Una semana negra para la derecha. La pobre performance del intento de acusación constitucional contra Boric solo deja al desnudo a una oposición carente de proyectos e ideas. Sin embargo, la derecha sumida en una disputa intestina por lograr ser el partido hegemónico del sector de cara a las elecciones. Elecciones, en las que tampoco hay buenas noticias para la derecha.
Martes 1ro de octubre
Las semanas han estado agitadas en los pasillos del congreso. Al nerviosismo que recorría a toda la casta política, se sumó la semana pasada el caso Marcela Cubillos. Mientras el escándalo se mantenía en la corte suprema y los jueces, para la derecha aún era posible - en términos retóricos- maniobrar a efectos de despegarse de Hermosilla, el escándalo de la Universidad San Sebastián golpea nuevamente en la línea de flotación de la derecha.
Marcela intentó audazmente defenderse atacando. Sin embargo , su osada defensa de la libertad terminó siendo interpretada como una defensa de los privilegios. Si el objetivo era golpear al octubrismo, nada ha reavivado nuevamente el recuerdo de la rebelión y la constatación de las miserias del Chile neoliberal que la argumentación de la ex ministra de Piñera.
Una vez más el negocio educativo se devela como el talón de aquiles de la derecha. Los mismos que defienden el mérito y la libertad, son quienes más se apropian de las oportunidades lucrando con el sueño de miles de estudiantes a quienes prometieron un mejor futuro asociado a la obtención de un título profesional.
La Universidad San Sebastián, reducto del piñerismo, ya estaba en el ojo del huracán. En pocos días, el presidente del directorio y ex decano de la facultad de derecho Andres Chadwick pasó de ser el “heredero del legado de Piñera” a simplemente ser imputado.
De esta manera uno de los principales armadores y operadores políticos de la burguesía, el comandante de la represión con la que el gobierno de Piñera intentó aplastar a la rebelión de octubre, nuevamente está en el banquillo de los acusados.
El poder judicial, institución cómplice de los crímenes de lesa humanidad durante la dictadura y soporte jurídico del régimen neoliberal, también se ha empantanado. Su crisis deja a la casta política a la deriva, sin un árbitro claro para resolver las disputas internas entre las facciones del poder.
Lo más complicado de esta crisis es que el velo hipócrita de la supuesta “independencia” del poder judicial ha sido desnudado. Ante los ojos de todo el país ha quedado claro que los jueces sirven a sus patrocinadores del mundo empresarial y político. Todo esto mientras los trabajadores del poder judicial tienen prohibido participar políticamente para evitar que se organicen contra esta casta.
La tormenta para la derecha comienza a hundir los botes:los resultados de la encuesta “Pulso Ciudadano” de la Universidad del Desarrollo corrobora el golpe que han recibido en los últimos días. Lo preocupante de sus resultados es que la encuesta no ha medido todo el impacto del caso Cubillos.
En las elecciones municipales están prácticamente empatados con el oficialismo , cuando hace algunas semanas se proyectaba que arrasarán electoralmente. En comunas como Santiago centro, Desbordes (RN) se encuentra virtualmente empatado con Hassler (PC), encontrando Desbordes su límite, mientras a la izquierda de Hassler los candidatos marcan un 9%, dándole un enorme espacio de crecimiento a la candidatura comunista. Escenario parecido se repite en Puente Alto, la comuna más poblada, donde Rubilar(RN) estaría solo a unos pocos puntos de Toledo, el independiente de izquierda de la coordinadora shishigan.
Así las cosas, la acusación constitucional contra Boric impulsada por RN para disputarle el perfil “duro” a Republicanos, es solo otra anécdota más en este pantano político de la derecha. Prueba de ello es que no bien anunciado, la propia directiva del partido le quitó el piso a la acción emprendida por los diputados de su bancada.
Sin ideas o proyectos para gobernar, la derecha parece empantanada en la disputa del liderazgo de un sectro que creían que sería más grande electoralmente de lo que realmente es. Mientras se disipa la euforia y la izquierda vuelve a tomar fuerza en las elecciones, la derecha nuevamente se ve enfrentada al dilema de que repetir las consignas vacias de la libertad no se les retribuye automaticamente en votos.
Y mientras la agenda delictual pierde su fuerza de tanta repetición, las familias trabajadoras, agobiadas por salarios que no recuperan su poder adquisitivo y por deudas que no dejan de crecer en intereses, parece menos dispuesta a escuchar a quienes todo el día plantean como una alternativa sumir al país en un ataque permanente de histeria. Y si bien el crimen organizado avanza, esto no es sin la complicidad del mismo poder político encargado de perseguirlos, por tanto carecen de credibilidad para supuestamente combatirlo.
Esta desorientación de la derecha podemos observarla en la candidatura de Matthei, completamente errática y palideciendo día a día; y la candidatura ultraderechista de Kast, completamente escondido a la espera que republicanos vuelva a fortalecerse tras la debacle del rechazo a su constitución. No parece extraño, que los medios de la burguesía y del empresariado estén más interesados en buscar el liderazgo perdido en la centroizquierda.
No parece sencillo para la derecha salir de este laberinto. Sin una dirección clara, esta vez literalmente se están comiendo entre primos, en una disputa intestina por el liderazgo del sector, sin que existan líderes del mismo.
Ιωαχειν
Editor y columnista de la Izquierda Diario