Kike Tormenta, cantautor español punk y vegano, nos confiesa que los 40 días de crowdfunding junto a los 40 conciertos en distintas ciudades del mundo ha sido la aventura de su vida. Lleno de un pasado que recorre experiencias musicales como Paso a Paso, Todo o Nada, pasando por la banda de punk Happy End. Kike llegó a la Argentina con motivo de la gira relámpago que empezó por la península para luego cruzar el charco hacia Latinoamérica.
Rebautizado como “Tormenta” por una de sus canciones cuando aún todavía llevaba el nombre de Todo o Nada, Kike Tormenta nos abre paso para regalarnos parte de los sentimientos que significó esta gira con motivo de llevar adelante el crowdfunding que financiará su primer disco de estudio y próximo trabajo “Noche de Gatos”. El reencuentro con el público latinoamericano, la bronca de la deportación en México y sus inicios en la música lo convierten hoy en día, como su mismo nombre dice, en ese estruendo casi divino que quiebra todos los sentidos a la hora de oírlo.
¿Qué es esto del crowdfunding? ¿Cómo llegaste a conocer esta forma de llevar adelante un trabajo musical lejos del mercado musical?
Mira con Paso a Paso, que fue un proyecto que tuvimos hace unos cuantos años con mi hermano, el primer CD que sacamos fue así también. Hicimos un crowdfunding, pero sin ninguna plataforma virtual, sino nosotros mismos en mano recolectando el dinero, cosa que copiamos a su vez de la banda Extremoduro, que hizo su primer disco de la misma forma. El crowdfunding consiste simplemente en vender el disco por anticipado a la gente, y con ese dinero poder grabar y editar el disco, y cuando una vez está terminado el trabajo se les entrega el disco final. Entonces es una manera como muy primitiva de, que sin tener dinero y apoyándote en la gente que te sigue, poder lograr hacer lo que quieres y como lo quieras hacer.
El objetivo del crowdfunding era recolectar 8000 euros en 40 días, dinero que se destinaría a distintas actividades del disco como la grabación, edición y a la producción de recompensas para quienes te han apoyado en el crowdfunding como camisetas, bolsos, carteles y el propio disco.
Sí, ha sido muy duro, después de muchas batallas lo hemos conseguido entre todos, estoy muy contento.
Todos aportaron en distintos niveles para conocer tu primer disco de estudio, Noche de gatos ¿Qué proyecciones tienes con este nuevo trabajo?
Como siempre, ninguna y todas, todas las posibles y ninguna a la vez.
¿Por qué el nombre Noche de Gatos para tu nuevo trabajo?
Noche de gatos es el título de una canción del disco, de una canción larga de aproximadamente diez minutos, es el título y a la vez el ambiente de la canción como una noche de gatos.
¿Por qué este cambio de formato hecho en estudio y no como lo venias haciendo rústicamente?
Porque a mí me gusta siempre cambiar, me gusta sorprenderme y sorprender a la gente, salir de la zona de confort, no me gusta hacer siempre lo mismo, ni de la misma manera. Porque entiendo que solo hay una vida y se vive solo una vez. Porque desde que empecé, siempre quería hacer las cosas mejor, mejor entre comillas, porque para una gente lo mejor puede ser algo que para otra no lo es. Pero siempre quise sonar cada vez mejor, con una mayor calidad de sonido. En este disco queremos juntar todo lo mejor que tenemos, el sonido con el sentimiento junto a un buen trabajo de edición. Pienso grabar y preocuparme son una maravilla, puedan captar todo al máximo, para que luego ustedes puedan absorberlo y solamente de sentir, esa es la intención, luego veré como me sale porque ya solo con estar en un estudio de grabación es mucha tensión para mí; por eso solo quiero dedicarme a sentir y cantar, dejarme los sentimientos en el estudio y que los micrófonos de membranas y de ambiente, que sentir todo lo que la canción estaba contando.
¿Cómo fue tu primera experiencia con la música, el hecho de agarrar una guitarra, el escribir tus propias canciones?
Desde muy pequeño yo tenía facilidad con la música y una profesora que tenía en el colegio se lo dijo a mis padres. Entonces a partir de esa confesión me metieron a clases de guitarra. A la vez fue un poco la necesidad porque desde siempre escuchábamos mucha música. Desde pequeño escuchaba música punk, música ruidosa y a la vez estábamos intentando cambiar el mundo con la política, específicamente con el anarquismo, en las calles, tratando de aportar a que la revolución está cada vez más cerca. Entonces teníamos esas dos vertientes: la música, las canciones para llegar a la gente y poderles contar lo que queríamos contar; y por otro lado el hecho de cambiar el mundo, y a la vez destruirlo. Era un poco de todo y al final termine por juntarlo.
Un día tenía un casete de unos amigos que hacían música de autor, música tranquila, fue la primera música tranquila que escucharon mis padres. La primera vez que mi madre entró a mi cuarto y me dijo que canción más bonita y que entendió la letra de una canción. Entonces fue a partir de ahí que dijimos:“podemos hacer algo así, de esa manera, algo que se entienda”. Nos dio como que ese toque para empezar, porque mi madre nunca había entrado a escuchar algo a mi cuarto; incluso a ningún grupo de rock, pero esto sí. También escuchábamos mucho de Silvio Rodríguez, nos gustaba mucho ese sentimiento como desde la penumbra tranquila, y fue así que empezamos a hacer canciones.
En los últimos años se está hablando mucho de un nuevo estilo de música de autor llamado “trova punk”. ¿Opinas que tu música se encuentra cercano a este género?
