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Informe. Hubo al menos 5041 muertes por razones laborales en los últimos 5 años, según reveló un estudio

Así lo demostró el último informe del Observatorio Basta de Asesinatos Laborales, que se presentó el viernes 2 de junio. En 2022, la cantidad de trabajadores que fallecieron por estos motivos fueron 492.

Sábado 3 de junio de 2023 21:13

Foto: La Izquierda Diario

Foto: La Izquierda Diario

En los últimos 5 años hubo al menos 5041 muertes por razones laborales, según el último informe del espacio Basta de Asesinatos Laborales, presentado el viernes pasado. En 2022, la organización -que nuclea a académicos, militantes sindicales y familiares de trabajadores fallecidos- detalló que contabilizó 492 muertes laborales y denunció que los resultados de su investigación superan a las cifras que difunde la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT), el organismo estatal supuestamente encargado de relevar y prevenir las muertes laborales en Argentina.

“Las muertes de las y los trabajadores en sus lugares de trabajo no son fortuitas, casuales, repentinas, aisladas o imprevisibles. Son el resultado de un entramado productivo cuya ganancia se obtiene no solo de la explotación de nuestra fuerza de trabajo, sino también de lo que las patronales ‘ahorran’ en nuestras condiciones laborales. Son inherentes a la lógica de producción capitalista, por lo tanto, no son accidentes. Forman parte de la ganancia patronal, del cálculo. Y podrían ser evitadas. Por eso son asesinatos”, explican en el informe, que se presentó en el local de Ademys en CABA, y que también fue presentado en Mar del Plata el mismo viernes 2 de junio.

De la exposición sobre la investigación, participaron y tomaron la palabra desde la mesa Eva Puente, mamá de David Ramallo, Néstor Marcolín (delegado de la línea 60), Luis Franceschi (trabajador del INTA), Augusto Román (trabajador del CONEA) y Oscar Martínez (militante del Taller de Estudios Laborales), entre otros. La presentación contó, además, con la presencia de familiares de Yonatan Godoy, de Elvira, la mamá de Brian “Mechi” Cantero y sobrevivientes de la Masacre del taller clandestino de la calle Luis Viale de 2006.

La presentación contó con la participación de familiares de víctimas de asesinatos laborales

El relevamiento es el quinto que presenta la organización, y fue desarrollado en base a fuentes oficiales, gremiales, periodísticas, a la propia investigación del Observatorio y a la denuncia de familiares de víctimas por asesinatos laborales. Señala que en 2018, se contabilizaron 375 muertes por razones laborales; en 2019, 534; en 2020, 310; en 2021, 3330 (incluyendo las muertes por enfermedad profesional no listada); y en 2022, 492.

Sin embargo, los desarrolladores del informe señalaron que es probable que esas cifras sean apenas la mitad de la realidad, debido a los altos índices de trabajo informal y no registrado en el país, que genera que muchas muertes se oculten.

“Según el propio Ministerio de Trabajo, cerca del 40% de los trabajadores se encuentran en situación de informalidad (casi 7 millones). Estas cifras nos permiten dimensionar la gravedad que tiene el hecho de que no exista ningún organismo estatal que se ocupe de las muertes y enfermedades laborales de esta enorme masa de trabajadores”, explican en el anuario 2021-2022.

Muertes por rama de actividad, exceptuando el Covid-19

De acuerdo a lo detallado por el Observatorio de Basta de Asesinatos Laborales, exceptuando el Covid-19, las ramas de actividades que registraron mayores muertes entre 2021 y 2022 fueron el servicio de transporte y almacenamiento, con el 22,9%; la construcción, con el 16,5%; y la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, con el 14,8%.

Si, en cambio, se consideran las muertes por Covid-19, la actividad que más muertes por razones laborales registró fue la industria manufacturera, con el 16%; el servicio de transporte y almacenamiento, con el 16%, y los servicios públicos de salud, educación y servicios sociales, con el 14%.

