La frase que pronunció el revolucionario alemán hace ya más de 150 años atrás: “la historia de la humanidad es la historia de la lucha de la clases” comienza a hacer sentido en la cabeza de miles después de la rebelión. En estos ya más de 50 días, hemos visto cómo los postergados, los oprimidos y explotados, después de 30 años salen a la calle a luchar por todo lo que una minoría les ha arrebatado, “vida digna”. Este grupo minoritario, la burguesía compuesta por los grandes empresarios y sus representantes políticos han respondido con fuerza para defender sus intereses, muestra de esto es que al momento que se escribe este artículo se aprueba la idea de legislar una ley que prohíbe la protesta, con los votos del Frente Amplio y la abstención mayoritaria del PC.
Este salto en la lucha de clases abrió otro periodo, rompió el equilibrio inestable de la economía chilena, que venía con desaceleración , agotamiento del modelo exportador, y con un marco económico internacional débil.
En este artículo queremos establecer que implica ese cambio (la ruptura del equilibrio económico) para el capitalismo en Chile, y como esto abre -creemos- un periodo entre tendencias recesivas y posibilidad de una crisis de proporciones, que así mismo, tendrá efectos en que se abran nuevas luchas de trabajadores, que puedan tender a expandirse, tomando un carácter más revulsivo hacia el régimen de conjunto
Marx y La Lucha de Clases.
Las categorías marxistas esbozadas por Marx en El Capital, como valor, plusvalía, interés encierran relaciones sociales. Estas relaciones son antagónicas y justamente le dan el carácter inestable a una sociedad de clases. Si lo traemos al presente por ejemplo el concepto “ahorro” ligado a las AFP, es la expresión concreta del antagonismo que existe entre los trabajadores y los empresarios. Es decir, las categorías de Marx son la forma de existencia de la lucha de clases en el capitalismo.[1]
Así mantener la estabilidad del capitalismo, depende de cómo la clase dominante maneje estos antagonismos y la inestabilidad que estos le producen a la economía capitalista (de ahí el rol del estado), esto depende, en gran parte, si los subordinados-en este caso los trabajadores- quieran mantenerse como tal.
El problema del capitalismo post crisis 2009,-que caracterizaremos como equilibrio inestable-, es la dificultad del capital para mantener la subordinación. Así, la crisis capitalista no se puede caracterizar como algo “puramente económico”, en el sentido de tendencias o leyes económicas del capital. Estas tendencias y las posibilidades de crisis están íntimamente ligadas a la posibilidad de insubordinación de los trabajadores, en concreto, que con mayor o menor fuerza, no quieran mantenerse en los antagonismos actuales ( mantener los equilibrios).
El factor lucha de clases y la restauración del equilibrio capitalista.
La economía chilena estaba en un momento transitorio de equilibrio inestable, donde se busca recomponer el equilibrio que se rompió post crisis 2009 en el mundo. La derecha debía golpear las condiciones laborales para iniciar una recuperación en los nuevos marcos de la economía mundial, economía convulsionada, con una recuperación leve de la mano de Estados Unidos. Justamente aquí, en los ataques y la resistencia que estos tengan, es donde se producen los choques re-configuraran los nuevos marcos de la economía
El factor que cruza todas las relaciones de la economía, y que termina por amagar las intenciones de la derecha, los empresarios en Chile y la burguesía de conjunto en el mundo, es la lucha de clases. Es decir, la clase obrera es un factor en esta ecuación, que puede impedir que la restauración capitalista recaiga en sus hombros, tal como lo hace hoy la rebelión Chilena. Las crisis capitalistas han mostrado esta dinámica en la historia (Arrigui 2009, Brenner 1998). En los en el periodo 1970-1980 vimos como el triunfo de la contrarrevolución capitalista neoliberal inició un nuevo periodo de acumulación, es decir restableció los equilibrios, a partir de una época de gran inestabilidad iniciada por la crisis de 1970 (Brenner 1998). Por otro lado, Así caracterizaba Trotsky, el marxista revolucionario, la dinámica capitalista en la década del 20, en momentos de equilibrio inestable de la economía capitalista, previamente a la crisis de 1929.
