Entrevistamos a Marcelo Castillo (Kaskivano) en su reciente paso por la Argentina con motivo de su primera gira fuera de Chile.
Joe Zapata @JoeAndreZB
Domingo 13 de noviembre de 2016 09:26
A finales de septiembre Kaskivano llegó a la Argentina para dar tres conciertos, uno en la Plata y dos en Buenos Aires. Guitarra y voz, en alianza con una sutil poesía, fueron parte de las puestas en escena del joven músico originario de San Antonio. La intensidad y la entrega son la impronta y símbolo de este representante de la "nueva canción chilena" quien nos abrió las puertas de su imaginario en esta entrevista.
La “nueva canción chilena” con sus representantes actuales, dentro de los cuales te ubicas, en cierta forma es parte de toda una tradición de cantautores, como lo fueron en su tiempo Víctor Jara o Violeta Parra que se abrieron camino a través de los años. ¿Te sientes parte de una continuidad o más bien una ruptura con esa generación de cantautores?
Yo no me siento que venga de alguna manera, y musicalmente hablando, de Víctor Jara o Violeta Parra. Lo que sí creo es que dentro de nuestra historia algo en cierto modo tenemos de Violeta Parra y Víctor Jara porque de alguna forma está adentro de nosotros y, culturalmente hablando, todas las culturas tiene algo de sus pasados.
Por ejemplo, ustedes tienen algo de muchos artistas, como Atahualpa Yupanqui, que dentro de todo son artistas que van marcando generaciones y el folclore de cada uno de los lugares. En mi caso el fin de hacer este tipo de música, no ha sido por el hecho de ser parte de la continuidad de esa generación de cantautores, yo particularmente me topé con la música y de pronto cuando me di cuenta ya estaba haciendo música. Haciendo algo que realmente necesita el pueblo, que necesita la gente. Que es un despertar y tratando de seguir con esta creación para que el arte esté presente en cada uno de los lugares en los que vivimos.
Es difícil creerse que somos la continuidad de Víctor Jara o Violeta Parra porque dentro de todo a uno lo mataron y la otra se mató, aunque si yo tuviera que elegir, me inclinaría más a Violeta Parra porque me parece que es una artista completa al igual que Víctor Jara también. Pero me gusta mucho más lo que hacía Violeta Parra porque era una soñadora gigante, pese a que no la pasaba bien porque era una persona totalmente depresiva, pero al mismo tiempo era apasionada, no sabía desligarse de la felicidad, del miedo, del temor, de la angustia, eso la hacía ser una artista y sobre todo una surrealista, porque todo lo que hizo fue nuevo para todo el mundo. Víctor Jara también hizo lo suyo, pero tenía algo más del modo campesino, a mi parecer ligado al lado teatral, tenía una postura diferente. Violeta Parra no tenía ninguna postura, era totalmente surrealista. Entonces yo creo que si tendría que decir a quien estoy ligado, en ese caso, sería a Violeta Parra.
En una entrevista a la directora del documental "El canto de los sueños" Rommina Mizala, documental del cual fuiste protagonista junto a Chinoy y Ángelo Escobar, ella señala que le fue difícil elegir a los protagonistas que formarían parte del documental, pero a la vez destaca el hecho que cuando conoció a uno de ustedes tuvo como efecto llevarla a conocer a los otros. Personalmente a mí me paso lo mismo, encontrarme con alguien de las nuevas voces de la canción chilena, me llevaron a encontrarme con todo el arco musical que está emergiendo con esta oleada de nuevos cantautores. ¿Qué particularidades unen a estos nuevos cantautores y que diferencias tienen a la vez?
En cada uno de los que hemos salido y emergido hay varias diferencias. Yo lo que realmente he tenido es un feeling, un contacto directo y una amistad hasta ahora con cinco cantautores de la “nueva canción chilena” y de los otros no. Quizá por el hecho de que primero llego Chinoy a Valparaíso, luego llegue yo y después Ángelo Escobar. Evelyn Cornejo no vivía ahí pero andaba deambulando de aquí para allá, pero así de esa forma nos fuimos queriendo. Fuimos admiradores de nuestro propio trabajo y entre todos nosotros nos fuimos ayudando, y más que por el fin de ser famosos o de salir adelante, vivíamos el día a día y lo único que nos interesaba era hacer canciones, no interesaba nada más, no nos interesaba la gente, no nos interesaba tener un fin social, nos interesaba estar vivos, nos interesaba sentir que éramos algo importante, y así fue. Así se fue creando, fuimos realmente importantes en algún momento en Valparaíso. Marcamos una diferencia gigante culturalmente hablando. Hoy en día ha ido bajando todo eso, no se mantuvo, porque cada uno de nosotros fuimos tomando caminos diferentes, pero seguimos pensando lo mismo, seguimos haciendo lo mismo.
