El Gobierno se reunió con los dueños de las principales empresas de alimentos y de los supermercados para discutir sobre los precios. Hasta Cavallo, el ídolo de Milei, advirtió sobre los “aumentos excesivos” que hicieron las empresas. Las consecuencias de la inflación recaen sobre los bolsillos populares.
Martes 12 de marzo 19:34
La inflación acumuló 36,6% en el primer bimestre del año, el rubro de alimentos y bebidas escaló 34,7%. En los últimos doce meses la inflación en alimentos fue superior al nivel general, 303,8% versus 276,2%. Las grandes empresas remarcaron precios que hasta Domingo Cavallo cuestionó y dijo que hubo “aumentos excesivos”.
Milei celebró la inflación de febrero aunque se mantiene en niveles elevados, y afirmó que “el trabajo de Caputo es formidable. Es digno de admiración”, en una entrevista en la radio El Observador. No hay nada de formidable en mantener una inflación de dos dígitos que destroza salarios, jubilaciones, y programas sociales.
En las últimas semanas el Gobierno se reunió con representantes de Molinos Río de la Plata, Molinos Cañuelas, Las Tres Niñas, Quickfood SA, Establecimiento Las Marías, Procter & Gamble, Johnson & Johnson, Arcor, Mondelez, Mastellone, L’Oreal, Danone, Unilever, Coca Cola, Nestlé Compañía Industrial Cervecera, y Quilmes para discutir sobre los precios. También el ministro de Economía, Luis Caputo, mantuvo un encuentro con los dueños de los principales supermercados (Cencosud, Coto, La Anónima, Carrefour, Chango Más y Día). Al final parece que la inflación no era solo causa de la emisión como les gusta repetir a los liberales. Caputo convocó a las grandes patronales para prometerles que no habrá nueva devaluación y evitar nuevas remarcaciones, también para suplicarles que dejen de ofrecer promociones tipo “2x1” o “segunda unidad al 50%”, y que deberían reducir sus precios de lista.
Una vez más las patronales respondieron con el bolsillo. Según la consultora LCG, los alimentos aumentaron 3,6% semanal en marzo, lo que equivale a un incremento de 2,3 puntos porcentuales respecto a la semana previa. En tanto, FIEL registró una suba del 5,7% en la última semana en su relevamiento de precios de CABA, según publicó el sitio La Política Online.
Vuela, vuela
Las principales empresas de la alimentación como Arcor, Molinos y Unilever aumentaron sus precios antes de la asunción de Milei 35, 40 y 40% respectivamente sus listas de precios para anticiparse a la devaluación esperada, según publicó Alejandro Bercovich en DiarioAr. Luego siguió la remarcación de precios de las grandes empresas.
El Gobierno además, les dio mayor libertad a las empresas para subir precios, así se derogaron las leyes de Abastecimiento, Góndolas, Observatorio de Precios y Regulación para los ingenios azucareros. Si bien estas normas no lograron frenar la suba de precios, ahora los grandes empresarios multiplican sus ganancias.
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Los grandes grupos económicos que cuentan con mayor concentración en la producción y comercialización de las mercancías, llevan las de ganar en la carrera por preservar los márgenes de rentabilidad. Ellos pueden incidir en la fijación de los precios y sacar así ventajas. La concentración en las esferas de la producción y comercialización es un factor que amplifica el aumento acelerado de precios. Según un informe de Centro de Economía Política Argentina (CEPA), nueve empresas tienen una fuerte concentración (si se considera solamente los productos de primera necesidad): Cervecería y Maltería Quilmes, (concentra el 78% de la facturación), Coca Cola Company, concentra el 78% de las ventas de su sector, y Molinos Río de la Plata en la categoría fideos, con el 79%.
Remarcación: hasta Cavallo dice que fue mucho aumento
Domingo Cavallo, exfuncionario del gobierno de Carlos Menem y Fernando De la Rúa en diálogo con TN advirtió sobre la suba de precios. El ídolo de Milei afirmó "se han liberado todos los precios, algo que siempre quiso el sector privado y que es necesario para que una economía funcione normalmente" y agregó que "no puede ser que las empresas aprovechen eso para pegar un saque exagerado a los precios".
Según el economista, "en muchos casos las empresas dijeron ’bueno, el dólar no está en $880, está en $1.200 o $1.300 y aumentaron los precios en ese nivel" y añadió que el sector privado "tiene que colaborar más" si quiere "que la economía funcione bien, abierta, con libertad en todos los mercados, sin que el Estado intervenga".
Cavallo aclaró (por si hubiese alguna duda) que su propuesta no implica "un acuerdo de precios", "digo que Milei y el ministro de Economía tienen que lograr que el sector privado, los fijadores de precios, de naftas, alimentos, medicamentos, tienen que colaborar para que el gobierno pueda bajar la inflación sin provocar tanta recesión", enfatizó. El Gobierno escuchó al exministro y se reunió con los principales empresarios.
La inflación se aceleró gracias a las medidas de Milei y Caputo como la devaluación, la suba de combustibles y prepagas, la derogación de la ley de alquileres, entre otras. Las consecuencias de la escalada de precios recaen sobre la clase trabajadora. Se licuaron salarios, jubilaciones y programas sociales y por eso es urgente un aumento de emergencia.
Es necesario comités de trabajadores y consumidores sobre todas las cadenas de productos esenciales, desde la producción, distribución hasta la venta en grandes supermercados, entre otras medidas. Así, se podría impedir que las grandes cadenas de supermercados e hipermercados remarquen los precios sin control. También se necesita imponer la apertura de los registros contables para verificar las ganancias reales de las grandes empresas.