No sé, por un lado me cuesta mucho meterme dentro de un parámetro o dentro de un circuito, por lo menos de lo que está a mi alrededor; porque no me gusta lo explícito ni las etiquetas en general. No me siento a gusto en ningún sitio de mi alrededor porque yo por más que venga de un determinado lugar, hay veces que no me gusta ese lugar también. No me gustan las canciones reivindicativas fáciles, a veces me parecen más de lo mismo. Lo que yo hago es intentar contar sentimientos. Creo que es eso básicamente, transformar los sentimientos que me vienen de adentro y de fuera a la vez. Yo a veces digo que las canciones no las hago yo, sino que las canciones se hacen ellas así mismas y lo único que hago yo es darle un poco de forma. Entonces bajo esa forma el hacer canciones se convierte como un acto de vomitar, como cuando comes demasiado y en la noche te sientes fatal y sabes que tienes que vomitar para estar bien. Vomito mis canciones, aunque después intentó que sean lo más bonitas posibles.
Intento contar cosas, me gusta romper, me gusta la ruptura, la introspección, la revolución interior, la búsqueda interior, el viaje interior, la poesía o la poesía literal mejor dicho, la película dentro de nuestra cabeza y dentro de nuestros sentimientos.
La gira relámpago comenzó en España, pasando por Portugal para luego cruzar el charco y llegar a Latinoamérica. México fue el primer país elegido para esta parte de la gira. Lamentablemente no pudiste llegar a destino por algunos problemas ¿Qué pasó específicamente en México?
Nos jodieron, en el aeropuerto nos pidieron una invitación de alguien que viviera allí (en México), una dirección, nombres y apellidos. Nosotros teníamos los datos en el celular, pero no nos dejaron enseñarlos, ni siquiera nos dejaron abrir el celular en migraciones. Ya desde el primer momento en que entramos al laberinto de cintas (control de pasaportes) sentimos algo extraño. En eso de pronto vino un guardia, abrió las cintas y nos sacaron junto a otras personas. Curiosamente, este mismo grupo que habíamos salido terminamos detenidos y deportados todos. No sabemos bien que paso. A parte de nosotros hubo gente a la que detuvieron incluso teniendo todo lo necesario, la invitación, el número de teléfono, la dirección, todo. Uno de los detenidos llamó por teléfono para comprobar algunos datos y como no le contestaron el celular, lo deportaron. Otra gente con dirección de hoteles, con visado para trabajo también los deportaron. Al parecer esto de la política migratoria de Trump está teniendo efectos.
Tienes una canción titulada “Susurraron algo”, dedicada a la liberación animal. Sabiendo que eres vegano, ¿Cómo te sitúas en esta lucha y cómo ves el movimiento de liberación animal hoy en día?
Es muy difícil de verdad, intento ayudar por un lado como puedo y sumar mi parte. Pero es muy difícil, el mundo es muy grande y el ser humano a veces es muy malo, todo es demasiado incontrolable y vasto. Pero lo que sí creo es que los animales no deberían pagar por nada de lo que nosotros hacemos. Lo que sí hago es dar el cien por cien en las canciones para que llegue el mensaje. Y en mi manera de ser y mi manera de sentir los detalles de la vida y del día a día con los animales. Por ejemplo a la hora de estar contigo o de ir a cenar con alguien o de charlar con algún amigo o lo que sea, intento sumar empatía por la ayuda de los animales ya sea con un poquito o con dar todo de tu vida por ellos. Ayudó en cuanto puedo a amigos que dan el trescientos por ciento por la liberación animal, los amigos de igualdad animal o de otra gente que también lo hace de diferente manera. De aquí en adelante me gustaría hacer más por esta locura del sufrimiento de los animales.
¿Qué es lo que te llevas de esta gira relámpago?
Creo que es lo mejor que hecho en lo musical en mi vida. Ha sido la aventura de la vida que siempre quise, ha sido muy duro. Veintinueve conciertos seguidos todos los días desde Madrid hasta México, la deportación y el duro golpe que conllevo, el apoyo de la gente, la incertidumbre de la continuidad de la gira en un momento, la gente nos preguntaba si íbamos a continuar o si íbamos a cancelar toda la gira en Latinoamérica. Éramos conscientes que íbamos a perder mucho dinero, pero era dinero al fin y al cabo. Más allá de que somos pobres y no teníamos nada, preferimos perder dinero que perder todo lo que hubiéramos perdido por no acabar la gira. Nos hubiéramos quedado en España con la sensación, ya no de derrota porque al final vivimos en una derrota constante, a veces en la cual hemos aprendido a vivir, sino por el hecho de que nos cagaron la gira y eso no lo íbamos a permitir. Vamos a volver a México en cuanto nos repongamos económicamente y podamos salir otra vez. Vamos a hacer una gira como queremos. Vivimos en un mundo complicado, pero sabemos que vivimos en este mundo desde pequeñitos y hemos podido aprender y rescatar lo bueno de todo esto. Ha sido muy emocionante, muy “todo o nada”. Ha sido de lo más “todo o nada” de lo que hecho en mi vida. Y sobre todo lo más importante, a parte del crowdfunding en el que todo el mundo apoyo y que desde aquí agradezco, fue que todos hemos disfrutado mucho, no solo yo, sino toda la gente que ha venido a los conciertos a formar parte de la gira relámpago.
Hemos completado una vez más el concepto que intento realizar en cada cosa que hago, que es que todos hemos sentido de la misma manera que el relámpago se lanza sin esperar ni a su propio sonido. Esta gira relámpago ha sido exactamente eso. No había demasiado tiempo para pensar. Simplemente había tiempo para hacer, eso es lo que ha sido en todos los conciertos, en toda esta gira, incluso en esta entrevista.