El proceso del Hospital Larcade debe tener continuidad en la reorganización de la lucha por todas las demandas que aún siguen postergadas. En primer lugar, la reincorporación de Soledad, pero también el largo listado de los llamados “chinches” entre los que el pase a planta permanente y la recomposición salarial son algunas de las consignas más levantadas.
Martes 29 de junio de 2021
Durante más de 4 meses la energía y fuerza desplegadas por las y los trabajadores del Hospital por la conquista de sus derechos, marcó la agenda de la salud municipal, develando un sin fin de problemas estructurales del sistema de salud local que significaban enormes barreras de accesibilidad para las miles de familias trabajadoras de San Miguel.
Méndez y el peronismo: soldados del ajuste
Sin embargo, ni la pandemia ni la vigencia y legitimidad de sus reclamos lograron que el municipio los escuche. Por el contrario, la persecución política e ideológica, la hostilidad laboral, la violencia institucional, los sumarios y traslados a las y los principales referentes del conflicto, fueron la moneda corriente con la que Jaime Méndez respondía sistemáticamente.
El cierre y vaciamiento de servicios enteros como el de Clínica Médica y Cardiología, así como las renuncias masivas por parte de más de 50 profesionales, tienen como principal responsable al Intendente de Cambiemos, que le dio la espalda sistemáticamente a los reclamos de los trabajadores.
Pero Méndez no estuvo solo: para sostener su posición durante los largos meses de conflicto, contó con la complicidad criminal del Sindicato de Trabajadores Municipales (que tiene como titulares a los peronistas Abel Venecia y Jorge Iglesias) que desde los inicios se ocuparon de denigrar la lucha y los mecanismos de organización y autodeterminación de los trabajadores, así como negociar permanentemente con el municipio y de espalda a las mayorías laburantes.
Por su parte, el gobierno provincial de Axel Kicillof que hipócritamente suele decir en largas conferencias de prensa que “la salud es una prioridad”, miró para otro lado y no evitó lo que fue un ataque a todas luces de CAMBIEMOS sobre la salud pública en este municipio. Tampoco intentó resolver las demandas tan elementales y sentidas que planteaban los trabajadores de la primera línea.
Nuestra postura
Para enfrentar esa situación, en donde todo el arco gobernante con sus sindicatos afines habían tejido una sólida alianza con el objetivo de derrotar la lucha de los trabajadores, desde el PTS junto a La Izquierda Diario y la lista 5 en CICOP, planteamos que había que desplegar todas nuestras fuerzas y la solidaridad conquistada, en apostar a torcerle el brazo al Municipio para avanzar en cambios realmente profundos que pongan por delante la vida y la salud de las y los trabajadores de San Miguel y no confiar ni esperar una “negociación favorable” con un Municipio que no estaba dispuesto a escuchar.
También fuimos muy vehementes en un debate, que a pesar de que tuvo malas interpretaciones, lo hicimos de manera honesta, como aporte a la lucha y poniéndole el cuerpo a cada medida votada por los trabajadores: para que el conflicto cobre visibilidad, era fundamental la coordinación con otros sectores en lucha, sectores que por ejemplo hace dos semanas, protagonizaron un corte en el puente Pueyrredón y fueron reprimidos por la gendarmería y la policía federal. El camino de la unidad y la coordinación de amplios sectores nos muestra que hay miles de trabajadores que no se resignan a ser la variable de ajuste. Por el contrario, buscan aliarse entre sí para potenciar sus peleas.
Planteamos además que había que fortalecer la asamblea como órgano soberano de deliberación y decisión de todas las medidas de lucha y desde nuestro lugar en la CICOP, planteamos en reiteradas oportunidades a la dirección del sindicato (y en particular al MST con responsabilidad en el conflicto), la necesidad de hacer del Larcade un gran conflicto provincial bajo la consigna “Si triunfa el Larcade, triunfamos todxs lxs trabajadorxs de la salud”. Propusimos jornadas de lucha en solidaridad, así como un escalonado plan de lucha con la perspectiva de un paro provincial por las demandas de todos los trabajadores de la salud y que ponga a este conflicto en el centro de la escena, con una política de exigencia no solo hacia el Municipio sino también hacia el gobierno provincial de Axel Kicillof.
En las asambleas de la última semana continuamos impulsando la necesidad de un plan de lucha urgente, que el congreso de delegados del último viernes 25 resolvió darle inicio.
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Al plan de ajuste de los de arriba, organización desde abajo: Comités de acción para enfrentar el ajuste!
Pero el ajuste no solo pasa en Salud. El conjunto de las y los trabajadores estamos siendo afectados por una gran crisis sanitaria y también social. La pobreza se extiende por todo el territorio. Recortan el IFE mientras priorizan ganancias millonarias de un puñado de empresas. Lo vimos claramente con el negocio de las vacunas.
Por su parte, las conducciones de las centrales sindicales abandonan a su suerte a las y los trabajadores y el pueblo, así como a las luchas en curso.
Quieren que esta crisis la paguemos los trabajadorxs y el pueblo pobre mientras se van miles de millones de dólares en concepto de deuda.
El triunfo de los elefantes de Neuquén, conquistando un 54 % de aumento para todos los estatales y torciendo el brazo al gobierno ajustador del MPN, sólo fue posible a partir de la organización asamblearia y acciones unificadas de las y los trabajadores de la salud junto a docentes, petroleros, la comunidad mapuche y todo el pueblo neuquino.
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En nuestra zona, además del desastre de Méndez sobre la salud, los y las trabajadorxs de Garbarino reclaman salarios caídos y aportes patronales, estudiantes universitarios reclaman ante la falta de becas y oportunidades para no abandonar sus estudios, el gatillo fácil se cobra nuevas víctimas como sucede en Don Torcuato, en el Hospital Mercante y en el trauma continúan los reclamos.
Así también, y de cara a las próximas elecciones legislativas, vemos cómo miles de trabajadores y trabajadoras nos expresan su desilusión con el gobierno de Alberto Fernández. Nos parece necesario que las y los de abajo, discutamos nuestra propia alternativa, independiente de los partidos políticos del régimen. Por eso hemos propuesto unir a toda la izquierda obrera y socialista hacia las elecciones, también en el distrito de San Miguel.
Por todo esto, queremos proponer una gran campaña unificada que denuncie la política criminal de Jaime Méndez hacia el hospital y al mismo tiempo rodee de apoyo y solidaridad a los procesos de lucha y organización actuales en el municipio como por ejemplo lxs trabajadorxs de Garbarino. En ese camino proponemos poner en pie comités de trabajadorxs y jóvenes para enfrentar esta crisis!!