Luego de casi dos meses de negociación el gobierno logró que se aceptara una propuesta de miseria en la docencia apelando a las incontables maniobras de la burocracia sindical y alargando el proceso para cansar. Es necesario realizar un balance para organizar la bronca creciente y devolver el golpe rápidamente.
Lunes 26 de agosto 20:46
A principios de junio, las y los docentes empezamos a pensar en cómo organizarnos para enfrentar una propuesta salarial que se sabía no iba a cumplir con ninguna de nuestras demandas.
De a poquito la nueva negociación paritaria se sumó al temario cotidiano de las salas de profes, algún compañero se animaba a tirar el porcentaje necesario para recuperar lo perdido. Mientras tanto, el cierre de la negociación de los trabajadores estatales de la provincia ya adelantaba la oferta y nos brindó una ventana al futuro: cero por ciento de aumento.
Muchos empezamos a alertar de esta situación, a plantear a nuestros compañeros y compañeras la necesidad de organizarnos porque se avizoraba un escenario muy difícil para la docencia. El tema ya inundaba los grupos de los colegios y de autoconvocadas, la sensación de que otra vez el gobierno de la provincia iba a ningunear a la docencia con una oferta inexistente se hizo realidad. Una primera oferta llego sin un porcentaje, apenas un ofrecimiento del 100% del IPC a mes vencido y alguna tibia mejora al cargo testigo y nada más.
Podríamos hacer mucho análisis de las cuatro propuestas hechas por el gobierno, o tal vez no, porque todas ellas fueron si un porcentaje real de recomposición es más, cada nueva propuesta era peor que la anterior, el gobierno ofreció miseria planificada para la docencia una y otra vez.
El ataque y desprecio de la gestión Llaryora se constituye en toda una tradición a pesar de que solo lleva siete meses, igual cabe aclarar que el “pituquito” proviene del más rancio cordobesismo que siempre atacó a la docencia, pero en ocho meses sorprende su ensañamiento y la profundidad de esos ataques.
En sus primeros días eliminó una paritaria ya firmada, nos quitó una parte importante de salario en un solo mazazo. Sobre salarios que ya eran muy malos y estaban muy atrasados, a inicio de año sufrimos frente a la devaluación de Caputo y el salto sideral de la inflación. En este escenario llegamos a la negociación del primer período del año que el gobierno y la celeste lograron pasar ofreciendo solo un aumento del 50% del IPC. Si el salario venía perdiendo con esto se terminó de hundir.
La Celeste y sus maniobras contra la docencia
Sin alertar a las bases de lo que se venía, blanqueando lo poco que le importamos a la burocracia Celeste siendo que venimos sufriendo en primera mano la crisis económica y social que se viene desatando, iniciaron con sus audiencias oficiales exigiendo de forma declamativa una recomposición salarial. La conducción planteó que la docencia ya había aportado aguantado el ajuste y que ahora el gobierno debería devolver ese esfuerzo con un gesto, toda una declaración.
La mejora nunca llegó, seguimos pagando el ajuste, solo en la percepción de la Celeste mejoramos nuestra situación con esta oferta, de lo contrario estaríamos luchando aún. Una muestra más de que no le importa si llegamos a pagar nuestros alquileres, si podemos comer en las últimas semanas del mes,- comer fideos todos los dias despues del quince de cada mes no es alimentarse- por las dudas se lo remarco a la burocracia. Tiene docentes pobres, con doble trabajo, cansados, con estres y con angustia, muchos van al aula sin saber si van a poder solventar en el mes cuestiones basicas; pero allá van ellos corriendo a aceptar, ni siquiera son capaces de asegurar con nuestra plata colectivos para que la docencia viaje tranquila y segura a capital para manifestar su bronca.
¿Cuántos docentes de todas la provincia no habrán podido viajar por no tener medios para hacerlo? gran pregunta, invito a la docencia a contactarse con este medio y contarnos sobre esta y otras tantas situaciones.
En julio las vacaciones le dieron aire al gobierno, digo aire porque en esas semanas de junio previo al receso invernal la bronca se venía expresando de gran forma en los colegios. Donde nunca se había realizado una asamblea, ahí estaban los docentes construyendo una, nos llegaba información de colegios privadas que estaban haciendo por primera vez una asamblea. Estos y otras hechos evidencian la bronca de la docencia por una situación económica apremiante. Pero a la vuelta del receso desaprovechando la bronca y las ganas de la docencia de organizarse la celeste acató la conciliación obligatoria del gobierno.
La sumisión de la conducción provincial al gobierno genera más bronca aún cuando recordamos que Llaryora nos bajó una paritaria y que Schiaretti nos metió con una conciliación obligatoria. Un día tanto el gobierno como la conducción nos piden que respetemos los marcos legales pero al otro el gobierno pasa por arriba de la legalidad para estafarnos y la celeste no dice absolutamente nada.
