En una ciudad donde las viviendas desocupadas (340 mil) superan dos veces y medio el déficit habitacional (140 mil). Esta realidad realidad no es argumento suficiente para la política que desplegó el macrismo durante estos ocho años de gobierno.
Jueves 9 de abril de 2015
Ilustración: Natalia Rizzo
Ilustración: Natalia Rizzo
La política de “renovación urbana” que se viene desarrollando en la ciudad, sobre todo en la zona sur donde se luce la nueva sede de gobierno, incluye un plan maestro para la Comuna 8 (Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano) con la creación de una Villa Olímpica para los juegos juveniles del 2018. La creación de los polos tecnológicos para eximir a las empresas de evadir impuestos también forma parte de este plan.
También en la costanera Sur con un mega proyecto para la construcción de un complejo habitacional de lujo en terrenos de IRSA, (que implicaría el desalojo del barrio Rodrigo Bueno o en su defecto la inundación del mismo tras proyectar la elevación de la cota del terreno), con un presupuesto estimado de más de U$D 1.000 millones.
Los negocios con las empresas constructoras como IRSA son moneda corriente en la ciudad. Han sido beneficiados con terrenos fiscales a precios irrisorios convirtiéndose en una de las mayores terratenientes urbanas de la CABA: dueña de la mayoría de los complejos comerciales (Abasto shopping, DOT, Alto Palermo, Paseo Alcorta, entre otros), posee más de 16 millones de m2.
A su vez los lazos entre empresarios y políticos son más que estrechos (tanto del PRO como del FPV, que sin sus votos muchos proyectos no serían posibles), como es el caso de Augusto Rodríguez Larreta que paso a ser ex directivo de IRSA a subsecretario de Gobierno del PRO, al que renunció para ser asesor de campaña de su hermano, el actual precandidato a Jefe de Gobierno por la ciudad. La constructora de Nicolás Caputo, no se queda atrás: es íntimo amigo del Jefe de Gobierno, quien ha salido beneficiado con múltiples licitaciones que incluye desde infraestructura para ferrocarriles y hospitales hasta la creación del parque acuático en Saavedra, entre otros.
La zona sur en retirada
Lo paradójico, es que la zona Sur de la ciudad es la que ha registrado un mayor crecimiento de la población. Durante el boom de la construcción la Comuna 8 ha actuado como “colchón” albergando al 32,9% de la población de capital que habita en villas y asentamientos. El valor del m2 ronda los U$D1200, siendo el más “barato” de la ciudad, seguido de Pompeya y Retiro que se estiman en unos U$D1600. Esta distribución territorial de la población, se da desde las zonas de mayor precio del suelo (donde más se ha urbanizado), hacia las de menor valor.
Este fenómeno de gentrificación se basa primero en un abandono (donde van degradándose los servicios básicos), seguido de una constante estigmatización por parte de los medios de comunicación asociando la pobreza a la delincuencia; como se vio por ejemplo en el desalojo del Barrio Papa Francisco cuya excusa fue el narcotráfico (que nunca pudieron demostrar) y la necesidad de saneamiento del terreno (que tampoco llevaron adelante). Seguido de la especulación, encarecimiento y futura expulsión (aunque esta vez fuera de los bordes de la capital) y comercialización de los nuevos emprendimientos. Esto planea Macri para la ciudad en general y la Comuna 8 en particular.
Por eso, el resultado de “la renovación urbana” que quieren implementar en la ciudad es obsceno e irracional. Los intereses de los especuladores inmobiliarios y los sectores empresariales de la construcción son los que digitan y ordenan la ciudad a la medida de sus ganancias. Para eso cuentan con una casta de políticos afines a sus intereses, siendo la construcción uno de los principales nichos de acumulación de ganancias.
Por eso desde el PTS en el Frente de Izquierda y de los Trabajadores planteamos: