CABA. Jorge Macri sigue recortando el Programa Cultural en Barrios

A pesar de haber participado de la apertura de la Feria del Libro de Buenos Aires, para diferenciarse del gobierno nacional y mostrarse como un derechista “amigo de la cultura”, lo cierto es que Jorge Macri aplica su propio plan motosierra contra la producción cultural.

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El Programa Cultural en Barrios, que cumple 40 años brindando talleres gratuitos a los vecinos de la ciudad de Buenos Aires, es uno de los focos de ataque. El Ministerio de Cultura, ahora conducido por Gabriela Ricardes –una funcionaria muy cercana al ya experimentado ajustador Hernán Lombardi- tiene como estrategia el vaciamiento progresivo de la oferta de talleres en los casi 40 centros culturales de la ciudad. Para eso designaron desde principios de año a una nueva Gerencia del programa que empezó su gestión con aprietes, destratos y ataques de todo tipo.

Los ataques centrales del son:

1) Quita de horas cátedras a los docentes, lo que en algunos casos implica una reducción salarial del 25%

2) Contratos por tres meses, que implica no solo inestabilidad laboral sino incertidumbre sobre la continuidad de los talleres.

3) No actualizar los sueldos según la inflación y en algunos casos retraso en el pago del mes de abril, ya trabajado.

4) No reemplazar a las personas que renunciaron en el último tiempo, recortando por esa vía la oferta de talleres.

5) A todo esto ahora se suma la baja compulsiva de docentes que se jubilaron en el ámbito privado y que podrían seguir trabajando en el ámbito público. Una medida totalmente ilegal.

En total hay 50 docentes en esta situación y el pasado viernes recibieron un correo insólito de parte de la gerencia del Programa instándolos a renunciar a su jubilación para poder seguir trabajando en los centros culturales. Aquellos que se nieguen a renunciar a su jubilación en el ámbito privado “no deben presentarse a trabajar el lunes 13”, decía el mail. Por fortuna los y las trabajadoras no se dejaron amedrentar y se presentaron igual, pero aún esperan una convocatoria de parte de sus sindicatos para luchar contra semejante arbitrariedad.

“En todo el programa los desplazados fueron alrededor de cincuenta”, declararon trabajadores del Centro Cultural “Baldomero Fernández Moreno” a un medio local de su barrio en la Comuna 10 (Floresta y su mundo). “En nuestro barrio el caso más resonante, fue de una profesora que lleva más de 20 años enseñando y fue desplazada sin preaviso dejando a los talleristas colgados”.

Una trabajadora que se desempeña en dos centros culturales comentó a La Izquierda Diario: “Yo me jubilé el año pasado en el sector privado, avisé en tiempo y forma, me hicieron todos los descuentos. Me pagaron enero, febrero y marzo con el recorte de horas. Abril lo trabajé y aún no me pagaron. Este viernes mandaron, desde Gerencia, un mail a los coordinadores de los Centros Culturales con copia a nosotros. En ese mail dicen que tenemos que renunciar a nuestra jubilación para seguir en el Programa y sino que desde el lunes 13 no nos teníamos que presentar a trabajar. Por supuesto que fuimos todos a trabajar igual, porque no tenemos nada oficial sino un mail que mandaron de gerencia, con un link para que nos diéramos de baja de nuestra jubilación: una cosa de locos, totalmente ilegal. Nos quieren torcer, nos quieren agotar, pero pienso seguirla hasta las últimas consecuencias, no se la van a llevar de arriba”

En febrero pasado trabajadores y trabajadoras de los centros culturales se manifestaron frente a la Casa de la Cultura de la ciudad convocados por ATE Capital y Sutecba. Se lograron algunas medidas parciales a partir de esa movilización, pero el ajuste y el vaciamiento sigue. Es necesario que los sindicatos del sector se pongan a la cabeza de un plan de lucha para frenar el plan motosierra.