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Boxeo. Karen “Burbuja” Carabajal: “El boxeo encaminó y salvó mi vida”

Campeona que busca volver a pelear por el título mundial -“Y conseguirlo esta vez”, declara- cuenta las diferencias con el boxeo masculino y el creciente protagonismo femenino en charla a puño limpio.

Martes 14 de enero 20:00

Karen Burbuja Carabajal en plena jornada de entrenamiento en el gimnasio Defensores de la Boca. Fotos: @sinflash2024.

Karen Burbuja Carabajal en plena jornada de entrenamiento en el gimnasio Defensores de la Boca. Fotos: @sinflash2024.

Es campeona argentina en categoría ligero y dos veces retadora mundial en esta misma categoría. Ex-campeona argentina, sudamericana y latina en categoría Superpluma.. Se llama Karen Elizabeth Carabajal, porteña de 34 años, boxeadora profesional desde 2013 y psicóloga desde 2015, especializada en problemáticas de drogadependencia en el área de la niñez, adolescencia y familia.

Nos abrió la puerta de su gimnasio Defensores de la Boca, en el histórico barrio tanguero de la Capital, donde entrena y enseña boxeo a muchos chicos y chicas que asisten diariamente, amateurs y deportistas profesionales. A poco de iniciado el nuevo año -y con fotos que son gentileza de la cuenta de Instagram @sinflash2024, conversamos con Karen de su trayectoria y logros, proyectos y desafíos pendientes.

LID - En agosto del 2013 debutaste como boxeadora profesional y dos años después te graduabas como psicóloga en la Universidad de Buenos Aires. Imagino años intensos y de mucho sacrificio. Por dónde comenzar la charla… empecemos por el boxeo. ¿Por qué elegiste este deporte?

KC - Llegué al boxeo medio de casualidad, estaba en plena adolescencia, tenía 16 años y en ese momento uno necesita sentir que hace algo diferente al resto. Yo veía algo de boxeo por televisión a veces cuando mi papá miraba, pero muy por encima. Me parecía un deporte complicado, muy difícil… claramente no eran solamente dos personas arriba de un ring pegándose sino que había algo más atrás y ese interés por saber de qué se trataba y de saber cómo se hacía, me llevó también a elegir al boxeo. Aproveché que unas amigas se habían anotado en el Almagro Boxing Club y fui con ellas, arranqué ahí. Nunca había pensado en ser boxeadora ni nada, simplemente quería aprender y allí conocí al profe Fernando Albelo. Él fue quien me contagió el amor por este deporte y me impulsó a ser boxeadora… Siempre confió desde que llegué en que podía mejorar, que tenía condiciones… En otras palabras, me convenció de que podía ser boxeadora y me podía ir bien. Siempre fui muy disciplinada, me gustaba mejorar y superarme, yo creo que eso fue lo que él vió.

Con los años me fui dando cuenta de que no hay casualidades en la elección de este deporte. El boxeo es una forma de expresar un montón de cuestiones de la vida, como podría ser la violencia, quizás… Yo estaba viviendo una situación complicada con mi papá que era alcohólico, mi mamá que vivía en Misiones y yo en ese momento vivía en casa de mis abuelos pero sobre todo bajo el cuidado de mi papá que no estaba bien y en ese momento no me daba cuenta… Si bien nunca sufrí violencia física creo que se trata de eso, de un montón de cosas, de angustia y tristeza que no podía expresar porque era muy chica y el boxeo me dió esa oportunidad de expresarlas con el cuerpo, de sacar todo eso de alguna manera más sublimada y me dió ese lugar que en mi casa no tenía.

El gimnasio me dio un nuevo hogar, esa contención que yo necesitaba… Hacía mis cosas, estudiaba, era muy disciplinada y me iba bien en el colegio pero no tenía esa contención que necesitaba, y el gimnasio me dio un nuevo lugar, una familia, mis profes, mis compañeros… Un lugar donde ser vista, valorada y donde demostrarme que podía salir adelante, de superación personal. Siento que el gimnasio me dió un montón y me brindó recursos para la vida y para mi personalidad… El boxeo encaminó y salvó mi vida

Con los años me fui dando cuenta de que no hay casualidades en la elección de este deporte. El boxeo es una forma de expresar un montón de cuestiones de la vida.

¿En qué momento diste ese gran paso al profesionalismo y qué te impulsó a hacerlo?

