Esta semana reanudaron las audiencias de debate, con fuertes testimonios, que dieron cuenta del centro clandestino de detención y tortura que funcionó en la delegación local de Policía Federal.
Jueves 24 de marzo de 2016
El día 21 de Marzo se reanudaron las audiencias del juicio la Escuelita IV de Neuquén, que continuaron el día 22 y 23. En esta oportunidad escuchamos los testimonios de quienes fueron víctimas del actuar represivo en aquellos años en la provincia, como el caso de Alicia Figuera de Murphy y Norberto Sáez, Jorge Onofri y Jorge Ruiz. También se presentaron integrantes de la Policía Federal en aquellos años- fuerza que llega a este juicio como parte del circuito represivo-, como Pedro Pablo Fernández y Francisco Jauregui, quienes terminaron con pedidos tanto del tribunal como de las querellas de ser imputados por delito de falso testimonios luego de sostener con espantoso cinismo durante toda su declaración “no saber” qué ocurría en la Argentina en aquellos años.
El testimonio de Alicia Figueira de Murphy, quien fue secuestrada el 9 de Junio de 1976, junto a Alicia Pifarré- desaparecida hasta el día de la fecha- estuvo cargado de emotividad. En la parte más desgarradora de su testimonio relató las conciencias que durante años dejaron los hechos que le impusieron vivir, el secuestro por Guglielminetti, y los recuerdos que hoy continúan. Nos contó que para ella había sido terrible en su vida, vivir con el temor de salir a la calle, de hablar con gente, y lo que más la atormentaba eran los gritos de Alicia Pifarré que no pudo sacar de su cabeza durante todos estos años.
Estremecedor resultó también los relatos de Roberto Néstor Saez, quien fuera conscripto en aquel momento, secuestrado y torturado durante meses. Relato las distintas formas de torturas a las que fue sometido con el objetivo de que "largara nombres" por su participación política y social y por supuesta ligazón con De Nevares. Contó el terror con el que vivió durante años sin contar nada a nadie, hasta que se animo a declarar en el año 2007 y que lo hizo pensando que debe haber algún tipo de justicia y sintiendo responsabilidad por haber sobrevivido cuando muchos no lo hicieron. Revivió en palabras el ensañamiento que tenia Sommer, imputado integrante de la PFA en Neuquén -a quien reconoció en la misma sala de audiencia - con la torturas, y con indignación recordó que inclusive y en una clara actitud de provocación fue años después al domicilio donde él había puesto un negocio y "que ahora ponen cara de buenitos en este Tribunal”
Ya en la última jornada de la semana escuchamos a Jorge Onofri, describió con detalle los momentos de su detención, en los que contaba tan solo con 17 años, diciendo no entender en ese momento ni durante años por qué lo habían hecho-y por qué se detenía a pibes como él, como su amiga Leticia Veraldi, que lo único que hacían era expresarse a través del arte que hacían. El formaba parte de un grupo de títeres en la región y tuvo que sufrir el secuestro y hasta la desaparición de varios de compañeros, como Leticia, aún hoy desaparecida. Durante muchísimos años no pudo contar lo que le sucedió, hasta que lo hizo en el 2009, habiendo sido citado a declarar, pudo ir hilando esos retazos de su vida. Contó durante dos horas de declaración que a medida de ir conociendo lo que paso ahora se da cuenta de la estructura que había detrás de esto, y que por haber viajado por Latinoamérica en ese momento se dio cuenta también que esto formaba parte de un plan económico que no solo se limitaba a Argentina, que debía llevarse a cabo ejecutado con un proyecto político, en todos los países con las mismas metodologías, con diferentes grados de violencia, con diferente grado de participación de las distintas fuerzas, pero que había un gran proyecto ligado a grandes intereses económicos. También él fue contundente en relatar las consecuencias de la impunidad, el hecho de que estos represores caminen por las calles como nosotros.
De estos testimonios lo que más retumbo en la sala fue el reclamo de justicia, poniendo de resalto que este juicio llega tarde, que ya han pasado 40 años y estos represores se mueren o vienen a estos juicios “vetustos con caras de buenos”, que las consecuencias psicológicas y para la sociedad de estos años de impunidad fueron enormes.
Nuevamente en la última audiencia conmovieron las palabras de Inés, Madre de Plaza de Mayo filial Neuquén y Alto Valle, que a pedido de esta querella pudo manifestarle al Tribunal en el juicio que a pesar de tener 88 años siguen firmes en la lucha por la justicia, que no van a dar ni un paso atrás y que no los conmueven estos genocidas que se hacen los buenos hombres y padres cuando se sientan en ese banquillo de acusados.
Nuevamente estos testimonios y el transcurso de esta nueva etapa del juicio pone de manifiesto la necesidad de lo que hace años reclamamos desde el Ce.Pro.D.H., la apertura sin censura de todos los archivos del Estado para conocer la verdad y terminar con juicios desmembrados, que se los juzgue por circuito o centro clandestino de detención y por lo que realmente hicieron: un genocidio, con cárcel común y efectiva.
Con la fortaleza de continuar en esta pelea y con la bandera de los 30.000 compañeros detenidos desaparecidos bien en alto es que llamamos a ser miles en las calles de todo el país ante un nuevo aniversario del golpe genocida. Contra la impunidad de ayer y de hoy y repudiando con todas nuestras fuerzas la provocación que significa que se encuentre en el país Barack Obama, representante del imperialismo en la Argentina en una fecha como esta.