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Red Internacional
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Elecciones 28M. La derecha avanza en el Estado español a costa del desencanto con el “progresismo”

El Partido Popular gobernará 4 de las 5 grandes capitales, todas las andaluzas y los gobiernos de Comunidad Valenciana, Aragón, La Rioja, Baleares, Cantabria y Extremadura.

Domingo 28 de mayo de 2023 21:50

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Los resultados de las elecciones municipales y la docena de autonómicas celebradas este 28M marcan un giro a la derecha y un aumento de la desafección en forma de abstención en Cataluña y grandes ciudades como Madrid. La máxima de que cuando el “progresismo” en el gobierno aplica políticas de la derecha, es ésta la que se fortalece, ha quedado confirmada en los vuelcos de muchos ayuntamientos y gobiernos autonómicos.

El PP fortalece su poder municipal de la mano de Vox

El Partido Popular (PP) mantiene su principal plaza, la capital, donde lograría la mayoría absoluta. Recupera Sevilla y Valencia –uno de sus feudos históricos– y conserva Zaragoza, donde ya se mantenía un acuerdo con la extrema derecha.

Cuatro de las cinco grandes capitales quedarán en manos del partido de Alberto Núñez Feijóo​. El PP logra también arrebatar al Partido Socialista (PSOE) plazas como Valladolid y gobernará todas las capitales andaluzas menos Cádiz. Pero en la mayoría de casos será imprescindible el soporte de la extrema derecha de Vox. Estos ya han anunciado que, tomando el ejemplo del gobierno de Castilla y León, exigirán ser parte de los gobiernos municipales y autonómicos en los que sean decisivos. Pretenden llegar a las generales con una fuerte presencia institucional y allanar el camino a una posible entrada en el gobierno central.

El gran perdedor de la noche en este extremo del tablero ha sido Ciudadanos que queda por fuera de la práctica totalidad de los consistorios y parlamentos autonómicos en los que concurría. El que fuera el partido del IBEX35 y el anticatalanismo furibundo ha rubricado hoy su parte de defunción.

La izquierda neorreformista pierde sus principales posiciones

Solo en Barcelona el PSOE consigue una victoria destacada. A pesar de que la derecha procesista habría sido la fuerza más votada, con Trias, el PSC de Collboni logra superar a la BCN en Comú de Colau. Una victoria para los socialistas de Pedro Sánchez, a costa de debilitar enormemente a su socio y rival de Sumar de Yolanda Díaz, que se jugó a apoyar la reelección de Colau por ser los Comunes uno de sus principales apoyos para la candidatura a las generales.

Barcelona era, junto a Cádiz, el único ayuntamiento del cambio que había pasado de la primera legislatura en 2019. Esta otra alcaldía, en manos de Kichi González de Anticapitalistas y Adelante Andalucía, pasaría a manos del PP tras pasar los de Kichi la mitad de sus concejales.

Por otro lado, Podemos queda al borde de la irrelevancia, perdiendo toda representación en comunidades como Madrid o la Comunidad Valenciana, y en decenas de consistorios, entre ellos el de la capital. Un producto combinado de su subordinación al PSOE y la pugna artificial -sin diferencias- que sostiene con el espacio de Sumar.

El poder autonómico también se tiñe de azul

A nivel autonómico, el PP partía de gobernar solo 2 de las 12 comunidades en las que se han celebrado elecciones. La jornada termina con el mantenimiento de la Comunidad de Madrid, donde Ayuso lograría la mayoría absoluta que no alcanzó en su adelanto electoral de 2021. Conserva también Murcia y le arrebata al PSOE y las diversas coaliciones de la izquierda neorreformista que le brindaban apoyo, Comunidad Valenciana, Aragón, Baleares, Cantabria, Extremadura y La Rioja. En todos ellos dependerá de Vox, como ya le sucedió en Castilla y León.

El PSOE solo conservaría Asturias, Castilla La Mancha, Canarias y Navarra. Esto implicaría que la derecha gobernaría 8 de las 15 comunidades, además de los enclaves coloniales de Ceuta y Melilla.

La izquierda independentistas: entre la subida de vascos y gallegos y la crisis de la CUP

EH Bildu, lograría buenos resultados tanto en Navarra –donde podría reeditar sus acuerdos con el PSOE para gobernar– y en varias ciudades vascas, la más relevante Vitoria, donde ganaría las elecciones, si bien PSE y PNV podrían evitar que gobierno si llegan a un acuerdo. También el BNG obtiene buenos resultados en diversos municipios de Galicia.

La CUP por su parte, sufre una bajada significativa. No solo no ha logrado entrar en Barcelona, sino que sus dos experiencias de gobierno de coalición cosechan pésimos resultados. En Sant Cugat pierden la mitad de su representación, y sus socios de PSC y ERC también bajan haciendo imposible reeditar la coalición. En Tarragona, donde gobernaban con ERC y JxCat, pierden la única regidora que tenían y volverá a gobernar el PSC.

No se puede enfrentar a la derecha de verdad con una izquierda de mentira

Si algo muestra este 28M es que quienes se han querido presentarse como el dique contra la derecha han terminado siendo su alfombra roja. Cuando el “progresismo” en el poder aplica las grandes líneas del consenso del “extremo centro” en política económica, social, vivienda, servicios públicos o seguridad, lo que se refuerza no es ese “progresismo” sino la derecha y la extrema derecha que avanzan sin obstáculos en el terreno que más cómodo les resulta.

No se puede enfrentar a la derecha amiga de la patronal presumiendo de haber logrado que Barcelona siga siendo la sede de los mega eventos capitalistas, como hacía Colau en Barcelona. No se puede enfrentar a la derecha de Jusapol, prometiendo más policías como hacía Rita Maestre en Madrid. No se puede combatir a la derecha de Desokupa, desalojando centros sociales en Barcelona o tachándola de ilegal como hace Más Madrid.

El preocupante avance de la derecha y la extrema derecha, que será previsiblemente parte de numerosos gobiernos en las próximas semanas, no lo enfrentaremos de la mano de esta izquierda que ni resuelve los grandes problemas sociales, ni combate la agenda que impone. La clase trabajadora y la juventud tenemos por delante el desafío de construir una alternativa política de clase, anticapitalista y socialista, que se prepare para pararles los pies a ellos y a todas las políticas de derecha, las aplique quien las aplique.