Sin embargo, se detalla que “la construcción y en especial el agro tienen los niveles más altos de trabajo no registrado, por lo que se puede asegurar que la proporción de muertes en esas ramas es mucho más elevada”. Asimismo, señalan que los decesos producidos por el Covid-19 entre los trabajadores de salud está totalmente subregistrado.

La presentación de Basta de Asesinatos Laborales se desarrolló el 2 de junio y es la quinta que realiza la organización.

La palabra de familiares y sobrevivientes en la presentación del quinto informe de Basta de Asesinatos Laborales

Eva Puente, la mamá del trabajador de la línea 60 David Ramallo, contó: “Cuando pasa lo de David habían fallecido 3 compañeros en sus puestos de trabajo. Después de un mes supimos que había 444 muertes por año en ese momento. Para uno es doloroso, son muertes invisibles, los únicos que saben somos los familiares. Estas muertes se tienen que visibilizar, no tienen que quedar escondidas. Eso para mí es importante, por eso voy todos los 9 de cada mes a la cabecera, para hacerles acordar a los compañeros lo que le pasó a David, por eso también recorro otros lugares. Son muertes que se pueden evitar, los culpables son las empresas, y también el Estado porque hacen oídos sordos y porque el lugar donde trabajaba David no estaba habilitado".

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Yonatan Godoy tenía 32 años cuando murió mientras trabajaba en la empresa Dalafer S.A, del Parque Industrial de Quilmes. Su esposa y madre de tres hijos, Ayelén, tomó la palabra en la presentación: “Estuvo dos años sin trabajo, buscó como loco trabajo en la pandemia. Estuvo trabajando 6 meses por agencia y 20 días antes había quedado efectivo. Le dieron un caño en desuso, trabajaron con una moledora, después con maza y cortafierros. Al segundo golpe que le dio al caño hubo una explosión, que expulsó a Yonatan unos 30 metros, su cuerpo fue detenido por bolsones con metales, el caño voló hacia otro lado rompiendo un portón de metal. Yonatan falleció en el momento, su cuerpo fue partido en dos, sus compañeros intentaron socorrerlo, pero no había nada para hacer porque sus vísceras estaban en todo el lugar. Yo llegué 15 minutos después a la fábrica, pero no me dejaron entrar. Fue una lucha. A raíz de la muerte de Yonatan conocí a los compañeros, me dijeron que no fue un accidente, fue un asesinato porque se podía evitar porque ese caño no había sido inspeccionado. Exigimos justicia por mi esposo, por mis tres hijos y por toda la familia. La fiscalía que tomó la causa nos desestimó al mes diciendo que el único culpable había sido mi esposo por manipular mal una maza y un cortafierro, que se apeló. La segunda vez nos desestimaron la causa y fuimos a la fiscalía a presionar, y también presionando desde afuera haciendo movilizaciones, vamos una vez por mes a volantear a hacerle saber a los compañeros que esta lucha es por todos. Acá se metieron con la familia equivocada porque vamos a ir por todo, que los responsables paguen, que no quede impune, vamos a ir hasta las últimas consecuencias. Me voy a quedar sin fuerzas, sin energías, sin recursos, hasta que en la fábrica, los dueños, los encargados, los responsables de seguridad e higiene tienen que pagar. Queremos que se haga viral, esto no puede pasar más, ellos son números para las patronales y para nosotros son todo. Queremos justicia. Que paguen los responsables de todos los asesinatos laborales de Argentina y del mundo".

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Brian “Mechi” Cantero tenía 23 años cuando falleció en su puesto de trabajo en la papelera Sein de Florencio Varela al ser atrapado por una máquina a la que lo obligaron a engrasar estando en funcionamiento, algo que hacían para no frenar la producción. Después de 4 años de lucha, fueron condenados por su asesinato el jefe de producción y el responsable del área de Seguridad e Higiene. Elvira, su mamá, participó de la presentación y contó: “Hubo sentencia que tanto buscamos pero siempre hecha la ley, hecha la trampa. Los acusados, por homicidio directo, piden que bajen la pena, y supuestamente esto va a tardar casi dos años más, de sufrimiento, dolor, lucha”. Por eso, exigió a los responsables de la Sala de Casación 1 de Quilmes que se expidan sobre la causa. “Lo único que pido ahora es unión, justicia por Yonatan Godoy, pido justicia por todas las causas, por David, y justicia por Mechi Cantero, siempre presente”.

