A más de 100 años de la instauración del Día Internacional de la Mujer, se hace necesario salir a las calles, porque en esta democracia degradada (de los ricos) las condiciones de la mayoría de las mujeres y niñas en México y el mundo, no solo no han mejorado, sino que se han recrudecido terriblemente. Es un “nuevo régimen” que profundiza viejas lacras capitalistas.
Martes 10 de marzo de 2015
Imagen: Pan y Rosas México.
El 10 de agosto de 1910 durante el 2° Congreso internacional de mujeres realizado en Dinamarca, las alemanas Clara Zetkin y Kate Duncker propusieron un día Internacional de la mujer trabajadora, es así como el 08 de marzo quedó marcado en el calendario internacional en honor a todas las mujeres que lucharon incansablemente por mejores condiciones de vida y trabajo.
En nuestro país este día llega en el marco de un profundo descontento contra el gobierno, abierto a raíz de la desaparición de normalistas de Ayotzinapa, y que ha provocado una fuerte crisis política al régimen mexicano, sus partidos y sus instituciones –incluidas las fuerzas armadas-.
Ayotzinapa dejó evidenciado ante millones las consecuencias de las profundas contradicciones económicas y sociales, generadas a partir del capitalismo semicolonial mexicano subordinado al imperialismo yankee. Cada uno de los abusos y de los padecimientos sufridos por el pueblo mexicano estuvo presente en el grito “Ayotzinapa somos todos”. A la par, brutalmente se hace presente el feminicidio: cada 3 horas con 20 min le arrebatan la vida a una de nosotras a lo largo y ancho de país.
Al asesinato y desaparición de miles de mujeres y niñas en todo el país, se suman las precarias condiciones de vida y trabajo para millones de mujeres de las clases pobres y trabajadoras. La situación de las mujeres es sumamente difícil al percibir sólo entre el 68.7 y 70.6% de los ingresos que ganan los hombres por realizar la misma actividad y con el mismo nivel de estudios. Además, estas mujeres tienen que cumplir con una jornada extra de trabajo al cubrir las labores domésticas y el cuidado de los hijos, enfermos y ancianos.
Este domingo tuvo como primer parada un encuentro con las Madres de Ayotzinapa para escuchar de su viva voz su inquebrantable lucha, en la cual hicieron un llamado a todas y todos a no dejarlas solas en su demanda de aparición con vida de sus hijos y castigo a los culpables, señalando al Estado como responsable y reafirmando la consigna de " Vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
Posteriormente se llevó a cabo una importante movilización en la Ciudad de México, la cual fue encabezada por las madres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Norma Andrade, fundadora de Nuestras Hijas de Regreso a Casa, y Yakiri Rubio, sobreviviente de un intento de feminicidio. Además estuvieron presentes el Colectivo de Igualdad de Género, una comisión de la Nueva Central de Trabajadores, Tranviarios de México, el FPDT y diversas agrupaciones populares y de mujeres. Pan y Rosas y el Movimiento de los Trabajadores Socialistas participaron con un destacado contingente de más de 200 personas, entre mujeres, jóvenes y trabajadoras de la salud, docentes, trabajadoras y trabajadores de la Caja de Ahorro de los Telefonistas (quienes vienen denunciando los despidos injustificados del burócrata sindical Hernández Juárez y el acoso sexual que enfrentaron varias trabajadoras en su centro de trabajo).
En entrevista para La Izquierda Diario, integrantes de la agrupación Pan y Rosas manifestaron: “Nos dimos a la tarea de organizar una intensa jornada de discusiones y acciones para preparar una gran movilización junto a las madres de Ayotzinapa, madres que buscan a sus hijas desparecidas, trabajadoras de distintitos sectores que están en pie de lucha enfrentando el ataque de este gobierno patronal a sus conquistas laborales y contra los salarios de miseria, como las trabajadoras del GDF que vienen enfrentando la reforma al artículo 123 apartado B, que golpea el contrato colectivo y el derecho a huelga. Hacemos un llamado a seguir impulsando unitariamente acciones contra el feminicidio y este régimen asesino que no tiene nada que ofrecer”.
Durante el encuentro, plantearon la necesidad de coordinar todas las luchas, exigieron justicia para las miles de asesinadas en este país y la libertad inmediata de las presas políticas Nestora Salgado y Jaqueline Santana. Cerrando su participación llamando a votar contra el feminicidio, los salarios de miseria y por la aparición con vida de los 43 normalistas, y a tomar la lucha en nuestras propias manos construyendo una alternativa independiente.