Ciencia y tecnología. Investigadores del CONICET reclaman al gobierno nacional que se cumpla su pase a planta permanente

Desde diciembre de 2023, les trabajadores de la ciencia pública hemos sufrido el impacto de las políticas aplicadas por el gobierno nacional. En el marco de una drástica reducción presupuestaria, despidos y precarización de las condiciones de trabajo y la estabilidad laboral de diferentes estamentos de trabajadores de CONICET, formamos parte de un grupo de investigadores que fuimos seleccionades para ingresar al organismo, que luego fuimos designades en nuestros cargos con la asignación presupuestaria correspondiente… y sin embargo hasta el momento no hemos sido incorporades a la planta permanente del organismo. Somos doctores en ciencias con más de 10 años de formación en áreas relevantes y estratégicas para el desarrollo de la sociedad argentina, como en las ciencias de la salud, agropecuarias, sociales y humanidades, entre otras, que fuimos seleccionades mediante un intenso escrutinio para acceder competitivamente a los pocos cargos disponibles para la Carrera del Investigador Científico del CONICET que fueron llamados en 2020 y 2021.

Los tiempos administrativos para el ingreso efectivo a la Carrera del Investigador Científico (CIC) en CONICET son tradicionalmente lentos: es usual que desde la publicación de los resultados de los concursos hasta la designación pase aproximadamente un año, y a partir de la designación se extiende un plazo de 6 meses para que cada investigador realice el trámite para la toma de posesión del cargo. Asumiendo que ningún trabajador puede sobrevivir un año o más sin ingresos, CONICET solía otorgar becas extraordinarias para cubrir el período que media entre la selección para el ingreso y el alta efectiva. Sin embargo, a partir del 22 de diciembre el gobierno nacional tomó la decisión política de no permitir más ingresos a la administración pública.

Pese a haber cumplido en tiempo y forma todos los trámites para tomar posesión de cargos a los que accedimos por concurso en 2020 y 2021, esta decisión arbitraria implicó que al no haber ingresado a la administración pública antes de la fecha mencionada, se nos deniegue el acceso aduciendo “razones de índole presupuestaria”. Esto último es falso, ya que las mismas resoluciones de designación mencionan las partidas presupuestarias a las que se imputa el gasto y son previas a la decisión política de cortar absolutamente el ingreso de nuevos agentes.

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Quienes antes de ganar el concurso de ingreso a CIC eran becaries en CONICET, o llegaron a solicitar becas extraordinarias a lo largo de 2023, al menos cuentan con un ingreso mensual (aunque a modo de “estipendio” y no de salario), pero no tienen ninguna certeza sobre la continuidad de esta situación y menos aún sobre la posibilidad de acceder al puesto concursado. Más preocupante aún es la situación de les compañeres que debieran haber tomado posesión de sus cargos a partir de enero de 2024 sin vinculación previa con CONICET, ya que se les niega el ingreso y no se les ofrece ninguna medida transitoria para sostenerse económicamente.

Actualmente, poco más de 40 trabajadores estamos en esta situación, con la designación para ocupar un puesto de trabajo calificado al que accedimos por concurso público, pero sin ninguna certeza sobre nuestro futuro. De no resolverse la cuestión de fondo, cada mes se irán sumando más colegas a la lista, a medida que se venzan los plazos de prórrogas (por ejemplo, por estancias de investigación en el exterior) y licencias (por ejemplo, por maternidad) solicitadas.

En el plano de la economía de cada trabajador/a y la planificación de la vida familiar, la incertidumbre sobre el ingreso a CONICET y la continuidad laboral tiene un impacto directo. Muches de nosotres hemos renunciado a otros trabajos para no incurrir en incompatibilidades con esas designaciones que ahora el propio estado incumple. En muchos casos, la toma de posesión del cargo implica que nos traslademos a otra ciudad, en decisiones que implicaron un cambio importante en la vida de cada familia.

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Por otra parte, el incumplimiento del estado nacional con respecto a los compromisos asumidos con les trabajadores y las instituciones del sistema de CyT implica un impacto de consecuencias aún impredecibles en sus alcances sobre la continuidad de proyectos de investigación y los aportes directos e indirectos que la ciencia pública realiza para la salud de la población, la educación, el medio ambiente o la administración de justicia, entre muchos otros aspectos de nuestra vida cotidiana atravesados por políticas públicas que no existirían sin trabajadores y trabajadoras que las sostienen día a día.

Si bien hemos realizado reiterados reclamos por las vías administrativas pertinentes, la respuesta que hemos obtenido oficialmente se limita a decirnos que “no hay plata”. Sin embargo, las partidas presupuestarias para solventar nuestro ingreso a CONICET ya estaban asignadas en el presupuesto 2023. Precarizar o dejar sin trabajo a cuatro decenas de trabajadores de la ciencia no impacta significativamente en el balance de las cuentas públicas. Pero sí implica la confirmación de una política de vaciamiento y destrucción de la ciencia pública y de lo público en general.

Como trabajadores, reclamamos que se respete nuestro derecho a trabajar, así como las condiciones legalmente establecidas de estabilidad del empleo público. Como trabajadores de la ciencia pública, seguiremos apostando por la construcción colectiva del conocimiento y por la necesidad de hacer más y mejor ciencia al servicio de las necesidades comunes.

Designades CIC 2023