El paso al profesionalismo se decidió por una serie de motivos. Cuando yo arranqué no había tanta competencia amateur de mujeres y siempre me tocaba pelear con las mismas chicas. Había peleado tres veces con una, cuatro veces con la otra y siempre éramos las mismas, cuando peleaba tenía un rendimiento irregular. Si bien ganaba o me iba bien, no podía soltarme del todo y mostrar todo lo que hacía en el gimnasio. Entonces decidimos hacer unas últimas peleas para ver si podíamos sostener el buen rendimiento y estar listos para el profesionalismo… Y así pasó, hicimos dos o tres peleas y vimos que las cosas salían un poco mejor y decidimos pasar al profesionalismo y seguir un nuevo camino.

Sobre 23 victorias, tus dos únicas derrotas como profesional fueron con Katie Taylor (24-1, 6 KO), considerada una de las mejores boxeadoras de la historia del boxeo femenino, y con Rhiannon Dixon (10-1, 1 KO), ambas en el Reino Unido. ¿Cómo te preparas para estos desafíos?

Cuando surgió la posibilidad de un título mundial nos pusimos re contentos, es algo que sueña todo boxeador o boxeadora. Desde que comenzamos en el profesionalismo e hicimos varias peleas, siempre estuvimos enfocados en que esa posibilidad podría llegar. Y siempre entrenando para eso, pero nunca imaginé que nos iban a llamar contra Katie Taylor que es la número uno. Nos preparamos un montón, super enfocados. Lo mismo que veníamos haciendo pero más intensificado: la parte física, cognitiva, psicológica, la mental, el entrenamiento, la suplementación… Mucha gente me acompañó en esta preparación, en mi plan de nutrición, en todo, habíamos llegado muy bien preparados. Lo mismo pasó con Dixon, ¡otra posibilidad! Una super oportunidad para disfrutarlo también. Sobre todo es eso, disfrutar el momento, porque nos cuesta tanto... Hace 18 años que estoy en el boxeo y esas oportunidades hay que disfrutarlas y hacer lo mejor que uno puede. Con Dixon no llegué muy bien porque me despidieron del trabajo y mentalmente no pude enfocarme del todo, y no estaba en mi mejor momento… Más allá que le dimos para adelante. Con muchas ganas de que se dé otra oportunidad. Estamos a ese nivel y seguir preparándonos y entrenando fuerte para cuando llegue esa oportunidad estar listos.

¿Qué hay de cierto en el dicho popular de que “En el exterior para empatar tenés que noquear a tu rival”... ¿Es mejor no ser favorita en la previa a la pelea?

Se sabe, cuando uno va al exterior hay que noquear. Por más que hagas una buena pelea, los fallos son injustos. Tengo un compañero que ha ido al exterior, lo ha tirado al rival varias veces y le dieron por perdida la pelea… es muy complicado. Pero te ayuda a ir más mentalizado para darlo todo. Más allá del resultado, cuando uno hace una buena pelea y las cosas le salen, puede dejar todo arriba del ring, puede demostrar lo que es el boxeo en Argentina y te abre puertas para el futuro y nuevas chances. Cuando me tocó, no fui como favorita pero te da la posibilidad de motivarte… y está bueno también para bajar la presión, ser una más y demostrar que Argentina tiene buenas boxeadoras.

Te menciono algunas boxeadoras, qué te viene a la mente:
Soledad Matthysse

Soledad Matthyse para mi siempre fue una referente, me encanta su boxeo, siempre la admiré un montón, es una luchadora, una gran mujer que sigue metiéndole a esto junto con la Tigresa Acuña. Tuve la suerte de tener la oportunidad de pelear con ella y para mi fue un sueño cumplido. Pensar que a veces uno sigue entrenando, esforzándose y puede llegar a enfrentarse con esas personas que uno admira y piensa que son inalcanzables. Es una número uno.

Amanda Serrano

Amanda Serrano me parece una boxeadora tremenda, tiene todo: inteligencia, potencia, un buen boxeo, muy completa. Me gusta mucho su estilo… Tiene técnica y es agresiva… Es una número uno también.

Katie Taylor

Una referente, gran boxeadora, veloz, con técnica y precisión… Ambas son las mejores del mundo. Modelos a seguir. Tienen un boxeo con muchos recursos y técnicas. Las peleas que hicieron entre ellas son de un gran nivel, nada que envidiarle al boxeo masculino.

Marcela Acuña

La Tigresa Acuña es la pionera del boxeo femenino en Argentina, fue la primera que se animó, que la luchó para llevar el boxeo a lo más alto… Junto con Soledad son mujeres referentes y siguen demostrando a las generaciones que vienen que con trabajo, con dedicación, con esfuerzo, con una vida disciplinada, se puede seguir boxeando. ¡Son campeonas del mundo! Referentes que demuestran que con lucha se puede lograr.

El gimnasio me dió un montón y me brindó recursos para la vida y para mi personalidad… El boxeo encaminó y salvó mi vida.

