Salud vs ganancias. IPESA Ciudadela: más de la mitad de los trabajadores se contagiaron de coronavirus

“Hay más de 50 compañeros contagiados y todos los días se suman uno o dos más”, denuncia José Esquivel, trabajador despedido de IPESA que pelea por su reinstalación. Como afirma, más de la mitad de sus compañeros ya se contagió alguna vez. Desde comienzos del 2021 se han visto más expuestos al contagio y en las últimas dos semanas los casos aumentaron considerablemente.

Sin embargo la empresa aún no ha tomado ninguna medida seria para controlar los contagios. “Como mínimo tendrían que parar, desinfectar, e hisopar a todos” afirma José y comenta que ese “es el reclamo de toda la fábrica”. Y agrega “los protocolos no existen y la empresa trata de ocultar los casos”.

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IPESA es considerada una industria esencial. Allí se producen, entre otras cosas, los sachets de leche La Serenísima. Además está directamente ligada al campo, al ser la principal productora de Silobolsas del país.

Durante el 2020 la producción de esta empresa se duplicó. “Somos nosotros los que hicimos ganar millones a los dueños, pero a ellos no le interesa en lo más mínimo nuestras vidas ni la de nuestras familias”, cuenta con bronca José. “Priorizan sus ganancias antes que cuidarnos y prevenir que haya más contagios. Ya perdimos a un compañero por responsabilidad de la empresa”. Se refiere a Oscar Miranda, empleado de mantenimiento de IPESA de 62 años que falleció a causa del coronavirus el pasado 7 de marzo. Era grupo de riesgo y la empresa lo obligó a volver a trabajar.

Como viene siendo reflejado en La Izquierda Diario, los contagios en los lugares de trabajo aumentan exponencialmente. Esto desmiente al Ministro de Trabajo Claudio Moroni, quien volvió a insistir a fines de mayo en que estos ámbitos “son muy seguros” y los contagios allí “muy, muy bajos”.

Según un informe presentado recientemente por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, en el mes de mayo se cuadruplicaron las muertes laborales a causa del covid registradas por las ART, es decir, de trabajadores que se contagiaron en sus lugar de trabajo o en el trayecto al mismo, alcanzando un promedio de 16 muertes por día.

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Consultado sobre el papel del sindicato ante esta situación José afirmó que: “los delgados no toman carta en el asunto, ni siquiera cuando falleció Oscar se les ocurrió hacer algo. Con ellos no se puede contar, están vendidos”.

Es más que necesario poner en pie comisiones de higiene y seguridad en cada lugar de trabajo, que sean votados por los propios trabajadores, y que discutan en asamblea cómo responder ante los contagios y que medidas tomar.

Millones de trabajadores son considerados esenciales para mantener las máquinas produciendo pero no para recibir la vacuna. No pararon de producir desde el inicio de la pandemia y miles dejaron sus vidas a causa de la sed de ganancias de los empresarios.

En Argentina ya se produjeron más de 60 millones de dosis de vacunas, pero ello no fue pensado para salvar vidas, si no para garantizar los negocios millonarios de los laboratorios privados que, ante una pandemia, vieron la oportunidad de seguir llenando sus bolsillos.

Los trabajadores no pueden dejar sus vidas en manos del Gobierno, que garantiza que se siga produciendo en estas condiciones y que las vacunas solo sean un negocio. Mucho menos en la de los empresarios, o los delegados y en los sindicatos con sus direcciones vendidas.

En cada rincón del país, salen trabajadores a pelear por sus derechos, y en defensa de su salud y la de sus familias. La coordinación y organización es clave para poder enfrentar esta crisis sanitaria y económica. Este sábado 5 de junio trabajadores y trabajadoras de distintas ramas se reunirán vía zoom, para seguir fortaleciento la coordinación y organización.

Las vidas trabajadoras valen más que sus ganancias; tienen que garantizar vacunas para todos y todas las trabajadoras de manera inmediata y que no haya una muerte más por Covid. Hay que poner en pie comisiones de higiene y seguridad en cada lugar de trabajo, en donde se discuta cómo evitar contagios. Las empresas se aprovechan de la situación y despiden a trabajadores; hay que coordinar y organizar todas las luchas en curso para torcerle el brazo al gobierno y los empresarios que quieren descargar la crisis en las espaldas del pueblo trabajador.