Después de un año del travesticidio de Diana Sacayan, los fiscales de instrucción elevaron a juicio el expediante, siendo el principal sospechoso su expareja.
Jueves 10 de noviembre de 2016
El pasado 13 de octubre de 2015 se conoció la trágica noticia del asesinato de la activista y dirigente travesti Diana Sacayán. El impacto fue duro sobre la comunidad transgénero que volvía de llevar sus demandas al Encuentro Nacional de Mujeres.
Diana Sacayán era reconocida por ser parte de la elaboración de la ley de cupo laboral trans -que lleva su nombre- además de ser dirigente de organizaciones por los derechos de la diversidad sexual.
En el día de hoy se dio a conocer la elevación a juicio por parte de los fiscales de instrucción Di Lello y Labozetta, imputando a Gabriel David Marino -pareja de Sacayán- de homicidio triplemente agravado.
La figura de femicidio en la que enmarcó el juez que investigó el caso de Diana fue resistida por los fiscales que elevaron a juicio al principal sospechoso, negando la identidad autopercibida de Diana con argumentos biologicistas, y negando así también los derechos conquistados a través de la Ley 26.743 de Identidad de Género.
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A su vez, continúa la discusión sobre la existencia de la figura de “travesticidio”. Así como la figura de femicidio visibiliza ante al Estado que a las mujeres se las asesina por el hecho de ser mujeres, es necesario también que se visibilice el asesinato de personas trans por su identidad de género. Por eso es imprescindible registrar como travesticidio cada uno de los asesinatos transfóbicos. El registro de que una mujer es asesinada cada 27 horas reveló frente a la sociedad la emergencia de género y originó el fenómeno #NiUnaMenos en el que cientos de miles de mujeres organizaron su bronca denunciando a los gobiernos como responsables de este crimen social.
Transfobia en los medios y en la justicia
No es novedad que los medios se descarguen con amarillismo y morbosidad hacia las personas trans. Así se denunció cuando se conoció el caso de Evelyn Rojas, donde los medios la nombraban en masculino, la policía filtro las fotos de su cuerpo, y se ahondó en los detalles de su muerte -como así lo hizo Infobae en la nota sobre Diana Sacayán- ligando siempre el ser trans con la prostitución o con situaciones delictivas.
Cabe recordar que hace unos días se dictaminó la absolución a los policías acusados por el abuso sexual a Celeste, joven trans tucumana. La misma policía que encerró a Belén con prisión preventiva por haber sufrido un aborto espontáneo.
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En este sentido, Tomás Mascolo, activista trans y redactor de La Izquierda Diario sostuvo: “Año 2016, a cuatro años de la Ley de Identidad, a más de 6 del matrimonio igualitario. Asesinan a Diana Sacayán y su femicida dice que la "mató por puto". Es menester organizarnos para acabar con este tipo de opresión y salir a ganar las calles como lo demostró el movimiento de mujeres por #NiUnaMenos. Por eso iremos este 19N al acto de la Izquierda en Atlanta y a la marcha del orgullo del 26 de noviembre. Porque si nos tocan a una nos organizamos miles”.
Lejos de ser un amedrentamiento frente a todos los casos de violencia, las personas trans se organizan en todo el país para seguir luchando por sus derechos, como lo fue la enorme movilización del NiUnaMenos, así también la marcha que se hizo el 14 de junio contra los travesticidios, y ahora se preparan para una nueva marcha del orgullo, en la que levantarán sus consignas por la inclusión laboral trans, la implementación sanitaria de la Ley de Identidad de Género, por justicia por Laura Moyano, y contra la persecución policial a través de los códigos contravencionales.