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Red Internacional
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Genocidio de clase. La Operación "Caída de los Ferroviarios"

La "Caída de los Ferroviarios" fue un operativo de represión ilegal llevado a cabo por la última dictadura entre agosto y septiembre de 1977. Se calcula que un grupo de 21 trabajadores de las líneas Mitre y Belgrano, junto a sus parejas y familiares, fueron secuestrados por las fuerzas militares.

Miércoles 22 de marzo de 2023 11:54

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La "Caída de los Ferroviarios" fue un operativo de represión ilegal llevado a cabo por la última dictadura en Argentina entre agosto y septiembre de 1977. Se calcula que un grupo de 21 trabajadores de las líneas Mitre y Belgrano, junto a sus parejas y familiares, fueron secuestrados por las fuerzas militares.

La operación fue parte de una violenta respuesta del régimen militar a la organización y lucha que venían llevando adelante los trabajadores en defensa de sus derechos laborales y salariales.

El gobierno de facto, con Martínez de Hoz como ministro de economía, encabezaba un proceso de desmantelamiento de la red ferroviaria que consistió en el despido de 58.000 ferroviarios, rebaja salarial, cierres de ramales y talleres, reducción de miles de kilómetros de vías, tercerización y privatización de áreas que beneficio a grupos empresarios nacionales y extranjeros como Perez Companc , BGH, Techint, entre otros.

La resistencia no se hizo esperar

El 26 de octubre, poco más de un mes después del operativo "Caída de los Ferroviarios" , los trabajadores iniciarán una de las huelgas más importantes que sufrió la dictadura de Videla. La acción que se inició con los trabajadores ferroviarios, se expandirá a otros gremios del país.

En los primeros 5 días de noviembre se vivió el momento más álgido con paros en las seccionales ferroviarias de Capital Federal, Gran buenos Aires, La Plata, Rosario, ciudad de Santa Fe, Tucumán, Entre Ríos y Córdoba y a los que se sumaron aeronáuticos, subterráneos pidiendo la libertad de sus dirigentes detenidos, varias líneas de colectivos que recorrían el conurbano bonaerense, trabajadores del puerto metropolitano y rosarino, de SEGBA (servicio de electricidad del Estado), Agua y Energía Rosario, ENCOTel (Correos), trabajadores de YPF en las ciudades de La Plata, Mendoza, Comodoro Rivadavia y Capital, entre muchos otros.

El 4 de noviembre en las inmediaciones de la Plaza Constitución es asesinado por la policía un trabajador ferroviario que arengaba a que sus compañeros no abandonen la huelga.

Según informes de derechos humanos, se estima que más de 118 trabajadores ferroviarios fueron desaparecidos.

Causa “Los ferroviarios”

La causa de los ferroviarios es solo una parte de la megacausa de Campo de Mayo. Según estima la Fiscal Sosti, por este lugar, durante la dictadura pasaron más de 6.000 personas y el nivel de supervivencia fue menor al uno por ciento. Sus prisioneros se encontraban secuestrados en: El Campito o Los Tordos, Las Casitas o La Casita; el Hospital Militar con la maternidad clandestina y la prisión de Encausados.

Gracias a los testimonios que brindaron quienes lograron sobrevivir a las detenciones, vecinos y compañeros de trabajo, se pudo avanzar en la reconstrucción de cómo fue el operativo que buscó destruir la organización de los ferroviarios en la zona.

A continuación compartimos solo algunos de los hechos de esta causa:

La operación comenzó el 30 de agosto cuando en su domicilio fueron secuestrados Egidio Battistiol (trabajador del ramal José León Suárez del Mitre), su esposa Juana Colayago, que se encontraba embarazada de seis meses, Ema y Sandra (hermana y sobrina de Battistiol).

Según cuenta una de sus hijas: "rompieron la puerta de casa gritando y preguntando por mi papá pero no estaba". Cuando Egidio llegó a su hogar, salvo a sus hijas, llevaron a todos a Campo de Mayo. Ema y Sandra serían liberadas mientras que Juana, Egidio y su hijo no volverían a aparecer.

Otro caso fue el de Juan Carlos Catnich, también empleado del ferrocarril Mitre que se encontraba trabajando en los galpones de José León Suarez. El 31 de agosto de ese año, cerca del mediodía, se presentaron cuatro personas de civil diciendo que pertenecían a la Policía ferroviaria y que necesitaban llevarlo a él y a un compañero, Enrique Montarcé, a hacer una declaración. Les aseguraron que volverían, pero no fue así. Luego, se dirigieron a la casa de Enrique para buscar a su esposa, Iris Pereyra, que también desapareció.

El mismo destino corrió Leonor Landaburu, compañera de Juan Carlos, que con un embarazo de seis meses fue secuestrada ese mismo día por la tarde. Quienes la vieron en el centro clandestino fueron la hermana y sobrina de Egidio Battistiol.

Carlos Raul Parra, de 39 años, trabajaba en los talleres de Boulogne del Belgrano Norte, lugar del que también fue secuestrado. Isabel, su hija, junto a su hermana Laura y su mamá, Georgina del Valle Acevedo de Parra, dormían en su casa de Don Torcuato, cuando milicos de civil, armados con fusiles tocaron a su puerta. Georgina abrió, engañada. “Quédense tranquilas que mamá ya vuelve”, le dijo a sus hijas cuando los milicos se la llevaron en un Falcon, pero nunca volvió.

La mayoría de los desaparecidos eran militantes, la represión contra los ferroviarios fue parte de un plan de persecución y violencia contra el conjunto de la clase trabajadora y sus organizaciones. Quisieron borrarlos de nuestra memoria, pero no pudieron. Por la pelea que vienen llevando adelante sus familiares, junto con organismos de DDHH, se lograron por el momento detener a 19 represores.

Seguimos en la búsqueda de las y los hijos nacidos en cautiverio y los miles de secuestradxs que nunca volvieron con sus familias. La pelea por esclarecer los hechos y llegar a la verdadera justicia que se merecen nuestros compañeros detenidos/desaparecidos, podría tener mucha más fuerza si, la Unión Ferroviaria y el resto de los sindicatos ferroviarios se pusieran a la cabeza, juntos a los familiares y organismos de DDHH. Lamentablemente, en todos estos años la directiva del sindicato no se puso a la cabeza para llegar a la verdad.

Y aunque desde hace años se vienen llevando a cabo juicios a los responsables de estos crímenes de lesa humanidad, todavía miles de genocidas, militares y civiles siguen libres e impunes. Los años pasan, también los gobiernos y todos ellos se niegan a cumplir la exigencia de los organismos de DDHH y organizaciones políticas independientes del gobierno que seguimos peleando por la apertura de los archivos clasificados de la dictadura para saber qué les pasó y dónde están.

¡¡¡118 compañeros ferroviarios desaparecidos, presente!!!

Si fuiste testigo o tenés familiares que fueron testigos o tienen información sobre algunos de estos hechos te invitamos a comunicarte para avanzar en la búsqueda de nuestros compañeros y compañeras desaparecidas.