Las imágenes de personas maniatadas y asesinadas, junto con lo que podrían ser fosas comunes de civiles en Bucha han conmocionado al mundo. Ucrania acusa a Putin de crímenes de guerra. Desde el Kremlin niegan toda responsabilidad y sostienen que se trata de un “montaje” de Zelenski.
Martes 5 de abril de 2022 11:21
Foto: Ucrania, Bucha, 04 abril de 2022 EFE/EPA/OLEG PETRASYUK
Cuerpos diseminados en la calle, algunos con las manos atadas. Otros caídos al lado de una bicicleta, como si estuvieran tratando de escapar. Cuerpos amontonados en una fosa común al lado de una Iglesia. Con la retirada de las tropas rusas de la localidad de Bucha, en las afueras de Kiev, han aparecido algunas de las imágenes más crudas de la guerra en Ucrania hasta el momento.
Desde el gobierno de Zelenski, acusan a Rusia de cometer crímenes de guerra e incluso de cometer un “genocidio”. Esta denuncia ha sido llevada por Zelenski ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Por su parte, Rusia niega toda responsabilidad en los asesinatos, y afirma que se trata de un “montaje” por parte del gobierno ucraniano. Mientras que imágenes satelitales muestran cadáveres al lado de la carretera en esa localidad desde hace varios días, las informaciones y los bulos se superponen.
Es muy difícil tener certeza sobre lo que ocurrió en esta localidad ucraniana, así como acerca lo que ocurre desde hace 40 días en el resto del territorio en guerra. En medio de campañas propagandísticas de todas las partes involucradas, la verdad es difícil de alcanzar.
Putin tiene en su historial masacres masivas como las que llevó a cabo en la guerra de Chechenia, por lo que no se puede descartar que su ejército haya ejecutado una matanza de este tipo. El recuerdo de la destrucción que dejaron sus tropas en Grozny, después de la segunda guerra en Chechenia, no pueden olvidarse.
Más allá de las brutales acciones por parte del ejército ruso, tampoco pueden descartarse operaciones propagandísticas de todo tipo de parte del gobierno ucraniano, que busca instrumentalizar las duras imágenes de civiles asesinados a favor de medidas más duras contra Rusia por parte de la OTAN.
Lo que es indudable, a esta altura, es que la reaccionaria invasión rusa está dejando ya un saldo de miles de muertos y heridos, millones de desplazados y refugiados. Y también el hecho de que los Estados imperialistas están instrumentalizando el rechazo a la invasión para fortalecer sus propios aparatos militares detrás de un discurso de “defensa de la democracia”.
Después de conocerse las imágenes de Bucha, varios países de la UE han ratificado nuevos envíos de armas a Ucrania, así como nuevas medidas de sanciones contra Rusia. Entre ellas, se baraja incluso un boicot al carbón ruso. A su vez, varios Estados de la UE han decidido este martes expulsar a diplomáticos rusos, como represalia por la masacre de Bucha.
Esta tarde, Zelenski se dirigirá por videoconferencia ante el Congreso de los Diputados españoles. Lo hará para pedir más ayuda militar, una zona de exclusión aérea y más sanciones a Rusia. Así lo viene haciendo ante diferentes parlamentos de países miembros de la OTAN.
Por su parte, los jefes de Estado de los principales países imperialistas de la OTAN se desgarran las vestiduras y acusan a Putin de “crímenes contra la humanidad”. Con la un enorme cinismo, se presentan como los grandes defensores de la “democracia” contra la “barbarie putinista”. Como si no fueran los mismos que llevaron adelante masacres masivas contra la población civil durante las ocupaciones de Irak y Afganistán. Como si no fueran los mismos que sostienen alianzas estratégicas y venden armas al Estado de Israel, que viene ejecutando masacres sin igual contra el pueblo palestino.
La masacre de Bucha reafirma la necesidad de plantear una posición independiente frente a la invasión reaccionaria de Putin, exigiendo la retirada de las tropas rusas, así como denunciando la injerencia imperialista y el rearme de la OTAN.