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Lourdes Hidalgo, sobreviviente del incendio del taller textil clandestino de la calle Luis Viale del 30 de marzo de 2006, donde murieron cuatro niños, un adolescente y una mujer embarazada. Son 17 años que vamos luchando en busca de memoria y justicia. Por nuestras compañeras e hijas de nuestras compañeras que perdieron la vida cosiendo la ropa. Hace años atrás, yo migré hacia la Argentina en busca de tener un trabajo digno, como muchos migraron buscando un sueño. Pero muchos encontraron la muerte, como pasó en este lugar. Yo soy de Bolivia, pero cerró la fábrica donde trabajaba y migré hacia Argentina. Después llegué al taller textil de la calle Luis Viale donde estuvimos trabajando 65 personas, entre ellos 25 niños. Trabajos de 16 a 18 horas diarias, tuvimos un solo baño chiquito para todos. En las noches tuvimos que hacer sola para ducharnos. Al lugar cuántas veces entraron la policía incuso cínicamente a pedir las prendas que cosíamos, pantalones de tela jean para hombres. Como también al lugar entraron funcionarios del gobierno, no hicieron nada. Como la patronal con la complicidad de los capataces, todos sabían lo que pasaba en el lugar, nadie hizo nada. Yo me quería ir, pero me dijeron que pagaban cada tres meses y me ofrecieron ir a vivir al lugar, y yo fui, pero las piezas estaban separadas por telas, naylon y cartón. El lugar era cerrado, no tenía ventilación, no vimos el sol del día. El 30 de marzo del 2006 se incendió el taller. La patronal quebró mi salud, pero mi fuerza de voluntad de seguir luchando por justicia y memoria por mis compañeros no podrán quebrar. Seguimos de pie, seguimos luchando. Este caso hubo impunidad, en 2017 fueron condenados los capataces, pero hoy gozan de impunidad los patrones. La justicia los dejó libres de culpa, no les bastó como prueba la muerte y la sangre de mis compañeras y sus hijos. Esto no fue una tragedia, un accidente, esto fue una masacre patronal. Estas muertes eran evitables.

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La exposición finalizó con la palabra del delegado de la línea 60, Néstor Marcolín: “No queremos hablar de números, por eso invitamos a todos los familiares para humanizar. Por el acuerdo con el FMI las patronales van a apretar más a la clase trabajadora, eso trae muertes, enfermedades, porque las patronales no invierten, no forman para los trabajos, como pasó con nuestro compañero David Ramallo. La clase trabajadora genera las ganancias para los patrones y los patrones quieren ganar con la menor plata posible. La justicia está preparada para que los patrones zafen y para aplastar a los trabajadores”.Por eso puntualizó en la necesidad de la organización para enfrentar esta situación: “Tenemos que organizarnos los trabajadores, contar estas experiencias. Queremos darle el espacio a familiares de víctimas de asesinatos laborales acá”.

¿Qué es el espacio Basta de Asesinatos Laborales?

El espacio Basta de Asesinatos Laborales surgió en 2016, luego de las muertes de David Ramallo (trabajador de la línea 60 de colectivos), Richard Alcaraz (trabajador de la construcción), y Diego Soraire (trabajador del INTA). Es un ámbito de coordinación abierto a trabajadores y familiares que quieran luchar contra esta situación.

Actualmente, está integrado por familiares víctimas de asesinatos laborales, trabajadores de la Línea 60, de la Junta Interna de ATE INTA, de la Lista Roja del neumático, del CNEA, docentes de Suteba Tigre, la Agrupación Luis Pons de trabajadores municipales de Avellaneda, el colectivo de cine Silbando Bembas, el Taller de Estudios Laborales y el Espacio Sindical base de Mar del Plata.

Podés ver la presentación completa del informe de Basta de Asesinatos Laborales acá