La producción nacida en Córdoba logró el Martín Fierro Federal de Oro, además de obtener el premio por mejor ficción. Acá, un repaso por una serie que viene recogiendo elogios y premios por donde pasa, y un breve diálogo con su director y una de las guionistas.
Luis Bel @tumbacarnero
Martes 3 de julio de 2018
La serie cordobesa “La chica que limpia” significó una revolución para la producción audiovisual cordobesa, que ya trascendió los límites de la provincia mediterránea, para transformarse en un vivo ejemplo de que el interior tiene buenas historias para filmar.
En 2017 rompió todos los records de la plataforma Cine.ar llegando a ser la producción con más visualizaciones (61.869) , superando por lejos a las que le seguían: "Vulnerables", con 29.776 visualizaciones, "Los simuladores", con 21.570 y "Tiempo final", con 17.927. Además, a comienzos del año pasado fue comprada para ser emitida en los EEUU y el Reino Unido, donde increíblemente fue vista antes que en Argentina.
Hoy, con más de 160 mil visualizaciones vía web, consiguió colocarle la frutilla al postre al conseguir el Martín Fierro Federal a la mejor ficción y el Martín Fierro Federal de Oro, tras ser puesta en el aire por el Canal 10, de Córdoba.
Mientras siguen de festejo en festejo (la semana pasada fueron agasajados en “el Panal” por el propio Schiaretti y gran parte del arco audiovisual local, y esta semana serán distinguidos en la Legislatura), aprovechamos para charlar con Lucas Combina y Greta Molas (director y guionistas, respectivamente), sobre el premio, el éxito de la serie y cómo ven el presente de la producción local.
¿Qué importancia tiene este premio para la producción audiovisual cordobesa?
Lucas: El Martín Fierro Federal había sido ya ganado en el rubro ficción por la serie Edén, en 2012, pero es la primera vez que una ficción gana el de oro. A la serie le había ido muy bien, con mucha repercusión a nivel nacional, entonces íbamos con ciertas expectativas de ganar la primera estatuilla, pero lo que realmente fue la gran sorpresa es haber ganado la segunda. La serie se emitió por la plataforma Cine.ar, si bien fue elegida por haberla transmitido Canal 10, y sabíamos que teníamos posibilidades, pero nunca nos imaginamos el oro. Habíamos asistido a la entrega con la productora ejecutiva, Paola Suárez, y ni siquiera pasaba por nuestra imaginación esto, sobre todo porque generalmente se lo entregan a rubros como "periodismo de investigación". Después, ya analizando más en frío, también a nivel nacional lo ganó “Un gallo para Esculapio”, entonces uno puede pensar en ese contexto que estarán poniendo la mirada un poco más en la ficción. En lo personal… Por un lado legitima, como todo premio, el trabajo, el esfuerzo y sobre todo el éxito que tuvo la serie. También es gratificante para uno que estudió y se formó, y ahora se logra esto, y a uno lo llena de energía para seguir adelante. Nunca había recibido un premio de esta magnitud, y ni siquiera le había dado mucha importancia, hasta que lo tuve. Obviamente el premio no es solo mío, es el esfuerzo de muchos, de un equipo, creo que a Córdoba le hace bien porque se pensaba que acá no había público, y bueno, sí hay, incluso gente de otros lados eligió ver una serie de esta provincia. La mayoría del elenco es cordobés y la gente eligió ver ese elenco también. Eso es lo importante, tenemos público, hubo gente que fue, la buscó, que opina sobre la serie, la recomienda, es algo que ya trasciende. Por ejemplo ayer abrí mi Facebook y había un dibujo hermoso del ilustrador “Pito” Campos con Rosa agarrando el Martín Fierro. Y esa posibilidad afectiva ya no es tuya, ya es apropiada por otros. Tenemos público para ver nuestras series y nuestras películas, y hay que cuidarlo. Esa es la apuesta.