“El equilibrio capitalista es un fenómeno complicado; el régimen capitalista construye ese equilibrio, lo rompe, lo reconstruye y lo rompe otra vez, ensanchando, de paso, los límites de su dominio. En el dominio económico, las crisis y las recrudescencias de la actividad constituyen las rupturas y restablecimientos del equilibrio. En el dominio de las relaciones entre las clases, la ruptura del equilibrio consiste en huelgas, en lock-outs, en lucha revolucionaria. En el dominio de las relaciones entre Estados, la ruptura del equilibrio es la guerra generalmente, o bien, más solapadamente, la guerra de las tarifas aduaneras, la guerra económica o bloqueo."
Podemos observar hoy que varios de estos factores han comenzado a estar más presentes desde 2017, con la guerra comercial y ahora con la rebelión Chilena, además del nuevo periodo de lucha de clases que pareciera abrirse en América Latina y El Caribe (Ecuador, Haití, Colombia)
Del equilibrio inestable a la posibilidad a una crisis de proporciones en Chile
Antes del 18 de octubre la economía venía de un año de desaceleración en Chile, particularmente se venían reduciendo las estimaciones de crecimiento. Podríamos decir un “momento transitorio de equilibrio inestable”, que tenía como característica general a los empresarios buscando recomponer en Chile y a nivel internacional los equilibrios perdidos después de la crisis de 2009 (y particularmente post fin superciclo del cobre en Chile), llevando adelante la reforma laboral y tributaria. Todo esto para dar nuevos márgenes a los empresarios, mejorar sus ganancias y así revitalizar la inversión. Así mismo con algunas luchas parciales (profesores en mayo-junio-julio 2019, Valparaíso 2018).
En Chile, lo anteriormente expuesto, tomaba una forma concreta. El modelo neoliberal basado en las exportaciones, salarios de miseria, y consumo por medio de crédito, se agotaba. En el marco mundial China se comenzaba a desacelerar fuertemente, y con ello le ponía fin al boom de precio de los commodities, dejando ser el fenómeno que empujaba el mundo post 2009. Las fricciones en el mundo, guerra comercial y choques geopolíticos vuelven una economía más volátil, esto le pone límites a un modelo que depende de las exportaciones, particularmente de China. Por otro lado, los límites internos y estructurales, las grandes compañías transnacionales exportadoras basan su ganancia sobre salarios de hambre.
Este era el marco de equilibrio inestable o transitorio que buscaba cargar sobre los trabajadores los costos para iniciar un nuevo periodo de acumulación.
El factor ausente de la ecuación, para la posibilidad de la recomposición de este equilibrio, era un salto cualitativo en la lucha de clases que impidiera los planes de los empresarios y el gobierno, Esta cuestión podría determinar si los capitalistas lograban pasar sus reformas e iniciar nuevos marcos de crecimiento económico. Cuestión que finalmente ocurrió, la fuerza de la rebelión cambió la situación transitoria de equilibrio inestable, a un momento de posibilidad de una crisis de proporciones para el capitalismo en Chile
El 18 de octubre todo dio un giro, el factor “lucha de clases”, que estuvo dormido por más de 30 años, despertó. Entre el mundo empresarial los temores por la “muerte de la gallina de los huevos de oro”, los lleva a tener pesimismo en poder seguir ganando como ganaban en Chile. Sus ganancias millonarias se ven cruzadas hoy por las enormes expectativas de las masas, que tuvieron como expresión enormes batallas en las calles.
Importante es aclarar que en Chile hubo lucha de clases en estos 30 años, (2006, 2011, etc) pero esta no conseguía ser un salto cualitativo para cambiar el momento, romper los equilibrios. Esa es la diferencia con la rebelión actual, en términos cualitativos.
Hacia dónde va la economía chilena.
En la medida que la lucha sea mayor la crisis económica se agudizará, la evidencia de esto fue el último IMACEC (-3.4 en octubre, ver figura), que desató el temor e histeria de los empresarios. El banco Central tomó medidas y salió a vender 20 mil millones de dólares de forma para frenar el escape de capitales a la moneda imperialista. A la vez advierte: “nosotros podemos, a través de medidas como esta, reducir la volatilidad, podemos contener en algo esta incertidumbre, pero no tenemos la capacidad para influir en los orígenes de esa incertidumbre” (La tercera, 30 de noviembre)
En concreto, la rebelión le costó a los empresarios entre 1.2 y 1.5 puntos del PIB, las estimaciones antes del 18 de octubre establecían un crecimiento de 2.4% para 2019. Recientemente el mismo Banco Central (BC) rebajó las cifras fuertemente en torno al 1%. Por otro lado, su presidente acaba de decir públicamente que esto le podría costar a Chile un retroceso de 27 años y el desempleo podría llegar a 10%.