Hay una particularidad que en varias oportunidades la has mencionado: que la música para ti es una forma de expresarte y un reflejo de tus sentires. Pero a la vez muchos destacan el compromiso social de tus letras por decirlo de alguna manera al referirte en muchas de estas a causas justas y legítimas. ¿Estas canciones expresan tus sentimientos por querer aportar desde el arte a esas luchas o son parte de tus emociones que expresas a través de la música?
Yo realmente no pienso en nada, no soy un calculador ni manipulador de canciones, yo lo único que sé es como se debe trabajar para lograr las cosas. Porque vengo de una familia que no tenía tanta plata, tampoco era pobre, de clase media podríamos decir, en la cual todos nuestros sueños, eran sueños nada más, no se podían pedir regalos grandes para navidad, ni nada de eso. Yo a los 13 años estaba trabajando en un supermercado de empaque, cortaba pastos de las casas de todo mi barrio, o sea tuve que hacer cosas que quizá no son habituales de un niño, o de cualquier niño cantautor que hoy existe, que no tuvo que hacer estas cosas y a los 13 años estaba tocando el piano o la guitarra de manera genial, yo no tuve esa oportunidad.
Te digo esto porque mis canciones son mi sentir, es lo que yo siento, y lo que trato de hacer es entregar eso, entregar mi sentir, mi sensación de lo que a mí me ocurre y que sea reflejada en las otras personas sea como fuese tomada. El mejor medio de comunicación que existe en el mundo y el universo entero ¿cuál es? La música ¿Por qué la música? Porque la música es vibración y te entrega ¿qué cosa? Luz, entonces te entra todo eso. En el recital habían personas que me decían “gracias, porque nos dejaste llenitos de luz, voy lleno de energía para la casa”, uno trata de entregar eso, es lo importante.
Yo creo que mucha gente siente esa luz que mencionas o lo siente de esa forma. Es una cosa inexplicable como tus sentimientos o emociones pueden llegar a la gente de tal manera e intensidad como tú los sientes. Habiendo gente que siente esa vibración y reconoce la entrega que le pones a tus canciones. ¿Has tenido alguna experiencia en particular de personas que te hayan hecho llegar algún tipo de emociones al escucharte?
Yo creo que la entrega nada más, todavía no me he topado con nadie que haya tenido una sensación más allá ¿que podría ser? Que me llegue un tipo o una tipa y me diga me produjiste un orgasmo (risas). Puede ser, puede ser que suceda, gente que le hayan dado ganas de llorar, de golpear las paredes, puede ser cualquier sensación dependiendo de la manera en que está el personaje. Lo que yo hago, es para sacarme las cosas que llevo adentro mío, siempre digo que mi propio psicólogo es lo que hago, por eso cada vez que canto lo hago con todas las ganas, no con un fin vanidoso ni para que me aplaudan, eso no me interesa en lo absoluto. Lo único que me interesa es sacarme lo que tengo adentro y si a la gente le gusta y le produce algo bonito bienvenido sea, pero mi concepción de vida es diferente a la concepción de vida de muchas personas. Me encantaría vivir en un bienestar, quizá tener algunos gustos, pero lo que yo busco es estar feliz de una vez por todas y así lo intento hacer.
En ese sentido, ¿cómo ha cambiado la vida de Kaskivano después de haberse encontrado con la música?
Yo cuando era pequeño antes de empezar a tocar la guitarra y cantar, tenía asma y estaba súper mal, me ahogaba, me ponía morado pero llego un momento en el que me puse a escribir canciones. Así fueron pasando los meses y los años y de pronto me di cuenta que ya no tenía asma. Metafóricamente hablando, concluí que realmente me había curado por haberme puesto a cantar y tocar la guitarra, por componer mis letras, porque yo jamás cante canciones de nadie, las primeras canciones que toque fueron mis canciones, y eso no es por ser orgulloso ni nada de eso sino que yo creo que hasta es por haber sido un flojo al no haberme aprendido canciones de otras personas. Me aprendí las mías de una, canciones de dos notas, y de ahí no pare más. Y fue por eso, una especie de sacarse todo de adentro y lanzarlo.
