El actual titular del tribunal, Carlos Rosenkrantz, convocó a una audiencia a las 12 de este jueves para definir quién será su sucesor durante los próximos tres años.
Miércoles 22 de septiembre de 2021 22:09
La Corte Suprema se reunirá este jueves para elegir a su nuevo presidente. El titular actual del tribunal, Carlos Rosenkrantz, convocó a una audiencia a las 12 para definir quién será su sucesor para los próximos tres años. El vencimiento de su mandato es el próximo 30 de septiembre, pero la decisión fue de adelantar el "trámite".
Versiones periodísticas aseguran que quien tiene más chances de hacerse con la presidencia es Horacio Rosatti, un acomodado de todos los gobiernos, que fue ministro de Justicia de Nestor Kirchner en 2005 y luego elegido para la Corte por Mauricio Macri.
Además, Rosatti fue uno de los que votaron a favor del 2x1 a los genocidas de la dictadura, medida que terminó retrocediendo por el fuerte repudio popular que se expresó en una Plaza de Mayo colmada, allá por 2017.
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Es para remarcar el hecho de que la presidencia de uno de los poderes del Estado la definan los votos de cinco jueces, que a su vez nadie votó para el cargo sino que fueron propuestos a dedo (y solamente ratificados por el Congreso).
El Poder Judicial es el más antidemocrático de los poderes del Estado. El hecho de que no se tenga que someter al voto popular hace que sea difícil encontrarle las diferencias con una institución aristocrática.
Además, los jueces cobran unas dietas absurdamente alejadas de la realidad de cualquier trabajador, con números que están por encima de los $400.000 en algunos casos.
Durante la campaña electoral se habló mucho de "la casta", pero salvo la izquierda, nadie habla de que jueces y magistrados conforman una casta privilegiada vitalicia que ni siquiera paga impuesto a las ganancias.
Nadie más pone sobre la mesa el planteo de la elección directa de los jueces por sufragio universal, la revocabilidad de los cargos, que se terminen las jubilaciones de privilegio y que ganen un salario igual que un trabajador medio. Estas son algunas de las medidas que podrían empezar a plantear el fin de los beneficios materiales y el enorme poder de esta casta privilegiada.