El que fuese el eje clave de la vieja Concertación durante 30 años, el pacto Partido Socialista - Democracia Cristiana, hoy vuelven a hacer frente común para defender, junto a la derecha, al odiado Senado, luego de que desde la Convención se llegara a un acuerdo para ponerle fin y convertirlo en un Consejo Territorial
Jueves 24 de febrero de 2022
La discusión de bicameralidad o unicameralidad finalmente fue resuelta con una maniobra de parte los convencionales del Frente Amplio, manteniendo la idea de bicameralidad, pero cambiando el Senado por un Consejo Territorial, que se encargaría de tareas de descentralización y de temas regionales, y que estaría presidida por la nueva figura del vicepresidente.
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El fin del Senado por supuesto no cayo bien en las fuerzas más conservadoras, al contrario. Ya desde hace algunos meses donde solo era una propuesta la derecha se oponía a cualquier cambio de este tipo, pese a que desde hace varios años venían agitando la idea de reducir la Cámara de Diputados, no así el Senado.
Pero a los gritos y lamentos de la derecha, que no terminaríamos nunca de enumerar, se unió al coro la vieja Concertación, al menos sus dos principales partidos, la Democracia Cristiana y el Partido Socialista, este ultimo extrañamente donde sus convencionales se sumaron al acuerdo de ponerle fin al Senado, pero que desde sus senadores en ejercicio y electos salieron a disparar con todo contra el acuerdo.
El senador del PS Rabindranath Quinteros, incluso se lanzo contra el convencional de su partido Ricardo Montero, declarando: “El PS no está a favor de eliminar el Senado. En la bancada jamás hemos hablado de eso. ¿Quién es Montero?... Es un error quitarle atribuciones al Senado, que es la Cámara revisora”, dijo a La Tercera.
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El senador electo del PS Juan Luis Castro incluso fue mas allá y amenazó con trabas legislativas a los proyectos del próximo gobierno de Apruebo Dignidad, donde incluso el PS tendrá cargos ministeriales, señalo: “Poco ánimo va a haber en el Senado de aprobar las leyes del Presidente Boric si sabe que está desahuciado de antemano. Claramente, aquí están triunfando los sectores más de izquierda dura que piensan y han pensado siempre en un esquema unicameral”.
Y continuo reclamando: “El rumbo que está tomando la Convención de suprimir instituciones que han funcionado durante más de un siglo, como el Senado, sin duda va a afectar la gestión política de Gabriel Boric. El nuevo gobierno necesita con urgencia de los votos del Senado, un organismo que va a ser suprimido en el futuro. Eso va a generar una crispación en los senadores que probablemente no va a ser favorable a las iniciativas de Boric. Eso lo debe tener claro el gobierno”.
La Democracia Cristiana por su parte también estuvo dando declaraciones durante todo el día. En entrevista con el diario La Tercera, la senadora Ximena Rincón dijo que "la Convención es soberana para decidir lo que estime, pero es nuestro deber representar que la eliminación del Senado es un error para el funcionamiento de la democracia", agregando, “No creo que una generación pueda arrogarse la potestad de refundar la República construida entre muchas generaciones por más de 200 años”.
El senador electo Matías Walker se sumo diciendo que es “una mala propuesta, porque hubo un retroceso en materia de desconcentración y descentralización del poder. Lo que está saliendo de la Convención es un presidencialismo con un unicameralismo atenuado, eso significa menos poder para las regiones, más concentración de poder en favor de mayorías circunstanciales”.
