Este sábado 15 de agosto a las 17:00 hs, realizaremos el Encuentro de Estudiantes de la UBA, UTN y la UNA, impulsado por la Juventud del PTS e Izquierda Socialista. Porque docentes y estudiantes universitarios, nos cansamos de ser ignorados por las autoridades.
Martes 11 de agosto de 2020 23:54
A la fecha de esta publicación en Argentina llevamos 145 días en cuarentena; más de 5 millones de afectados por despidos, suspensiones y ataques al salario; al menos 67 muertos a manos de policías, fuerzas de ‘seguridad’ y penitenciarias; 3 meses sin la aparición de Facundo Astudillo Castro (Observatorio Antirrepresivo, 2020); y más de 4.700 personas muertas COVID-19 a nivel país. Si esto no te enoja y no basta para movilizarte y encender la flama, te invitamos a ubicar el ojo del huracán en quienes se han visto sin ayuda ni aplausos durante cada noche. Hablemos, entonces, de educación digital en tiempos de coronavirus.
Desde la voz de los docentes, compartimos y manifestamos sus experiencias en esta extraña modalidad virtual que nos vimos obligados a incorporar. “L” (profesora, UBA), nos cuenta su experiencia:
Los docentes no fuimos consultados ni fuimos parte de la toma de decisiones. Sólo se convocó a algunas reuniones formales a algunos directores de cátedra (...) El mayor problema fue ver que muchos estudiantes no tenían acceso a las condiciones mínimas de tecnología y recursos que exige la virtualidad, por lo que se vió una importante exclusión. Fue un sálvese quien pueda, que en muchos casos terminó incentivando un enfrentamiento entre estudiantes y docentes. Pero los estudiantes en la mayor parte de los casos comprendieron la situación por eso hay que generar asambleas virtuales entre estudiantes y docentes, y un conjunto de exigencias para que el próximo cuatrimestre no se repita la experiencia del anterior
Los docentes no fuimos consultados ni fuimos parte de la toma de decisiones. Sólo se convocó a algunas reuniones formales a algunos directores de cátedra (...) El mayor problema fue ver que muchos estudiantes no tenían acceso a las condiciones mínimas de tecnología y recursos que exige la virtualidad, por lo que se vió una importante exclusión. Fue un sálvese quien pueda, que en muchos casos terminó incentivando un enfrentamiento entre estudiantes y docentes. Pero los estudiantes en la mayor parte de los casos comprendieron la situación por eso hay que generar asambleas virtuales entre estudiantes y docentes, y un conjunto de exigencias para que el próximo cuatrimestre no se repita la experiencia del anterior
En un mismo prisma, no estamos tan lejos entre lo que ha pasado con otras instituciones universitarias, así lo menciona “C” (profesora de la UTN):
Hubo que planificar nuevamente el cuatrimestre adaptándolo: nuevas clases, nuevos trabajos prácticos, nuevas guías de lectura y correcciones semanales (...) La modalidad implementada es un claro deterioro desde el punto de vista educativo. Una contrapartida de lo pedagógico a la gran sobrecarga en los docentes y la superposición de espacios, espacios laborales, personales de distintas esferas, y el trabajo permanente: continuado. Además de que en ningún caso hubo alguna compensación por el trabajo extra realizado (...) Los entornos familiares son complejos y diversos. Sin embargo se implementó obligatoriamente la misma modalidad para todxs, y si uno piensa en las villas de emergencia ¿cómo hacen las familias que viven hacinadas y sin agua para facilitarle a los chicos medios y tecnología que no tiene y que puedan pilotear la situación?
Hubo que planificar nuevamente el cuatrimestre adaptándolo: nuevas clases, nuevos trabajos prácticos, nuevas guías de lectura y correcciones semanales (...) La modalidad implementada es un claro deterioro desde el punto de vista educativo. Una contrapartida de lo pedagógico a la gran sobrecarga en los docentes y la superposición de espacios, espacios laborales, personales de distintas esferas, y el trabajo permanente: continuado. Además de que en ningún caso hubo alguna compensación por el trabajo extra realizado (...) Los entornos familiares son complejos y diversos. Sin embargo se implementó obligatoriamente la misma modalidad para todxs, y si uno piensa en las villas de emergencia ¿cómo hacen las familias que viven hacinadas y sin agua para facilitarle a los chicos medios y tecnología que no tiene y que puedan pilotear la situación?