¿Encontraste alguna diferencia entre los conciertos que sueles dar en Chile, y tu primera vez fuera de tu país acá en la Argentina?
La verdad no, para mí el escenario es sagrado, el escenario es mío, si yo me subo a él se convierte en mío y no me interesa nada. Dentro de todo, claramente yo tenía nerviosismo al tocar, no tenía seguridad de lo que iba a suceder, pero cuando empecé a tocar el primer tema fui comprendiendo que todo iba para bien, por lo menos había atención y después vinieron muchos aplausos, y veo que les gusto. Lo único que puedo decir es que siento alegría en eso y que realmente me doy cuenta que a veces el estar ansioso por algo o por buscar algo, por querer lograr algo, está ahí mismo y uno no se da cuenta. Creo que eso fue una corrección, una cachetada para mí, para decirme esto lo tienes que seguir haciendo, debes seguir teniendo una línea hacia lo que es tuyo, hacia el arte.
Hablando del arte, ¿hay alguna novedad de alguna próxima grabación?, siempre está la posibilidad de la gente por querer escucharte.
Lo que voy hacer pronto es un disco, pero un disco solo de guitarra y voz y nada más. Ese disco lo puedo grabar en un día porque grabo guitarra y voz juntos a la vez, porque no me gusta grabar por separado. Siento que al grabar cada uno por su lado se pierde la energía. Voy a tratar de sacar el disco luego, ya que yo estaba en un sello musical y lamentablemente este sello no hacia absolutamente nada y me salí de él, pero ellos se quedaron con mis discos, y tengo que pagar para que me devuelvan los discos. Pero bueno, yo firme el contrato, yo hice todo, así que agachar la cabeza, hasta que pueda tener el millón de pesos y pueda recuperarlo.
Por último, ¿qué anécdota te llevás de la Argentina?
Yo creo que al argentino le gusta mucho la carne de vacío, la milanesa y la gaseosa de pomelo (risas). Yo creo que lo más importante que tienen los argentinos, es esa especie de astucia, una idea de creerse las cosas que en Chile no existe, y no existe porque los chilenos han sido muy golpeados por la dictadura al igual que ustedes, pero nosotros nos fuimos quedando un poco. A pesar que por ejemplo Chile fue el primer país latino en donde existió el yembe (instrumento musical) como parte de la música africana, donde "la cueca" como se le llama actualmente hoy en día se tocaba con yembe y Bernando O’Higgins que fue el padre de la patria, el “padre de la estupidez” saco el yembe, justificando que era muy bulliciosa, y que llegaba a mucha gente, no sé si ustedes tendrán algún tipo de instrumento versátil como el yembe, pero tienen algo en particular que es el decir las cosas sin miedo, decir las cosas mirando a la cara, la comunicación real y tranquila, el hombre y la mujer se dan beso en la cara, demostrando que hay un cariño entre ustedes, un deseo de libertad.
En cambio en Chile existe mucho el recelo, el sentido de la propiedad, quizá porque vivimos atrapados entre el mar y la cordillera. Somos un país metafóricamente hablando como un invernadero donde existe todo tipo de clima, donde existe todo tipo de clases sociales. Existen diferentes ciudades pequeñas que están a kilómetros cada una de ellas y rivalidades entre esas ciudades, entre las palabras que se dicen si es que allá le dicen súbete a lapa, y en otro lado se dice súbete a la hacha (subirse a la espalda) hay diferentes tipos de cosas que hace que la gente tienda todo el rato a estar un poco a la defensiva, y eso es porque se ha pasado mal, así como en Argentina, en Latinoamérica y en todo el mundo. Y aun que Estados Unidos sea el país más poderoso del mundo igual hay gente pobre, hay gente sufriendo que no está de acuerdo con lo que se está haciendo y está más complicada que uno porque no puede denunciarlo, porque si lo dice, llega la policía a su casa y se lo lleva. Pero eso, en Argentina tienen un poco más de astucia, son aguerridos, se creen el cuento. Los artistas acá llegan al escenario y si se quieren tirar al suelo se tiran y eso está bien porque tienen una forma teatral de vivir y eso es muy importante.