Una reseña de Isabella, la nueva película de Matías Piñeiro que participa en la Competencia Internacional del Festival
Diego De Angelis @DieDeAngelis
Lunes 23 de noviembre de 2020 09:10
Isabella (2020), la nueva película de Matías Piñeiro (El hombre robado, Todos mienten, Rosalinda, Viola, La princesa de Francia y Hermia & Helena) deja traslucir, acaso como ninguna de sus otras películas, el modo de inmiscuirse -o entrometerse- en el universo de las comedias de W. Shakespeare, en el que una vez más reincide y profundiza. Un rodeo continuo alrededor de obras clásicas del dramaturgo inglés que expresa el interés del cineasta por explorar, hasta las últimas consecuencias, la diversidad de variantes, la multiplicidad de matices, que puede suscitar la relación del dispositivo cinematográfico con el universo mencionado. Inmiscuirse no es otra cosa que mezclar-se.
En el comienzo de la película, en la presentación de los créditos iniciales, la imagen aparecerá constituida por una serie de rectángulos, uno dentro de otro, y ocupada por la preeminencia de un color que varía de tonalidad, sucesiva y delicadamente. Un movimiento sutil que sugiere intermitencia, un ida y vuelta, un parpadeo. Un ligero deslizarse como fundamento último del trabajo con la puesta en escena.
El color que inaugura la película es el púrpura. Y es el color que sustenta simbólicamente una obra de teatro sobre rituales y dilemas escrita por Mariel (María Villar), protagonista del film. Una actriz de Buenos Aires que desea conseguir el papel de Isabella, heroína de la comedia shakespereana Medida por medida, en la que es asistente su hermano. Para conseguirlo deberá, en una audición exigente, contestar un formulario personal, improvisar un monólogo basado en alguna experiencia de vida con su hermano en donde se cuente un dilema moral y, por último, la audición propiamente dicha, la interpretación de una escena de la obra de Shakespeare. Y sin embargo, lo más complicado será lidiar con sus propias frustraciones e inseguridades, concentradas, como en un espejo deformante, en la figura de Luciana (Agustina Muñoz), una antigua compañera de teatro, amante de su hermano y que es convocada también a participar de la audición por un papel que ya había interpretado en una versión anterior. Prueba aún más difícil: Luciana tiene más experiencia y, sobre todo, mayor confianza en sí misma.
No obstante, la particularidad de Isabella, su condición notoriamente peculiar, se encuentra en la forma -compleja- en que el director organiza la narración de la historia. Lo hace a partir un despliegue alternado de breves escenas que no siguen ningún tipo de orden temporal ni espacial. Todo lo contrario: su disposición es aleatoria. Como un mosaico en donde distintos tonos de un mismo color se entreveran y revelan múltiples posibilidades combinatorias.
El relato se desplaza fragmentado e intermitente, mediante avances, retrocesos e intervalos, de un lugar a otro y en diferentes momentos. La alternancia define la configuración narrativa: la llegada al lugar donde se desarrolla la audición y después, en un abrir y cerrar de ojos, los paseos que comparten Mariel y Luciana, algún tiempo antes, en las Sierras de Córdoba. La preparación de una puesta teatral y después el ensayo de los parlamentos de la obra de Shakespeare. Mariel embarazada de siete meses y luego Mariel caminando con el cochecito y su hijo por la Reserva Ecológica. Una escena cercana al comienzo es paradigmática al respecto: la protagonista, mientras espera su turno para la audición, trabaja con la disposición de pequeños trozos de papel de color púrpura para definir una cuestión central de la escenografía de una pieza teatral.
En Isabella, todo permanecerá circunscrito al proceso de composición de una obra, en el conjunto de sus determinaciones: la escritura, los ensayos, la escenografía, las audiciones. Y más allá también: el orden de una frase, la repetición lúdica de un parlamento, el trabajo de un texto sobre otro. A su vez, una interrogación permanente sobre los modos heterogéneos que puede asumir una ficción. En definitiva, el fascinante universo de la representación y el artificio, pero que desplegado hasta sus últimas consecuencias puede acechar demasiado cerca el peligro cierto de quedar por completo capturado allí, hasta que ya no sea posible distinguir nada que no sea una parte más del decorado.
Trailer:
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Elenco
María Villar, Agustina Muñoz, Pablo Sigal, Gabi Saidón, Ana Cambre
Equipo Técnico
Dirección: Matías Piñeiro
Guión: Matías Piñeiro
Fotografía: Fernando Lockett
Música: Santi Grandone y Gabriela Saidón
Edición: Sebastián Schjaer
Sonido: Mercedes Tennina
Producción: Melanie Schapiro
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Días de proyección de la película: 21, 22, 23 DE NOVIEMBRE
Programación completa: https://www.mardelplatafilmfest.com/
Para ver la película es necesario hacer clik en el apartado “ver película”, registrarse
una única vez y así se habilita a participar. Las funciones se abren a las 10 de la
mañana y estarán disponibles 72 horas. La capacidad de la sala virtual es limitada
por lo que es recomendable registrarse temprano.
Diego De Angelis
Nació en Buenos Aires en 1983. Licenciado en Letras en la UBA, escribe sobre literatura y cine en diferentes medios. Programa y coordina el ciclo "Cine para lectores".