de enfermería. En el jardín tuvo que trabajar la vicedirectora. Los talleres de mantenimiento estaban cerrados a excepción de plomería. Hubo importante presencia de residentes médicos cuyo régimen y condiciones laborales dificulta su organización, definición de reclamos y por lo tanto adhesión a las medidas.
El descontento del conjunto de los trabajadores ya se hacía escuchar hace días. Una trabajadora manifestó “nunca me adherí a los paros, pero esta vez no voy a venir, nos piden que tengamos consideración, pero por nosotros nadie tiene consideración". Suma bronca además la desidia con la que se maneja el consejo administrativo del hospital, conformado en pacífica convivencia por Macristas y Kirchneristas. Recientemente las madres del jardín denunciaron haber encontrado gusanos en la comida de los niños del jardín maternal, donde llevan sus hijos los trabajadores del hospital y también se encontraron cucarachas en la comida del personal. El jardín maternal
viene reclamando la construcción de más salitas, incorporación de personal, refacción de los instalaciones y que se reabra la salita de 3°años. Las trabajadoras y trabajadores franqueros, por otro lado, están reclamando un plus del 20% por prestar tareas en días socialmente penosos y el pago de todos los días feriados. Todos estos reclamos fueron expresados en las asambleas por turno y general realizadas en el hospital, en las cuales los trabajadores decidieron parar.
En los días anteriores al paro, los jefes y supervisores fueron por los sectores presionando a los trabajadores. Hicieron firmar un listado comprometiéndolos a venir, difundieron un “Plan de contingencia ante paros que incluye transportes públicos”, prometiendo pagar los gastos de taxis y remises por lo que el paro del transporte no era un impedimento. La dirección decidió adelantar la fecha de cobro de sueldos, y ofreciendo lugar para quedarse a dormir. A pesar de todo esto el acatamiento fue muy alto.
La gran mayoría de los que asistieron a trabajar estaban disconformes, manifestando que vinieron no por no estar de acuerdo con el reclamo sino por estar contratados o ser de poca antigüedad. Sin embargo se escuchaban reclamos como “al final somos solo un número, no les importa cómo, ni en qué condiciones trabajamos”, “trabajo hace más de 27 años en el hospital, estoy toda rota, me cuesta hasta caminar y querían que me quede a dormir, están locos”. Como dicen “como muestra un botón”, en el gigante sobran los motivos para parar y así lo hicieron los trabajadores.
Esta adhesión contundente de sectores heterogéneos, que en gran parte no pagan impuesto a las ganancias, habla de una demostración de unidad que es sólo un pequeño ejemplo de las necesidades comunes de los trabajadores por mejorar las condiciones de trabajo y de vida. A su vez, muestra la fuerza con la que podemos enfrentar las suspensiones, despidos y el ajuste con el que pretende avanzar el gobierno nacional y los provinciales.
Las demandas comunes por las que pararon ese conjunto de trabajadores del Hospital Garrahan fueron : no al impuesto a las ganancias, por un salario inicial igual a la canasta familiar de $13.000, $4.000 de suma fija todos los meses y pase a planta permanente de terciarizados y contratados como consignas centrales votadas en asamblea. Por otro lado, como parte de las medidas votadas por el sindicalismo combativo y de izquierda desde la Agrupación Sí, Se Puede! del Hospital Garrahan conformada por trabajadores de planta permanente, contratados y terciarizados del PTS e independientes participamos de los cortes de Panamericana y Puente Pueyrredon.