La clave es ver que la recomposición del capitalismo es y será una lucha a muerte, aunque ya no hayan cientos de miles en las calles (aunque aún está por verse aquello), es casi seguro que las luchas contra el desempleo, cierres de fábricas, despidos arbitrarios, reformas represivas, se mantengan por un largo periodo, sobre todo considerando los marcos inestables de la economía mundial.
Para pensar hacia qué situación económica va Chile, es importante notar que en esta rebelión no entró el batallón central de los trabajadores en Chile. Los trabajadores del cobre juegan un rol fundamental como factor económico. ¿Acaso, en los marcos de esta rebelión, no hubiese sido distinto con un precio del cobre por el piso y con miles de despedidos en diversas faenas? ¿ Esto no hubiese empujado a entrar a los trabajadores del metal rojo? ¿ Esto no fue un factor objetivo que limitó el poder de la rebelión? La nota de prensa del banco central deja más claro esto:
“El IMACEC minero creció 2,0%, mientras que el IMACEC no minero cayó 4,0%. La actividad económica del mes se vio afectada por el desempeño de las actividades de servicios, comercio e industria manufacturera”( Nota de prensa 2 de diciembre , Banco central)
Es decir, la estabilidad de la minería impidió una debacle mayor del capitalismo Chileno. Esta fuerza aún no se pone a prueba en la realidad, y el día de mañana en el Chile post rebelión puede ser un factor determinante que puede herir de muerte a una economía capitalista que sangra.
No es casualidad que Piñera impulse el proyecto “ley antisaqueos” que protege con militares la infraestructura crítica de lugares estratégicos. Los empresarios conocen muy bien que en un escenario económico así, abrirá luchas en los diversos sectores estratégicos de la economía ,y que estas en un marco de crisis social, pueden dar un salto en luchas más revulsivas, que puedan hegemonizar una lucha abierta por todas las demandas que esta rebelión viene luchando hace más de 50 días.
Todo lo que se juega depende mucho del rol de la economía internacional, y esta hace un tiempo viene dando muestras de debilidad, si esto continua así (o empeora) el escenario para los empresarios en Chile, al menos como factor objetivo de la realidad, plantea dificultades mayores para encontrar alguna salida que no vaya por el lado del garrote. Esto le imprimirá a la realidad, creemos, un escenario de luchas parciales que pueden tomar carácter político con tendencia a revueltas. Todo esto considerando que la rebelión cambio la conciencia de miles o quizás millones de trabajadores, que comienzan a luchar a sus espacios de trabajo, con los métodos históricos , que justamente esta rebelión hizo válidos, huelgas, asambleas , barricadas y métodos violentos de conjunto.
Un ejemplo vivo de esto son las trabajadoras de aseo en la USACH, que hicieron asambleas, amenazaron con Huelga, y con ello obligaron a la rectoría a entregar una demanda histórica, justamente para evitar una revuelta mayor , en unidad con estudiantes y profesores.
Esta posibilidad tiene como límite principal la burocracia sindical, que frenó en esta rebelión la entrada, principalmente, de los trabajadores del cobre. Pero nada está dicho aún, la superación de estos límites dependerá de los factores discutidos en este artículo , y la organización de una izquierda de los trabajadores que pelee por esta perspectiva. Pero de todas formas creemos que la combinación “avance en la conciencia de lucha” y “ una economía que sangra”( momento donde se rompen los equilibrios en el capitalismo) le da rasgos más convulsivos, con tendencia a revuelta a las luchas que vendrán.
Bibliografía
1.- https://www.herramienta.com.ar/articulo.php?id=785
2.- Trotsky León, 1921, La Situación Mundial
4.- Arrighi, Giovanni 2009, Adam Smith en Pekin
5.- Brenner, Robert 1998, Turbulencia de la economía mundial
6.- https://www.latercera.com/pulso/noticia/banco-central-advierte-efecto-acotado-la-intervencion-no-se-frena-la-incertidumbre-la-crisis-social/921103/
7.-https://www.bcentral.cl/imacec
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