Informe realizado en base a la encuesta a los trabajadores de la salud realizada por la Agrupación Salud desde las Bases.
Martes 9 de junio de 2020 12:31
Desde la agrupación Salud desde las Bases decidimos elaborar una encuesta que nos permita tener un panorama general de la situación de las y los trabajadores de la salud, con el objetivo de conocer la situación y la percepción de los mismos sobre la crisis sanitaria, sus condiciones de trabajo, la representatividad de los gremios y la opinión sobre la actuación de estos.
La encuesta fue realizado en formato de "Formulario Google" y administrada por redes sociales WhatsApp, Facebook e Instagram, lo cual tiene la limitante de que los entrevistados sólo podían acceder por estos medios, lo que se traduce en una muestra con débil representatividad estadística. Sin embargo, consideramos importante obtener las respuestas y mostrar los resultados de las 150 respuestas recibidas de trabajadores de la salud de la provincia.
Con respecto al lugar de donde trabajan y el tipo de trabajo que realizan, el 73% de los encuestados residen en San Miguel de Tucumán. El 64% de los encuestados trabaja en hospitales, el 11% en CAPS, el 9% en el sector privado y el resto en diversos sectores. El 41% de los encuestados es médico/a, el 27% enfermero/a, el 12% psicólogo/a, el 6% administrativo/a y el resto cumple otras tareas entre bioquímicos/as, técnicos/as, camilleros y personal de limpieza.
El 70% del personal administrativo encuestado no recibió capacitación sobre COVID-19, al igual que el 30% del resto de los trabajadores. Esto se traduce en un problema; que el personal que recibe a los pacientes infectados podría contagiarse al igual que los que están en relación directa con la atención terapeútica.
Cuando se les preguntó sobre si hay EPP suficientes y de calidad, más del 80% respondió que No, pero la distribución entre los encuestados fue diferente. En el sector privado esta respuesta negativa fue en el 55% de los encuestados, algo diferente con lo que sucede en la parte pública: en los CAPS y los policlinicos municipales y provinciales la respuesta fue negativa entre el 80 y el 100% de los encuestados; en los hospitales, la respuesta negativa fue del 85%. Esto es el reflejo no inferencial de que en los hospitales hay un poco más de recursos de EPP que en los centros de primer y segundo nivel de atención, este es un problema que podría afectar a los trabajadores que están en las comunidades, en la primera puerta de entrada al sistema cuando consultan los pacientes con fiebre.
De los elementos que más faltan son los barbijos, camisolines, antiparras, botas, cofias y guantes.
Cuando preguntamos sobre si fue necesario adquirir un EPP por sus propios medios para protegerse en el trabajo, el 83,4% de los encuestados nos dijo que Sí. Esto implica que un gran porcentaje de los trabajadores tuvo que gastar dinero de su propio bolsillo para protegerse, ya que el empleador no le garantiza los mismos.
Un 16% de todos los encuestados refiere que sus condiciones de trabajo son buenas. El resto se divide entre un 56% que opina que son regulares (deficientes pero aceptables) y un 28% contestó que sus condiciones de trabajo son malas.
Cuando consultamos sobre si está afiliado a un Sindicato, el 37,5% nos respondieron que No están afiliados y un 9,9% no lo está por encontrarse en condiciones precarias, sin representación gremial. El resto, un 24,3% a ATSA, un 18,4% a SiTAS, un 7,9% a SUMAR, un 1,3% a ATE y un 0,7 a SUTEM. En la siguiente pregunta se indaga sobre si se siente representado subjetivamente por un sindicato que lo represente en la defensa de sus derechos. El 72,8% contestó que No; un 24,3% nos dijo que Sí, y un 2,9% nos dijo A veces.
En el inicio de la gestión gubernamental de la pandemia, se instalaron hospitales modulares sin personal a cargo; albergues para control de personas que ingresaban a la provincia asintomáticas, controles fronterizos y la militarización de los barrios populares como medidas centrales para evitar la propagación del COVID-19.