En una pandemia llena de símbolos con un barbijo que nos asegura sobrevivir pero nos tapa la boca para que no digamos nada más, con docentes anónimos para evitar represalias, con una invitación a estar dentro de nuestras casas todos juntos pero ¿en qué casas? Si no todos y todas hoy tenemos el mismo contexto social, familiar y, muchos menos, el económico para estar tranquilxs dentro de nuestros hogares como pregona los diferentes slogans del gobierno. La educación no puede estar - más - fuera de toda esta matriz, donde comercio y producción se dieron cierto ‘aires’ de pausa. El sistema educativo en su operatividad de tipo fabril tomó una posición negativa, empujando a docentes, alumnos y familias a un escenario mucho más vulnerable que el anterior.
Te puede interesar: Universidad y crisis: el conocimiento entre sus límites y potencialidades
Por lo mismo, nos preguntamos si la educación superior no podría jugar otro rol en medio de esta pandemia. Uno que no sea ‘el falso objetivo’ de asegurar la cursada, mientras se deja a miles afuera: ¿qué pasaría si las universidades empiezan a oír la voz de sus estudiantes?
Seguramente que hay una importante población de compañeros que en el contexto de la pandemia no se pudo incorporar al sistema. Desde luego que el sistema aún tiene muchas falencias y quedan muchas mejoras que sin lugar a dudas se resuelven sumando al alumnado a la discusión sobre la organización de la institución (Joaquín, CBC - Ciencias Políticas).
Seguramente que hay una importante población de compañeros que en el contexto de la pandemia no se pudo incorporar al sistema. Desde luego que el sistema aún tiene muchas falencias y quedan muchas mejoras que sin lugar a dudas se resuelven sumando al alumnado a la discusión sobre la organización de la institución (Joaquín, CBC - Ciencias Políticas).
Debemos plantearnos que esta no tuvo reparo al ser ejecutado a espaldas de estudiantes, expulsando a miles de compañerxs, sobrecargando a equipos docentes y superponiendo espacios domésticos que anteriormente no era aulas, con lineamientos de información entrecruzada desde las autoridades, exceso de cambios intermitentes de calendarios y evaluaciones, y centros de estudiantes en pleno silencio. Repitiendo hasta el hartazgo durante este tiempo que es una de las pandemias más fuertes que hemos vivido y que, claramente, esta situación contraerá otras pandemias como la económica y social. Sin embargo la educación, una vez más en honor y efecto de diferentes gobiernos ha quedado afuera. Exenta de replantearnos el escenario cotidiano desde diferentes áreas y unidades, se abogó por mantener una ‘regularización’ de la cursada y la planificación educacional.
Y si ahora, sí te enojaste o se te prendió la chispa, es momento de tomar el toro por las astas. Desarrollemos una educación que entre en el tejido de la pandemia, aprovechando estas oportunidades, trasladando no solo las aulas a la virtualidad sino llevado las garantías de no dejar solo a miles de pibxs en condiciones que el sistema mismo ha precarizado, con el miedo de no comer o con la inseguridad de quedar más vulnerables que ayer. Seguir reformando es mantener el status quo de un modelo pedagógico sostenido con palitos de fósforo y boligoma, sometido y vulnerado sin considerar todos los factores extras y externos que entran a la cancha a jugar: problemas económicos, el teletrabajo, las angustias, la incertidumbre, el aumento de la pobreza, las ansiedades y lo que vive el mundo. Porque si no nos movemos, estamos fritos en manos de otros.
Por esto y más, te invitamos a ser parte del Encuentro de Estudiantes de la UBA, UTN y UNA, impulsado por la Juventud del PTS y la Izquierda Socialista, la cual se llevará a cabo este sábado 15 desde las 17:00 hs - por Zoom -. Para que ningún estudiante se quede afuera: vamos por becas, computadoras y wi-fi. Quienes vulneran nuestros derechos como estudiantes, precarizan a los docentes. Sumate, seamos miles, logremos una asamblea participativa y democrática para discutir una salida a la crisis. ¡Despertemos a los centros de estudiantes!