¿Qué pasó con el paro de 48 horas votado por las bases previo al receso? la conducción bajo la medida de fuerza inmediatamente dictada la conciliación. Muy democrático todo.
Debemos pensar en lo que hubiera sucedido si la conducción provincial se hubiera puesto a la cabeza de la lucha, no acatando la conciliación y llamando a la docencia a asamblea permanente por colegios para votar un plan de lucha. Aportando todos los medios de los que dispone nuestro sindicato para movilizar a la docencia, asegurando transporte, no aceptando ninguna negociación con descuentos por paros. Es mucho pedir a una celeste que maniobró tanto en las asambleas escolares como en las departamentales para que la docencia acepte esta miserable propuesta. De todas formas las exigencias tienen que hacerse igual.
La elección de delegados es una oportunidad para devolver el golpe.
Esta semana tuve la posibilidad de hablar con un compañero colega docente de la provincia de Neuquén que me contaba con orgullo que la docencia le había dado un duro golpe a la burocracia sindical. Si vemos los resultados de la asamblea de la delegación de Neuquen capital la burocracia perdió 268 a 2215, la docencia rechazó absolutamente el presentismo y el miserable aumento a las partidas de refrigerio. Nuestro compañero Nicolás del Caño estuvo la semana pasada acompañando a la gran lucha de la docencia neuquina.
Esta lucha demuestra al menos una serie de cuestiones; la primera, diría yo, es que el ajuste a la educación es parejo en todas las provincias. La lucha contra el intento del gobierno nacional de declarar a la educación como un servicio esencial debe marcar el norte para la docencia en todo el país. La falsa esencialidad ya se aprobó en diputados con los votos de todas las bancadas hasta las del kirchnerismo, menos la del FIT-U que denunciaron desde sus bancas el intento de ataque al derecho a huelga. Cuando se discuta en senadores la CTERA debe llamar a una gran movilización nacional amparado en un paro.
La segunda y a contrapartida de lo anterior es que la docencia en todo el país tiene voluntad de luchar, es una mentira total que la docencia no quiere luchar, sino de lo contrario no se gastarían en maniobrar tanto con sus burocracias adictas a los gobiernos.
Por otro lado el compañero neuquino me invitó a pensar cómo podríamos revertir la tendencia, doblarle el brazo a Llaryora y ponernos a la par de los compañeros sureños y la respuesta que surge de forma casi inmediata es la elección de delegados. Si hay un órgano democrático directo de nuestro sindicato ese es el cuerpo de delegados escolares y tenemos muchas situaciones irregulares con este cuerpo.
Hay una cantidad enorme de colegios sin delegados que , oh casualidad, votan rechazo en sus mandatos, como el IPEM 348 donde trabajo y que no tiene su representante en la asamblea departamental. Delegados que se han jubilado y no han tenido reemplazo, sin contar la irregularidad de colegios que sí tiene delegados pero que no están cumpliendo con sus obligaciones como representantes, faltazos o cambio de mandato en instantes previos a las asambleas departamentales son algunas de las maniobras aplicadas.
Si queremos revertir la tendencia, la elección del cuerpo de delegados es fundamental, la bronca que expresan los compañeros en pasillos, en salas de profes, tiene que verse reflejada en la asamblea departamental y para eso es necesario ganar delegados y delegadas por colegios que apuesten a la organización por escuelas, por delegados y delegadas que respondan a las bases. Que adopten la democracia de base y asamblearia como única forma de organización superior al verticalismo burocrático. Que estén dispuestos a organizar a la docencia para enfrentar las maniobras de la burocracia. Que esa organización sea para potenciar no solo las peleas por salario sino también dar la pelea por una educación pública de calidad junto a la comunidad educativa.
Tenemos una durísima pelea por delante, invitamos desde la agrupación docentes D-Base a construir equipos de trabajo en los colegios que tomen en sus manos las tareas de la elección, equipos que se aboquen a dialogar con las y los compañeros y convenzan de la importancia de votar delegados y delegadas de la oposición, agrupada hoy en la lista Unidad desde las Escuelas, equipos de laburo que construyan y multipliquen los espacios de debate politico e intercambio, que coordinen tareas técnicas, que informen a la docencia de nuestros derechos dentro del sindicato.
En resumen los gobiernos tanto nacional como provincial ya han mostrado sus intenciones con la educación pública, ajuste y más ajuste y demostrado está el rol que juegan las burocracias sindicales, tenemos que construir una organización desde abajo que pelee por la educación pública, que defienda el derecho de los pibes a educarse en un ambiente adecuado con docentes y no-docentes bien pagos. Nadie va a tomar esa tarea en su manos más que nosotros, por eso hago un llamado a que la bronca se transforme en organización para devolverle el golpe rápido a la burocracia y al gobierno.