En La Plaza de los Dos Congresos el pasado jueves 27 se volvían a levantar las banderas de la lucha por justicia hacia los pibes de diferentes barrios asesinados por la yuta. Jóvenes, laburantes y por sobre todo pibes de un sector de la sociedad a la que marginan día a día, dándoles el cruel final que a los ojos de los adinerados es una salida: su asesinato.
Nico Sad @NikoRamone1
Sábado 29 de agosto de 2015
Esa tarde estuvo llena de caras de rabia hacia funcionarios públicos y la policía, hacia los responsables del “gatillo fácil” que callaron la voz de miles de pibes quienes ya no se pueden defender más que con sus seres queridos y organizaciones de DDHH y políticas dando batalla en las manifestaciones en las calles exigiendo justicia.
Estuvieron presentes los padres de las víctimas de conocidos casos como Luciano Arruga, quien se había negado a robar para la Policía Federal y el 31 de Enero de 2009 esa misma policía lo “desaparece” de forma impune, apareciendo 5 años después como cuerpo NN enterrado en una fosa común. La policía actuó igual que los milicos en la dictadura genocida.
Lo mismo hicieron con Ismael Sosa, quien fue a disfrutar un recital de La Renga el 24 de enero de este año en Córdoba, y la policía lo reprimió frente a sus amigos y demás fans de la banda, lo “desaparecieron” y 5 días después lo hacen aparecer tirado en un arroyo. Mediante autopsias descubrieron que no había agua en sus pulmones lo que apuntaba a que fue brutalmente golpeado hasta matarlo.
Otros casos como Daniel Solano “desaparecido” en Noviembre de 2011 hasta el día de hoy, por negarse a ser buchón de la Empresa Agrocosecha S.A (Multinacional Exporfrut). Facundo Rivera Alegre que salió a bailar con los amigos, fue detenido el 19 de Enero de 2012 y jamás se volvió a saber de él. Hay decenas y decenas de casos de ese estilo.
En la marcha hacia la histórica Plaza de Mayo se veían a lo largo cientos de pibes con diferentes iniciativas para que estos reclamos lleguen a los oídos de todxs, se hizo sentir la propuesta de un gran movimiento de artistas y jóvenes que luchan contra la impunidad policial, la violenta precarización laboral, los derechos de las mujeres y cientos de reclamos más que puedan expresarse mediante el arte.
Ya instalados en la Plaza de Mayo, entre habladas de los padres de las víctimas y charlas entre familiares y militantes, se ve a un chico afinando una guitarra con todo el equipo de sonido y percusión armado para gritar sus verdades del modo que mejor lo hacen y más les gusta, a través de su arte, la música.
Ellos son Perro verde, Demian (guitarra y voz), Gustavo "il Monillo" (Bajo y Coros) y Joel (Batería), faltando 4 músicos más que por la atadura del trabajo no pudieron viajar.
