La Corte Suprema condenó a un trabajador a pagar un reclamo que perdió, cuestionando el principio de gratuidad. Algunos aprovecharon para generalizar el caso, a tono con la campaña macrista contra “la industria del juicio”.
Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2
Miércoles 5 de julio de 2017
Este martes se conoció un fallo de la Corte Suprema que tuvo amplia repercusión en los medios. Se trata de la causa "López, Enrique Eduardo c/ Horizonte Compañía Argentina de Seguros Generales S.A. s/ accidente – ley especial".
López había tenido un accidente en el camino al trabajo, y le inició una demanda a la empresa. El fallo no explica por qué motivos, pero López no se presentó en una pericia médica y perdió el juicio.
El primer tribunal le ordenó “pagar las costas” (honorario de abogados y peritos) al trabajador, pero la Sala III de la cámara laboral porteña dispuso lo contrario: los gastos debían correr por cuenta de la empresa, “de lo contrario se violaría el derecho de acceso a la justicia consagrado por la Convención Americana sobre Derechos Humanos”.
La Corte vendría a poner fin al debate. Este 4 de julio emitió un fallo firmado por Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Juan Maqueda y Carlos Rosenkrantz. Allí resolvió que resolvió que "cuando un trabajador pierde –por su culpa– un juicio laboral debe pagar todos los gastos ocasionados por ese juicio en concepto de honorarios de los abogados y los peritos que hayan intervenido".
Hasta aquí, “los hechos”.
Todo fallo es político
Aunque en la práctica muchas veces los trabajadores deben pagar “las costas”, lo cierto que con este fallo la Corte busca sentar un antecedente firme. Aunque aclara que es para los casos donde hay “renuencia” del trabajador a que se pueda comprobar el hecho, envía un mensaje sobre el principio de gratuidad para que los trabajadores puedan demandar ante las empresas.
Nadie sabe, por ejemplo, los motivos por los que López no concurrió a las pericias. Si no le llegó la citación a su domicilio o no pudo hacerlo por un problema personal. Sin embargo, la Corte decidió tomar ese caso en particular, para pronunciarse fuertemente.
La Corte, que siempre elige fallar sobre determinados casos para pronunciarse políticamente, tomó el caso López para marca su posición en el debate sobre “la justicia laboral”.
Y no lo hace en un momento casual. En los últimos meses el mismo Presidente Macri ha iniciado una cruzada contra lo que llamó “la mafia de la industria del juicio”, acusando a los juicios laborales de la crisis y el cierre de empresas. En realidad, detrás de ese ataque a la “justicia laboral” se esconde un ataque a los derechos de los trabajadores, entre ellos el de reclamar por accidentes o cualquier incumplimiento de las empresas. Como señaló hace poco el presidente de la Asociación de Abogados Laboralistas, Matías Cremonte, “no hay industria del juicio. Hay industria del incumplimiento. Macri no ataca a los abogados ni a los jueces, ataca a los trabajadores”.
La Corte, que siempre elige fallar sobre determinados casos para pronunciarse políticamente, tomó el caso López para marca su posición en el debate. Como reconoce el mismo portal Infobae, “la Corte Suprema, en una decisión que se prevé contribuirá a desmantelar la industria del juicio laboral, revocó la decisión de la cámara”.
Una campaña de miedo
En la tarde de este martes, la noticia fue destacada en los portales de los principales diarios. No fueron casuales los títulos elegidos. Clarín tituló “Fallo de la Corte: si un trabajador pierde un juicio, debe pagar los gastos”. La Nación: “La Corte dispuso que un empleado que perdió un juicio laboral debe pagar todos los gastos”. Infobae: “Un fallo de la Corte Suprema de Justicia desalienta el juicio laboral sin fundamentos”. El Cronista: “La Corte resolvió que el trabajador que pierde un juicio laboral debe pagar los gastos”.
Muchos abogados empezaron a recibir mensajes de trabajadores a los que representan. “¿Qué onda lo de la Corte? ¿Conviene seguir?”.
Así planteado, cualquier trabajador que inicia un juicio y lo pierde, no importan los motivos, tendría que pagar gastos que en general le resultan inaccesibles. Aunque dentro de las notas se explica el caso López y sus pormenores, algunos medios aprovecharon para generalizar el caso y atemorizar con la idea general de “el que pierde paga”. Entonces, aunque te hayas “roto” en el trabajo o te estén haciendo un fraude laboral, “mejor pensalo dos veces antes de reclamar”.
Muchos abogados empezaron a recibir mensajes de trabajadores a los que representan. “¿Qué onda lo de la Corte? ¿Conviene seguir?”.
La realidad es que aún con el fallo de la Corte, si por ejemplo un trabajador inicia una demanda por accidente, enfermedad laboral o despido y los jueces entienden que no le asiste el derecho o que lo que se reclama no le corresponde, no debe afrontar los gastos del juicio.
Pero la operación ya estaba en marcha.
La mafia de las ART y los Preventivos truchos
Como decíamos antes, el fallo de la Corte y el discurso del gobierno son parte de una ofensiva contra los derechos obreros, que los empresarios envalentonados traducen en despidos y persecuciones.
Pero hay otro hecho que se intenta ocultar detrás del caso López y el pronunciamiento de los "supremos". La “industria” que realmente goza de buena salud en Argentina es la de las Aseguradoras de Riesgos de Trabajo (ART).
Según un estudio basado en las estadísticas de cámara que las nuclea, “solo el 19 por ciento de los accidentes de trabajo llegan a juicio”. Si tomamos la cantidad de trabajadores asegurados, 10 millones, “las demandas presentadas representan sólo el 1 por ciento de los trabajadores cubiertos por el Sistema de Riesgos de Trabajo” (Centro de Estudios Atenea).
41% aumentaron sus ganancias en 2016: la “industria” que realmente goza de buena salud es la de las Aseguradoras de Riesgos de Trabajo (ART).
Eso desmiente no solo el verso de la “litigiosidad” del sistema, sino que revela el negocio empresario con la salud obrera. El año pasado las ART aumentaron sus ganancias un 41%, superando los 9500 millones de pesos.
Con campañas como "el que pierde paga", las empresas en general quieren tener más impunidad para incumplir derecho, las aseguradoras en particular para mejorar su rentabilidad.
Para terminar, un ejemplo muy simbólico.
En PepsiCo, de un lado están las trabajadoras que hoy luchan por no quedar en la calle. Se lastimaron trabajando en esa fábrica. A los 40 años, y a pesar de que habían conquistado derechos que en otras fábricas no existen, tienen los hombros lesionados, rectificada la cervical, pinzamientos, hernias, tendinitis en los codos, brazos y antebrazos.
Del otro lado, está la multinacional que tiene ganancias millonarias pero decidió el cierre de su planta de Florida con el solo objetivo de sacarse de encima la organización obrera y producir con trabajo más precario, con menos derechos, donde las trabajadoras se rompan más y no tenga derecho a reclamar. Para eso, presentó un Procedimiento Preventivo de Crisis, suspendió a sus trabajadores y dispuso un lock out ofensivo. Una maniobra totalmente ilegal que el Ministerio de Trabajo de Macri ha avalado.
En eso, también, es un conflicto testigo.
Lucho Aguilar
Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.