Las empresas que buscan hacerse de unos miles o millones de pesos a costa de la fuerza obrera, tratando de robarles toda su dignidad, abundan. Dentro de estas está, Hortícola Cimarrón, una empresa en Guanajuato, en la zona limítrofe con San Luis Potosí, que es una productora de alimentos líder en exportación de tomate y pimiento a los Estados Unidos.
Miércoles 2 de agosto de 2023
Las empresas que buscan hacerse de unos miles o millones de pesos a costa de la fuerza obrera, tratando de robarles toda su dignidad, abundan. Dentro de éstas está, Hortícola Cimarrón, una empresa en Guanajuato, en la zona limítrofe con San Luis Potosí, que es una productora de alimentos líder en exportación de tomate y pimiento a los Estados Unidos
Inició operaciones en 2006 y a la fecha sigue operando en el importante cordón industrial del Bajío.
En mayo con motivo de la entrega de utilidades o PTU, la empresa Cimarrón decidió no entregarlas basándose en acuerdos tramposos con los charros sindicales de la CTM. De hecho, la empresa con casi 19 años y multimillonarias ganancias, nunca ha entregado utilidades.
Es bastante común que los patrones y los charros sindicales cetemistas pacten la NO entrega de utilidades argumentando cualquier cosa, cómo que no hubo ganancias o que no se vendió suficiente.
Pero este no es el caso de Hortícola Cimarrón, esta empresa genera ganancias sumamente importantes que han llevado a que el dueño de la empresa, el cacique Jacobo Payán, sea dueño de todo un ‘trust’ industrial en San Luis Potosí, ya que controla el gas, los transportes y todo el proceso de exportación que sirven para que Hortícola Cimarrón. Además, es dueño de estadios y otras empresas. Es un magnate que vive de la explotación de miles de familias guanajuatenses y potosinas y que fácilmente puede entrar entre las pocas personas millonarias del país que controlan el comercio del Bajío.
Para garantizar sus ganancias se apoya en el charro cetemista, Emilio de Jesús Ramírez Guerrero, quien garantiza el sometimiento de las y los trabajadores para que sean súper explotados y no puedan organizarse para exigir sus derechos. Este charro es la policía política que se encarga de amedrentar y oprimir a cualquiera que intente alzar la voz en contra del abuso del cacique Payán. A su vez, el charro se apoya en el poder político que busca obtener su hijo, Mauricio Ramírez Konichi, quien como cualquier oportunista salta de partido en partido, inició en el PRI y ahora se encuentra en campaña con Movimiento Ciudadano. Ramírez Konichi, es un sin vergüenza que pretende representar a los potosinos como si fuera “del pueblo” pero realmente solo es parte de la estrategia del cacique Payan para que los gobiernos le garanticen los permisos necesarios para seguirse enriqueciendo a costa del pueblo pobre y trabajador.
Este año las y los trabajadores de Hortícola Cimarrón decidieron hacer una huelga de 3 días como protesta a la trampa corrupta de esta empresa, quienes coludidas con las autoridades avalaron este atropello.
Ante la fuerza demostrada por las y los trabajadores en la huelga, Payán se vio obligado en mandar a su sirviente Ramírez para que entregara un bono para que se levantara la huelga.
La huelga se levantó, pero deja importantes lecciones y abre la posibilidad para que cientos de trabajadores se den cuenta de que la única manera de enfrentar el abuso y obtener de vuelta sus derechos es mediante la auto organización. La solución a nuestros problemas no va a venir del gobierno ni de los partidos del régimen, necesitamos sindicatos con direcciones democráticas, votadas desde la línea de producción y con representantes elegidos por las mayorías que sean independientes de cualquier fuerza política o que respondan a intereses ajenos.
