“Mañana a las 8 am en la carpa”. Con esa frase finalizaba nuestro jueves de preparativos para poner en pie la primera posta sanitaria por PepsiCo.
Viernes 21 de julio de 2017
Y así amanecimos el viernes. Desde temprano llegamos a la carpa, saludamos a las y los trabajadores que, aunque cansados, nos recibieron con una sonrisa inmensa.
Entre mate y mate, charlando de las novedades, esperábamos a los que estaban retrasados por el tráfico. Pero no perdimos un segundo, mientras tanto armamos los carteles con las consignas “tomate la presión y colaborá con el fondo de lucha” “estudiantes y trabajadores de la salud junto a PepsiCo” para arrancar con todo la posta sanitaria. Minutos más tarde, el equipo estaba listo para salir a la calle: enfermeros del Hospital Rivadavia y del Garrahan junto a estudiantes de Medicina, Enfermería y Obstetricia de la UBA sacábamos mesa y sillas. Entre tensiómetros, estetoscopios, ambos y volantes caminábamos con ansias para poder hablar con la gente que pasaba frente al Congreso de la Nación.
El motivo era claro, poner nuestros conocimientos al servicio de la enorme lucha que vienen llevando las y los trabajadores de PepsiCo, quienes tras ser desalojados y reprimidos violentamente el pasado jueves 13 de julio, instalaron una carpa en Congreso para continuar la lucha.
Y no precisamos hablar con tanta gente para darnos cuenta que la solidaridad por los (injustamente) despedidos era inmensa, atravesaba género, edad y hasta nacionalidad. “Sí, quiero tomarme la presión porque conozco lo que les pasó y voy a aportar”, “es una locura el ajuste de estos sinvergüenzas, que vivan con lo que me pagan a mí como jubilado a ver si pueden” decían los ancianos. “Sí, me copo, te firmo el petitorio también” comentaba un pibe cadete que pasaba con la bici. Hasta turistas que paseaban por el centro se frenaban a leer los carteles, tomarse la presión y contribuir con el fondo de lucha.
Mientras tanto, las y los trabajadores de PepsiCo charlaban con varias personas que esperaban para firmar el petitorio por la reincorporación en sus puestos de trabajo. Y de repente, en esa esquina donde el sol nos abrigaba con su más cálido calor, se sintió esa tensión firme, ese puente infinito: la unidad entre obreros y estudiantes juntos por una misma causa. Las sonrisas entre quienes trabajan en el sector de la salud y quienes hasta hace pocos días trabajaban en la fábrica, la complicidad, la solidaridad para que a ninguna familia le falte para comer; y los estudiantes que aportamos lo que fuimos aprendiendo en la UBA, facultad donde también docentes y ad honorem están luchando por sus sueldos y por la educación y salud públicas.
Este gran equipo hoy hizo la primera posta sanitaria de muchas que vendrán en los próximos días. En 2 horas logramos juntar 3000 pesos que aportamos al fondo de lucha de los trabajadores. Estamos convencidos de que muchos más pueden y quieren ser parte de esta iniciativa. Por eso, si sos estudiante de Medicina o trabajador de la salud, te esperamos para sumarte a la próxima!
