Luego del asesinato de tres carabineros, donde aún se desconoce quienes ejecutaron el hecho, el oficialismo sale a empatarle el discurso a la derecha y cediendo a las presiones de estos sectores, quienes sin duda a través de la demagogia aprovechan el caso para pedir endurecimiento de las leyes. La nueva Presidenta de la Cámara de Diputados Karol Cariola declara que “desde el lunes comienzan a trabajar las comisiones de Seguridad y Constitución, para avanzar en Reglas del Uso de la Fuerza y también legislará la comisión de Defensa para tramitar la ley de inteligencia”.
Domingo 28 de abril
Una vez elegida como nueva Presidenta de la Cámara, sus dichos apuntaban a “endurecer el Estado en torno a problemas de seguridad”, reforzando la política que el gobierno ya ha tenido desde que asumió, donde han insistido en la idea de la utilización de la fuerza militar y las “fuerzas de orden” en general, ante el problema de seguridad, cuestión que en nada resolverá dicha problemática. Esto daba cuenta de un nuevo paso hacia adelante del Partido Comunista en administrar el modelo neoliberal a través de alianzas con la ex Concertación e incluso la derecha.
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Utilizan los recientes hechos para apurar leyes, como la de inteligencia, que en el fondo significa modernizar el Servicio de Inteligencia del Estado donde se coordinan acciones de la PDI, carabineros y Fuerzas Armadas y les brindan mayores facultades para que encabecen un control social, lo que deriva en una línea profundamente autoritaria y represiva, organismo que tiene como rol producir información hacia el Estado, pero a través de una de sus formas que es el espionaje interno.
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Esto ha traído consigo otra forma más de blindar al General Yañez, quien está a pocos días de su formalización por violación a los derechos humanos y que el gobierno ha decidido mantener en el cargo durante todo este tiempo. Será una continuación de darle atribuciones y respaldo político, legislativo y financiero a instituciones con amplio prontuario criminal profundizando un camino securitario. Estas medidas a la larga sólo afectarán a las grandes mayorías populares y trabajadoras.
Se trata de seguir viejas fórmulas de los partidos tradicionales de los últimos 30 años, lo que hemos visto sigue generando sensación de abandono y de inseguridad en las calles. La pregunta es ¿han sido efectivas las medidas adoptadas por el gobierno en este terreno? Con todo este debate, se oculta además que han salido también a la luz diversos casos de sectores de las policías están implicados en el gran delito, lo que devela una complicidad del crimen organizado con las fuerzas de seguridad. De eso no se habla, porque se prefiere aplicar todo tipo de medidas basadas en el control social, la represión y la criminalización.
