El gobernador Torres logró que la Legislatura le vote la Ley de Profesionalidad Docente. La misma establece el presentismo docente: un eufemismo de flexibilización laboral ya que ataca el régimen de licencias y el derecho a huelga. Todo el repudio.
Sábado 27 de enero 18:45
Con 16 votos a favor, provenientes de los bloques de Juntos por el Cambio y la Libertad Avanza, la Legislatura le aprobó en la tarde de ayer la Ley de Profesionalidad Docente al gobernador Torres, que arrancó su gestión imponiendo un nuevo ataque a la docencia. Entre los diez votos en contra estuvo la banca del Frente de Izquierda.
Desde la campaña electoral -y más aún al asumir- el gobernador Ignacio Torres y José Luis Punta su ministro de Educación, se despacharon con comentarios en los medios masivos y entrevistas, donde insinuaban que la docencia de la provincia es la responsable de la actual crisis educativa. La ley de profesionalidad docente va en ese sentido persecutorio, extorsivo y disciplinador al incorporar una suma de dinero al salario a cambio de no faltar, un criterio mercantil de la educación que obliga a ir a trabajar no importa en que condiciones se esté, hecho que atenta contra el régimen de licencias y el derecho a huelga. Algunos aspectos los hemos analizado y denunciado acá, acá y acá.
Como expresó Pamela Mainecul, docente del PTS y delegada de escuela "rechazamos completamente el proyecto de presencialidad docente, que nos afecta sobre todo a las mujeres que somos sostén de familia, sacándonos los derechos que tenemos de atención familiar, por enfermedades y el derecho a huelga".
Además de la Ley de Profesionalidad Docente, la Legislatura votó otorgarle al gobernador la suma del poder político para disponer a su gusto de las cuencas petrolíferas de la provincia y potestad para entregarlas sin ningún control a las multinacionales del petróleo sin tener veto ni control de la Legislatura.
Como expresamos en nota anterior, todo el repudio a la Ley de Profesionalidad Docente y exigimos salario igual a la canasta básica familiar con cláusula gatillo que se actualice según la inflación. También, un mayor presupuesto para un plan de obras de infraestructura y partidas de limpieza y comedores, para contar con escuelas de calidad. Abajo los ataques de Torres y la Legislatura a las y los docentes de Chubut.