La marcha de la CGT, el plenario obrero convocado por PepsiCo y la política hacia las organizaciones obreras. Un debate.
Viernes 18 de agosto de 2017
Como dice el Comunicado de la Comisión Interna de PepsiCo, se hizo un plenario en el Bauen donde se resolvió la convocatoria a formar una columna independiente de todos los sindicatos e internas combativas. Todas las organizaciones presentes coincidieron en este punto y la cita es en la Carpa de PepsiCo a las 12:30 hs para movilizarse hacia Plaza de Mayo.
Existió además un debate sobre la política hacia las organizaciones de masas de los trabajadores, centralmente hacia las centrales y sindicatos que eventualmente acuerden con levantar las banderas del apoyo a la lucha de PepsiCo, que consideran que esos valientes trabajadores tienen que ser oradores del acto y que es necesario pelear en la marcha misma por un Paro Nacional.
Los trabajadores de PepsiCo junto a las agrupaciones y delegados del PTS y delegados como Maximiliano Montero de Mondelez Victoria y de otras corrientes políticas plantearon que sería un gran logro de los trabajadores si existieran sindicatos o centrales que levantaran estos puntos y se unificaran para hacerlo sentir de alguna forma en la movilización. Para ello, además de formar una columna independiente junto a la izquierda, los obreros y obreras de PepsiCo consideran correcto llamar a todos los sindicatos y centrales, que agrupan decenas de miles de compañeros y compañeras para que dentro de la marcha se de una pelea común por estos puntos, más alla de las diferencias que existan. Si un sector de las organizaciones sindicales apoyara en la movilización abiertamente a los trabajadores de PepsiCo evidentemente la lucha de los trabajadores despedidos por esa multinacional imperialista estaría infinitamente más fuerte. Esto se da en el marco de nuevos ataques por parte de otros dirigentes sindicales como Pablo Moyano que hizo declaraciones contra los obreros de PepsiCo, acusándolos de intransigencia y de ser responsables de sus propios despidos.
En ese marco es muy necesario que la mayor cantidad de organizaciones sindicales posibles nos movilicemos para apoyar la lucha de PepsiCo, en la misma marcha de la CGT. Ellos son un símbolo de enfrentamiento a la ofensiva patronal y del gobierno. Rechazar esto es no buscar las mayores fuerzas posibles para que una lucha así triunfe y muestre que pese a todo es posible ganar cuando se lucha hasta el final. ¿Hay corrientes de izquierda que realmente serían capaces de rechazar la posibilidad de que en la movilización haya sindicatos que den esta pelea en común, mas allá de lo que consideren de su dirección?
Al mismo tiempo la posibilidad de que la dirección de la CGT vuelva a una tregua criminal sería más complicada y costosa si decenas de sindicatos golpean juntos reclamando un paro general. Cuando se habla pelear por impedir que haya una nueva tregua, estamos hablando de buscar las formas de impedir que decenas de miles de familias queden en la calle, que los salarios que ya no alcanzan no sigan su espiral hacia abajo, que las condiciones de vida de los trabajadores no se deterioren aún más.
Extrañamente organizaciones que se dicen de izquierda y trotskistas como PO e IS consideran que pelear para que las organizaciones de masas actúen de forma progresiva es perder su independencia. ¿los delegados de esas corrientes de izquierda, consideran que hay que oponerse a que su propio sindicato actúe de forma progresiva? Eso no puede llevar más que a la marginación, además de que lo que más quieren los dirigentes sindicales que no son de izquierda es no ser molestados con propuestas de este tipo.
Además, como plantearon varios de nuestros compañeros en el debate: ¿hay alguna manera de ganar a la mayoría de los trabajadores que están en esos sindicatos para el clasismo, si no es a través de la experiencia?
Por esto mismo, los militantes del PTS pelearemos en todos los sindicatos para que levanten estas banderas de lucha, apoyen a los obreros de PepsiCo y sean parte de la pelea por un Paro Nacional. No hacerlo es dejar que los dirigentes sindicales puedan mantener a los sindicatos y sus trabajadores separados de los sectores combativos.