Cambiemos el foco. A cuenta de tu formación como psicóloga ¿En qué medida o de qué modos afecta tu mirada sobre este deporte?

Creo que la mirada de psicóloga me permite tener otra mirada. Antes, se decía de ir para adelante, bancarsela pero hay muchas cosas que les pasan a los deportistas, a los boxeadores y boxeadoras mentalmente, de su vida personal… Muchas cosas que además de lo físico y técnico influyen y te afectan al subirse a un ring, somos seres humanos. Por más que estemos bien desde lo físico y técnico, la mente también hay que entrenarla y obtener herramientas para mejorar. Por más que estemos un 100% desde lo físico, si tu cabeza, mentalmente, no estamos bien podemos perder una pelea. Antes, no se tenía en cuenta, pero uno va comprobando que es muy importante. Cuando uno está bien mentalmente, y se entrenó bien, puede hacer la diferencia. Hoy en día vamos tomando conciencia y conocimientos de que hay un montón de malas jugadas que nos pasan en la cabeza y que al momento de subir al ring nos pueden perjudicar y que no podamos demostrar todo lo que venimos entrenando.

Por más que estemos bien desde lo físico y técnico, la mente también hay que entrenarla y obtener herramientas para mejorar.

¿Cómo ves el boxeo femenino en el país? ¿Qué diferencias se producen con el masculino? ¿Qué aspectos deportivos y/o reglamentarios modificarías y por qué?

El boxeo femenino en Argentina en los últimos años viene creciendo un montón. Como te dije, arranqué cuando tenía 16 años y era difícil conseguir peleas femeninas. Hoy en día hay un montón de boxeadoras y competencias femeninas. En el profesionalismo también. Antes en las carteleras no había boxeo femenino, era difícil verlas, hoy está más aceptado. Siguen faltando un montón de cosas aún, las bolsas deben ser las mismas que los hombres, a nivel mundial incluso. Me parece que a veces uno dice “¡Guau! Cuánto cobró una boxeadora afuera”… Como la pelea “Serrano-Taylor”, decimos “¡Qué bien!”... Pero si comparamos el mismo nivel con el boxeo masculino hay una diferencia abismal en la bolsa, y la pelea fue igual de espectacular. Empezamos a cobrar más, a ser tenidas más en cuenta, pero se nota la brecha de género que hay entre el boxeo masculino y femenino. Habría que cambiarlo. Por ejemplo, si uno de los impedimentos es que la pelea de hombres cobre más, porque los rounds son de 3 minutos y los de las mujeres son de 2 minutos, bueno que haya rounds de 3 minutos para equiparar si esa es la excusa para que cobren igual.

En el país, tanto el masculino como el femenino están un poco precarizados. A veces no solo hay diferencias de género, sino aspectos que tienen que ver más con los promotores, si tienen pantalla de TV, es difícil conseguir festivales, que te tengan en cuenta.

Mejoró también en los gimnasios. Antes las mujeres llegaban y no te tenían tanto en cuenta… ahora se empezó a cambiar de mentalidad, que son disciplinadas, que se entrenan, que puede llegar igual. Y es más probable que te den una posibilidad y que no sean tan excluidas como antes. Yo cuando arranqué en el Almagro Boxing Club tuve la suerte de tener enfrente a Fernando Albelo que me hizo un lugar y nunca me hizo sentir diferencias, pero he conocido chicas a las que le decían en otros gimnasios que no entrenaban chicas y eso ahora no se ve tanto o no es de la misma manera.

El boxeo femenino en Argentina en los últimos años viene creciendo un montón. Arranqué cuando tenía 16 años y era difícil conseguir peleas femeninas.

¿Cómo ves tu 2025 deportivo? ¿A quién te gustaría enfrentar y por qué?

En el 2025 estoy muy enfocada en que van a salir cosas en el exterior, peleas afuera. Las últimas peleas que hice demostré que estoy en el nivel de pelear con cualquiera. Me gustaría volver a pelear por el título del mundo y conseguirlo esta vez. La oportunidad llegó pero no se pudo concretar pero me sirvió de experiencia para entrenar de otra manera, y estamos más listos que antes para una nueva oportunidad y ser campeona del mundo. Estamos enfocados en eso.

Me gustaría volver a pelear por el título del mundo y conseguirlo esta vez.

La última ¿Por qué el sobrenombre Burbuja?

El sobrenombre Burbuja me lo puso mi profe cuando era más chica, porque cuando bajaba mucho de peso para pelear, era flaquita y se me veían sólo los ojos y me decía que era “puro ojos”, “como dos burbujas” y de allí me empezó a decirme Burbuja… Pensamos que no iba a prosperar pero toda la gente me comenzó a llamar Burbuja y así quedó.