Ilustración de Daniel "Pito" Campos
Greta: Bueno, pienso que este premio de importancia nacional no solo representa un reconocimiento a la producción local, que desde hace mucho tiempo crece en calidad y diversos contenidos, sino que también la fortalece, porque en este medio, como en otros, los premios, como decía bien Lucas, legitiman, visibilizan de alguna manera ese crecimiento. Creo que Córdoba viene transitando un camino ascendente con las producciones de películas, de festivales, de series. También en ese sentido se puede tomar que la Ley Audiovisual local se consiguió gracias al empuje del sector. Pienso que el premio a “La chica que Limpia”, donde participaron trabajadores audiovisuales de diferentes rubros, es un fruto de y para Córdoba, también para las nuevas generaciones de cineastas que puedan soñar con quedarse en su ciudad y hacer cine. Antes, cuando éramos estudiantes la realidad era otra, y no se podía concretar eso sin pensar en Buenos Aires.
La serie, más allá del policial, tiene una clara impronta de la mujer.
Greta: Sí, desde que se presenta al personaje de Rosa (Antonella Costa), una trabajadora de la limpieza (que por lo general es un trabajo precarizado), que encima es madre soltera, vemos a una mujer fuerte, decidida a darle batalla a todo lo que se le cruce. Y cuando flaquea, hay otras mujeres sosteniendo, como su madre (Beatriz Spelzini), o como el personaje de Camila Sosa Villada, que colabora para ayudar a Rosa a descubrir la verdad. El género policial de alguna manera es también una metáfora de la vida real de esta clase social que vive una vida en suspenso y que lucha para subsistir. Me gusta pensar que la protagonista a la cual le suceden las cosas y seguimos en detalle, representa a una laburante doméstica, figura que generalmente es secundaria en las ficciones y con rasgos estereotipados, y hasta peyorativos en la narrativa televisiva. La serie también pone el foco en muchas de las violencias de género, porque muestra la trata y el negocio que se esconde detrás, y también la precarización laboral que empuja a María (Yohana Pereyra), la compañera de trabajo de Rosa, a caer en las manos de las redes de trata. Sin dudas que la ficción refleja en parte lo que sufren muchas mujeres día tras día.
¿Cómo fue la búsqueda para llegar a esa estética tan particular que tiene la serie?
Lucas: Por un lado pensamos en lo oscuro de los policiales, escenas de crímenes, cadáveres, y por otro lado tenía al personaje, Rosa, rodeada de productos de limpieza. Y comenzamos a ver con Irene, otra de las guionistas, que los colores de los productos de limpieza eran muy llamativos, muy pop. Mucho verde, mucho fluor, mucho rosa, entonces es como que teníamos esos contrapuntos: por un lado un mundo más oscuro y por el otro uno más pop. Rosa obviamente estaba uniformada y esos tonos contrastaban con todos los lugares sucios. Por eso imaginamos una estética más pop para el personaje, partiendo de esos colores saturados del mundo de la limpieza. Salvo la casa de Rosa, que es un lugar muy aséptico por la enfermedad de su hijo, el resto de los lugares son oscuros y sucios, lugares donde no querrías estar. Después con la directora de arte, Pamela Abdala, trabajamos las escenas policiales, los contrastes, la sangre. También el vestuario, que es rosa, hizo su aporte, a través de este y de cómo “la chica que limpia” se va profesionalizando y su vestuario va cambiando, se ve una transformación. También las locaciones tienen su contrapunto, tuvimos que buscar lugares muy limpios y después pasar a basurales o lugares muy sucios, casas abandonadas. Todo el tiempo era jugar entre lo limpio y lo sucio.
Greta, participaste hace días de la Carta Abierta de mujeres de la cultura, la ciencia y la educación de Córdoba por el pedido de aborto legal, seguro y gratuito. Contanos esa experiencia.
Greta: Fui invitada a participar en un grupo de mujeres, muchas de ellas personalidades de la cultura de Córdoba como María Teresa Andruetto, Eugenia Almeyda, o de la política, como Laura Vilches; que se juntaron para elaborar una carta abierta pidiendo a los senadores de Córdoba que apoyen esta ley para que no sigan más mujeres, sobre todo las pobres, muriendo por abortos, siendo las víctimas de esta forma de violencia machista que es el aborto clandestino. Se formó un grupo con alrededor de 150 mujeres que intercambiamos ideas, posiciones e información, para lograr llegar a este documento que fue leído y presentado en el Museo Antropológico, donde se acercaron a firmar más mujeres que luchan por este derecho como lo hacemos millones en todo el país. Es una herramienta más, pero hay que seguir en las calles, movilizadas, porque sabemos que todo lo que conseguimos hasta ahora fue por esa vía, la de estar organizadas y movilizadas.