Meta, la empresa matriz de Facebook e Instagram, cambia sus políticas de contenidos. Bajo la excusa de la libertad de expresión, permitirá los discursos de odio. Días atrás, acorde a la era Trump, Zuckerberg se había sumado a la decisión de Elon Musk de cerrar el sistema de verificación de datos en sus plataformas.
Miércoles 15 de enero 01:44
Meta, la empresa matriz de Facebook, Instagram y Threads (red similar a Twitter), ha reformulado sus Normas Comunitarias eliminando el concepto de "discurso de odio". En su lugar, ha introducido el término “conducta de odio”, permitiendo insultos, descalificaciones y generalizaciones despectivas bajo la premisa de promover el debate político. Este cambio, anunciado por el CEO de Meta, Mark Zuckerberg, se suma a los reclamos de la extrema derecha internacional.
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El cambio en las políticas
Hasta hace poco, las políticas de Meta “prohibían” la mayoría de los ataques personales y comentarios discriminatorios. Sin embargo, los nuevos lineamientos eliminan ciertas restricciones, permitiendo expresiones que califican o etiquetan a personas en función de su orientación sexual, identidad de género o estado de salud mental. La empresa ha argumentado que estas modificaciones buscan "equilibrar la libertad de expresión y el manejo del contenido en sus plataformas". La nueva normativa justifica la permisividad con declaraciones como la de Joel Kaplan, director de Asuntos Globales de Meta: “No está bien que se puedan decir cosas en la televisión o en el Congreso, pero no en nuestras plataformas”. En línea con esta lógica, Meta ha sustituido los equipos de verificación de datos por un sistema de "notas de la comunidad", similar al que utiliza X (antes Twitter ), y ha relajado los filtros de moderación en favor de una supuesta “libertad de expresión”.
No es libertad de expresión, es discurso de odio
Magnates como Elon Musk, junto a la extrema derecha internacional, se oponen a las políticas inclusivas de la diversidad sexual y apuestan a los discursos de odio. Por eso pujan para que se modifiquen leyes que indican que se debe respetar la diversidad sexual y permitirán que se pueda utilizar el uso de lenguaje insultante y generalizaciones sobre temas como los derechos de las personas trans, la inmigración o la homosexualidad. Incluso avalan acusaciones de enfermedad mental o anormalidad basadas en género u orientación sexual. Mark Zuckerberg se sumó a estos lineamientos y modificó el último documento de normas de la comunidad de Meta sobre discurso de odio, donde afirman que: “Sí permitimos las acusaciones de enfermedad mental o anormalidad cuando se basan en el género o la orientación sexual, dado el discurso político y religioso sobre transexualidad y homosexualidad”.
La era Trump
Este cambio ha sido interpretado como un intento de Meta de alinearse con el modelo de libertad de expresión defendido por Elon Musk, propietario de X, y con el cambio político en Estados Unidos tras el regreso de Donald Trump. Zuckerberg parece haber abandonado cualquier apariencia de “progresismo” que intentó mostrar hasta ahora, para abrazar una visión desregulada de internet, más cercana a la filosofía de Musk y Trump.
David Armenteros, vicepresidente de la Federación Española LGTBI+, desmiente que lo que estén buscando sea la libertad de expresión: “No es cierto que se censure más mensaje de odio que antes” y agrega que “... todas las semanas vemos casos en los que se eliminan contenidos LGTBI. A mí me han borrado contenidos sobre LGTBIfobia por hablar de estos temas y, sin embargo, a mí me pueden llamar enfermo sin ningún problema porque eso es libertad de opinión”, asevera.
El impacto de esta nueva política será devastador, advirtió la Alianza Gay y Lésbica Contra la Difamación (GLAAD), una organización que defiende los derechos de la diversidad sexual en los medios de comunicación. Según su declaración, las plataformas de Meta, como Instagram, Facebook y Threads, corren el riesgo de transformarse en espacios peligrosos caracterizados por un aumento significativo en los discursos de odio, la violencia, el acoso y la propagación de desinformación. En palabras de la organización, "Meta se ha convertido en una empresa abiertamente anti-LGBTQ".
Milei junto a la derecha mundial
El discurso de odio de la extrema derecha mundial promociona el ataque a las diversidades sexuales. En Argentina, Milei y sus funcionarios encabezan esta cruzada contra los derechos de las mujeres y la diversidad sexual. En los últimos días, el Gobierno retiró contenidos relacionados con la Educación Sexual Integral (ESI) por considerarlos “adoctrinamiento”. Esa decisión se sumó a la que llevó adelante Jorge Macri en la Capital Federal, donde bloqueó el acceso público a toda la web porteña sobre ESI. “Encontramos desorden y documentos obsoletos”, justificó absurdamente Clara Muzzio, vicejefa de la Ciudad y presidenta de la Legislatura, mientras se avanza en una supuesta revisión “exhaustiva y neutral” de los contenidos.
La diputada porteña por el PTS-FITU, Andrea D’Atri, junto a un grupo de feministas, solicitó al gobierno porteño acceso a la información pública sobre la imprevista medida de Jorge Macri de censurar los contenidos públicos de ESI, que constaban en el sitio web del Ministerio de Educación porteño. En su pedido, las destacadas referentes de los feminismos alertan también sobre el incumplimiento de las leyes vigentes de ESI, tanto de la Ciudad como de Nación.
Los discursos de la derecha fomentan los crímenes de odio y niegan que el discurso de género haya logrado destacar que las desigualdades de género son un problema social, no individual, inherente a este sistema de explotación, capitalista y patriarcal.