Con respecto a esto preguntamos a los encuestados sobre qué opinaban de la Actuación del gobierno provincial. Sólo el 8,2% contestó que la gestión era Buena; 42,5% opinó que fue Regular (con severas deficiencias como la falta de EPP o mala organización operativa pero aceptable) y un 49,3% que fue Mala.
En la última pregunta dejamos un espacio libre para que los encuestados nos den una opinión libre sobre las Principales Problemáticas que puso en evidencia la crisis sanitaria y sobre la actuación del gobierno nacional. Al ser preguntas abiertas, no estructuradas las analizamos a través de la Categorización Emergente para obtener elementos coyunturales de las respuestas e identificarlas en categorías.
Las categorías extraídas fueron:
Falta de recursos en la salud: tanto humanos como físicos y financiero, que lleva a su distribución inequitativa de los mismos, desprotegiendo a trabajadores por la falta de EPP y reorganización ineficiente de los mismos.
Falta de planificación en Salud: muchas respuestas tuvieron como eje la improvisación por parte del gobierno en la pandemia, con medidas que fueron superficiales que no resolvieron los problemas de falta de insumos, de recursos humanos y de testeos. El sistema sanitario se organizó de forma precaria para el manejo del COVID-19 y se dejó de lado la atención de las otras patologías prevalentes.
Precarizacion laboral en Salud: muchas respuestas dejaron plasmado que en la salud los salarios bajos, las condiciones de trabajo muchas veces son insalubres y condición de inestabilidad laboral. Lo que se traduce en muchas horas de trabajo o trabajos en distintos lugares aumentando el riesgo de infección directa e indirecta.
Acuerdo con la cuarentena nacional: muchos manifestaron su acuerdo con la medida nacional de la cuarentena. Sin embargo otros plantearon que la misma no fue planificada para dar una respuesta real a los problemas de las condiciones de vida en los sectores más vulnerables de la sociedad.
Profundización de la desigualdad social: muchos encuestados plantearon que la crisis del COVID-19 dejó en peores condiciones estructurales a la mayoría de la población de los sectores populares, dónde aumentan el riesgo de trasmisión del virus.
A modo de conclusión
Está encuesta,a pesar de ser realizada con muchas limitaciones estadísticas, pone de relieve la importancia de elaborar una respuesta conjunta de las y los trabajadores de la salud ante la crisis que genera el COVID-19. los sindicatos, nuestras instituciones de organización, deben comenzar con salir de la pasividad y ponerse al frente de las exigencias, que en esta situación, son vitales. Casi la totalidad de los trabajadores de la salud teme por infectarse y, principalmente, por infectar a miembros de sus familias. Por lo tanto debe existir una respuesta integral y no fragmentada o individualizada.
Hasta hace poco el sindicato SiTAS repartió algunos EPP para sus afiliados, pero ¿Y el resto? Los no afiliados a este sindicato podrán contagiarse y en cualquier momento contagiar a todos. Si bien no nos oponemos a esta medida, nos parece insuficiente porque el riesgo a infectarse será permanente mientras todas y todos no tengamos los EPP adecuados. Lo importante es que en este momento de crisis, los sindicatos deben posicionarse de otra manera, porque ya no es suficiente ser gestores de un salario porque lo que está en peligro es la vida del conjunto de los trabajadores y de sus familias.
Desde Salud desde las Bases seguimos sosteniendo que es crucial que los sindicatos convoquen a asambleas libres y democráticas para que todos los sectores tengan su voz. Llamamos a la más amplia unidad de todos los trabajadores, de todos los servicios, de planta permanente y precarizados, a qué tengan delegados de base por sector que respondan a los intereses de las y los trabajadores. Es necesario por medio de estos poner en pie comités de higiene y seguridad que nos permita opinar y tomar decisiones en el desarrollo de la pandemia.
Salud desde las Bases
Junio 2020
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