Entrevistamos a la banda Manzanitas, camino a su próxima presentación el sábado 15 de julio. Responden Pablo Prandi y Gustavo Grazioli.
Domingo 9 de julio de 2017
¿Quiénes integran Manzanitas?
Gustavo Grazioli, voz
Ignacio Marcora, guitarra
Gabo Bastóne, guitarra
Pablo Prandi, bajo
Gustavo Nemitz, en Batería
Luego del disco “El Gusano Máximo”, donde las distorsiones con mucha ganancia y el sonido crudo se destacan, ¿cómo llegan a este nuevo EP “Gato” en el que se escucha una “depuración” de las disto y una mezcla equilibrada? ¿Cómo fue el proceso para llegar a este nuevo sonido de estudio?
El primer disco fue una especie de baúl donde guardamos las canciones que nos estaban empezando a quedar viejas, no nós preparamos mucho para grabarlo, ni pensamos tanto en cómo hacerlo y creo que eso hizo que no saliera lo mejor de cada canción sino una foto de la banda que éramos en ese momento.
El caso de ’’gato’’ fue diferente. Elegimos los temas, hicimos maquetas y a partir de ahí definimos como lo íbamos a grabar y que iba a hacer cada instrumento. La depuración es clara porque laburamos en pos del mensaje, de la letra y la música.
Era importante reflejar con claridad lo que queríamos decir
Manzanitas no es una banda que apele al machaque de estribillos ni a los solos estridentes de guitarra si no a una base sólida con buenos arreglos de violas bien diferenciadas que en “Gato” se escuchan con un paneo muy bien equilibrado. ¿Cuál es el método de composición y arreglos que utilizan actualmente? ¿Improvisan en sala o parten de una idea pre-concebida?
No hay una fórmula para construir una canción. Hay muchas maneras y son muy distintas, lo único que las une es que se terminan de definir en la sala con el formato que va a quedar. Nunca se define un tema hasta que no está sonando en la sala, aunque el tema esté muy redondito.
Hasta que no suena, puede sufrir todo tipo de alteraciones, hasta puede llegar a quedar olvidado en alguna grabación casera de celular, como ha pasado con varias canciones.
Las letras ocupan un lugar preponderante en su música. En ellas se puede apreciar un lenguaje espontáneo, contestario, que se rebela ante el acuerdo social establecido. Sin embargo, no recurren a una métrica clásica del rock si no que los acentos pueden caer en el lugar menos previsible. ¿Adaptan la letra a la música o viceversa? ¿Tienen algo escrito por contar y lo van adaptando a la melodía?
La letra es lo que genera la música, no importa en qué orden aparezcan, si la letra viene primero entonces se acomoda la música a ella y si es al revés, la letra tiene que encajar en lo que está sonando. Un ejemplo contrario de esto sería el tema “I used to love her” de los Guns, donde el tipo dice en tonos mayores, muy alegres, ’’que solía amarla pero tuve que matarla’’. Creo que es una canción pésima.
¿A qué se refieren cuando plantean eliminar la competencia en el arte?
Muy simple: es un concepto tan viejo como acertado, el que quiera competir que se arme un equipo de fútbol con los amigos y se anote en un torneo, la música como cualquier arte, es para expresar algo, no para hacerte mejor ni peor que nadie. Acá no hay puntuación ni fórmulas de nada.
Con todo lo que sea cercano a ese territorio, preferimos no tener nada que ver.
Para Uds., ¿qué lugar ocupa hoy el rock dentro del sistema?
Uno bastante cómodo, está medio quieto, no molesta mucho a nadie. Y eso es algo que la industria del entretenimiento ha logrado conquistar sin demasiadas disputas.
El campo de batalla que implica la cultura rock, en este caso, fue adquirido por marcas de todo tipo, propagandas y todo lo que uno pueda imaginar que es el capitalismo.
De todas maneras, no creemos que haya llegado a su fin y somos de ir a ver muchas bandas y en su mayoría, en las que frecuentamos, escuchamos buenas ideas dando vueltas. Por eso también insistimos en que hay que seguir saliendo a ver música en vivo.
¿Qué creen que podríamos hacer los músicos para enfrentar esta sobre adaptación exitista que se impone desde los medios y la industria como otra pirámide capitalista deshumanizada y desclasada a la que, parece, hay que subirse para poder exponer lo que uno hace o visibilizar su arte? ¿Cuáles creen que son o pueden ser las vías alternativas actuales?
La mejor forma de mostrar lo que hacés es tocar en vivo, lo virtual puede ser muy útil para que te escuchen pero es una parte muy acotada de la experiencia. Entonces parece algo simple pero no deja de ser imprescindible.
No sé si son alternativas, quizás lo veo como un motor para mantener las cosas en movimiento: show en vivo, dejar todo, priorizar las canciones y no enfrascarse en producciones que después no se pueden sostener.
¿Cuál es la relación arte-política por construir para recuperar al rock del lugar de entretenimiento vacío de contenido al que fue empujado y rescatar su esencia rebelde, clasista y anti-sistema?
Más que hablar de rock o no rock, diría hablar de la música, al movimiento ’’rock’’ se lo devoró el miedo a quedar afuera de la radio, hay muy pocos que tocan rock y son contestatarios a la vez hoy en día.
Por ahí, con esta pregunta, se puede pensar en volver hablar de un lugar de trinchera al que pocos querían subirse, porque es indudable que esa relación “arte – política” se desmembró y lo que pudo haber sido una herramienta para pensar y establecer relaciones hoy ya es un simple eslabón más…
¿Próxima fecha?
El 15 de julio estaremos haciendo nuestro número en la paz arriba, un mítico bar que está en la esquina de Corrientes y Montevideo, La Paz de Arriba, junto a una banda amiga “Budapez”.
¿Sitio web donde escucharlos?
Facebook MANZANITAS ROCK
Bandcamp: https://manzanitasrock.bandcamp.com/
Spotify: MANZANITAS